Huidobro y MujicaUno de los factores sobre el cambio de postura del Frente Amplio (FA) en relación a la MINUSTAH fue “el acercamiento con la corporación militar para mitigar las tensiones generadas por la agenda de DDHH que pretendía llevar adelante el FA”, con “un rol clave los Senadores, integrantes del MPP-MLN-T, José Mujica y Eleuterio Fernández Huidobro y el Diputado, integrante de la Vertiente Artiguista, José Bayardi”.

Así se desprende de la Tesis de grado para Licenciado en Ciencia Política de José Manuel Gutiérrez, con la tutoría de Julián González Guyer (FCS – Udelar- 2021).

Allí Gutiérrez expresa que: “Esta investigación tiene como objetivo dar cuenta de los factores que llevaron al cambio de postura del Frente Amplio (FA), respecto al envío de contingente de las Fuerzas Armadas (FFAA) a la operación de MINUSTAH desplegada en el año 2004 en Haití, pasando de ser un acérrimo detractor de la misión en el mes de junio a votar un aumento en la cantidad de miembros del contingente en el mes de diciembre. La metodología utilizada en este estudio se enmarca en un diseño cualitativo exploratorio, en donde se analizan y sistematizan discursos parlamentarios del año 2004, prensa compilada en informes del Observatorio del cono sur de defensa y fuerzas armadas, entrevista a una fuente calificada y bibliografía académica relacionada con la temática abordada. Se exploran tres grandes factores por los cuales el partido político cambió su posición: disminuir las tensiones con la corporación militar generadas por su posicionamiento respecto al pasado reciente, el posicionamiento de la izquierda en el contexto político regional y, también, a la necesidad de institucionalizar a Haití, en el entendido que no estaban dadas las condiciones para llegar a una salida consensuada por las partes enfrentadas en el conflicto”.

La tesis está elaborada con un pormenorizado informe que fundamenta los tres puntos esenciales abordados.

A continuación difundimos las CONCLUSIONES:

“El encuadre de MINUSTAH, desde su comienzo, en una operación de Capítulo VII de la Carta de NNUU fue un cambio peculiar en lo que respecta a misiones de paz ya que las operaciones a las que Uruguay enviaba contingente se solían enmarcar en el Capítulo VI y, en caso de ser requerido, se procedía a un pasaje hacia el Capítulo VII. Las diferencias son claras, las operaciones enmarcadas en el Capítulo VI, buscan siempre una salida negociada entre ambas partes en conflicto, recurriendo principalmente al diálogo, mientras que el capítulo siguiente habilita el uso de cualquier medio -incluido el bélico- con tal de imponer la paz, en aquellos casos donde no se puedan solucionar los conflictos mediante el diálogo. Respecto a la posición inicial del Frente Amplio, la expresada en secciones anteriores de esta investigación, el día 7 de junio de 2004 en su Mesa Política Nacional, adoptó una postura muy crítica referida a MINUSTAH, que mandató a sus legisladores a votar en contra del primer envío de tropas a Haití. Las razones fueron varias: i) violación de la soberanía de un país latinoamericano, ii) imposición de una guerra desde el extranjero, iii) la medida adoptada no resolvía el problema de fondo y, iv) la operación no fue aprobada como último recurso como lo manifestaba la doctrina de la responsabilidad para proteger. En diciembre del mismo año, el Poder Ejecutivo encabezado por Jorge Batlle envió un nuevo proyecto de ley de incremento del contingente Uruguayo en MINUSTAH. La novedad en el tratamiento de dicho proyecto fue el cambio de postura radical de la parte mayoritaria del Frente Amplio. En esa ocasión los legisladores frenteamplistas votaron, mayoritariamente, en contra de su posición orgánica (la manifiesta por la mesa política nacional del día 7 de junio), respecto a MINUSTAH, aprobando el incremento de 200 militares al contingente uruguayo en Haití. Los motivos del cambio de posición, afirmados por los legisladores, y tal como fue abordado en el octavo capítulo de esta monografía, fueron diversos: desde que era necesario más apoyo para las tareas asignadas para desempeñar Uruguay, pasando por promesas de otros países en que la operación se enmarcaría en breve en el Capítulo VI de la Carta de NNUU, argumentos en los que se afirmaba que habría un plan de estabilización en el corto plazo y otros en donde manifestaban explícitamente que se debía a que el Frente Amplio había llegado al gobierno. Además, la postura de los legisladores frenteamplistas en este incremento de contingente, fue en contra de la forma de legislar del Frente Amplio en lo que concierne a asuntos de política exterior, en tanto, no sólo se votó dividido en aquella sesión en la Cámara de Representantes, sino que también suscitó problemas futuros a la interna del partido, como lo fue la renuncia del diputado Chifflet por este motivo. Los motivos del cambio de postura del Frente Amplio son diversos y deberán ser estudiados en profundidad en una investigación futura, pero se pueden divisar al menos tres razones conjuntas:

