La discusión está en el aire: preocupa, por momentos se naturaliza, se analiza poco. El hecho concreto es el que el capo mafioso Morabito se fugó de la Cárcel Central.

Sobre este tema, el abogado, escritor y ex diputado Washington Abdala, en su perfil en Facebook, nos convoca a una reflexión especial bajo el título “Morabitos y Ñeris”.

Así se expresa Washington «Turko» Abdala.

“Morabitos a ñeris, “segual” diría el Mingo, todo se las toman.

De alguna forma logran escapar de la privación de libertad.

Es que están todo el día pensando en eso y cuando se tiene mosca, aún más.

Los chorros-primates no la tienen clara, los mafiosos saben que es un tema de tiempo. El Chapo dictó clases al respecto. No hay que ser criminólogo para saber esto.

Y si, siempre encontrarás algún corrupto que parte de la huida te la facilite.

Es parte de la cosa, saber que es así y que tendrás que sancionar con firmeza rápidamente.

Los Morabitos, además, siempre tienen buenos abogados que los ayudan en sus vidas delincuenciales, los ñeris navegan en la defensoría pública con lo que se puede.

Marx sí que existe en las cárceles. Las clases sociales del presente en el mundo carcelario son un dato elocuente: el que tiene algún mango no pasa el infierno de otros.

Lo propio sucede con la violencia, por estos días circuló un video de una mujer que otras mujeres la surtían a trompadas y patadas porque –adicta ella- había cometido los crímenes más atroces con sus hijas. No se puede ver el video, es tal la paliza que causa estupor. Aunque sea repudiable lo que hizo la señora, ver la paliza es totalmente insoportable.

Esta es la realidad en la que estamos, además, llena de mentirosos que dicen que algunos de estos temas de violencia, corrupción y criminalidad de ñeris o mafiosos de guante blanco se arregla con pases mágicos. No es cierto eso, es complejo y requerirá mucha cabeza y mucho liderazgo.

Estamos a un centímetro de irnos por el caño. Por esas cosas de la vida, esta semana venía terminando un libro –que había pedido especialmente que me lo trajeran- de Andrea Camilleri, “Vosotros no sabéis” sobre relatos verídicos de como actuaba la mafia del sur de Italia, todavía me queda la tercera parte del libro y causa estupor advertir la naturalidad de la violencia en esa zona. Un gran amigo mío italiano –hoy fallecido, mi amigo Fulvio Stancatti- me había contado algunas de estas historias y no eran creíbles. Mis bisabuelos vienen de allí, con razón huyeron de ese infierno.

Morabito era el mafioso ejemplar de toda esta gente, un producto terrible y del que nunca hubo conciencia aquí ante quien se estaba. Lo típico del Uruguay, que se cree que con tres alambres puede tener una aerolínea de navegación asociarse con petroleras que te roban o retener un mafioso como si fuera un ladrón bagatella.

Ese es parte el problema del país, que no quiere madurar, que todo es entre gorditos, vino y billar, que solo nos juntamos para creernos fenómenos con los goles de los muchachos pero tomarnos en serio casi nada. Por eso nos sorprenden las plataformas y los UBER, los monopatines y tanta cosa con la que no hay reflejos para actuar con sentido rápido y justo. Por eso acá los que se educan un poco se quieren ir rajando a cualquier lado y por eso los que se quedan, los que nos quedamos, o amamos mucho al país o estamos locos”.

Fuente Imagen: sarandi690.com.uy