  1. acercamiento con la corporación militar para mitigar las tensiones generadas por la agenda de DDHH que pretendía llevar adelante el FA,
  2. cooperación con el gobierno de izquierda que lideraba el mando de la operación y
  • que el diálogo entre las partes en conflicto ya no era posible, por lo que se debía institucionalizar el país de cualquier forma. I) Acercamiento con la corporación militar: en el año 2004, luego de las elecciones nacionales del mes de octubre, al existir la certeza de que el Frente Amplio gobernaría a partir de marzo del año 2005, la tensión con la corporación aumentó. Tal como lo señala Bayardi, el centro de la agenda entre la corporación castrense y el gobierno que iba a asumir en el año 2005, tuvo que ver con la posición antagónica de ambos grupos (FA y FFAA) respecto a la agenda de DDHH que proponía llevar el Frente Amplio. Este asunto marcó un punto de inflexión en el relacionamiento ya que las posiciones de ambos actores eran antagónicas. Por un lado, el Frente Amplio proponía llevar adelante una agenda en donde se respetara a cabalidad la ley de caducidad, allí el candidato presidencial, Tabaré Vázquez propuso exigir el cumplimiento “fundamentalmente del artículo cuarto que establece que tenemos que conocer qué ha pasado con los ciudadanos presos desaparecidos adultos y niños, hasta el último, y no descansaremos hasta saber qué ha pasado con cada uno de estos ciudadanos.”

Por otro camino transitaba la postura de la corporación militar, en donde el propio Comandante del Ejército, Gral. Luís Pomoli, manifestaba en forma de respuesta a los planteos del Frente Amplio, una posición antagónica, solicitando a la sociedad uruguaya que “no nos estanquemos en persistentes intentos de revisionismo inconducentes e inconvenientes” (OCSDFA, 2004). Los conflictos entre la corporación y el Frente Amplio se evidenciaban cada vez que el Centro Militar y el Círculo Militar (instituciones sociales que reúnen a los militares activos y retirados) brindaban entrevistas a medios de prensa. En Uruguay, son los retirados militares integrantes de estas instituciones quienes realizan acciones políticas “expresamente prohibidas para los militares en actividad, que en gran número integran esas asociaciones de carácter corporativo” (ONCSDFA, 2004). Los planteos de estas instituciones eran diversos –aunque siempre contrarios a la postura del Frente Amplio- e incluían: i) el temor a la “kirchnerización” de las FFAA, en el entendido de que los hechos acontecidos en la última dictadura eran “incomparables” con los sucedidos en Argentina y, por lo tanto, ningún militar uruguayo cedería tanto poder a las autoridades; ii) manifestaciones que declaraban explícitamente que no se alcanzó la pacificación en Uruguay y que las relaciones entre las FFAA y el Frente Amplio serían difíciles ya que seguían en una guerra psicológica a la que el MLN-T no habría renunciado; y iii) exposiciones en las que se los notaba humillados por el Frente Amplio y los movimientos de DDHH, quienes no reivindican el “justo accionar de las FFAA” en la última dictadura. Por su parte, el Frente Amplio, buscó tender puentes con la corporación militar, a la vez que se reivindicaba la nueva agenda de DDHH que se basaba en hacer efectivo el cumplimiento, a cabalidad, de la ley de Caducidad. Allí jugaron un rol clave los Senadores, integrantes del MPP-MLN-T, José Mujica y Eleuterio Fernández Huidobro y el Diputado, integrante de la Vertiente Artiguista, José Bayardi, ya que fueron ellos quienes tuvieron contactos con la corporación militar con quienes, además, tenían afinidad ideológica en muchos asuntos. A pesar de ello, se evidencia como, a medida que los legisladores tenían reuniones con la corporación militar, la posición del Presidente del Frente Amplio fue cambiando, pasando de cuestionar la Ley de Caducidad a decidir omitir hablar sobre asuntos de DDHH en sus actos públicos en campaña electoral, hecho que permitió no seguir tensionando la relación con la corporación militar, ya que los principales reparos que ésta tenía eran referidos a la posición del Frente Amplio respecto a Derechos Humanos. Consultado sobre las reuniones con la corporación militar, el Dr. Bayardi afirmó que “se buscó que, en realidad, el tema de los derechos humanos no fuera el centro de la agenda que vinculara las relaciones entre las fuerzas armadas, los mandos, y este gobierno que iba a asumir”. Otro asunto paradigmático, luego de que el Frente Amplio obtuviese por primera vez la Presidencia de la República, fue la designación de la Ministra de Defensa y su subsecretario. En la subsecretaría del Ministerio fue designado el Diputado Bayardi, quien se había encargado de generar los vínculos con la corporación militar, y quienes -estos últimos- deseaban que hubiera sido el ministro designado por Vázquez. Mientras que la Dra. Azucena Berrutti fue la persona escogida para ocupar la titularidad de la cartera de Defensa, quien más allá de haber sido “activista de los derechos humanos”, no tuvo ningún otro antecedente en lo que respecta a Defensa Nacional. Otro asunto que nos permite sustentar la hipótesis que se planteará es que la corporación militar tenía una visión muy favorable respecto a las operaciones de paz ya que, según afirma el ex diputado José Bayardi, consultado para esta monografía sobre la posición de la corporación militar respecto a MINUSTAH, afirmó que, luego de culminada la guerra fría, “se trataban de autoasignar misiones (…) que le permitían tener justificaciones para la renovación de flotas (…) y, a su vez, un incremento de recursos económicos”. Todos los argumentos mencionados anteriormente, sumados a la entrevista a Gonzalo Fernández (asesor de Tabaré Vázquez), abonan la primera hipótesis a la que se arriba en esta investigación: la aprobación del incremento de tropas se da en un contexto en el que el Frente Amplio buscó apaciguar las tensiones con la corporación militar generadas por su postura respecto a los Derechos Humanos y el pasado reciente. II) Respecto a la cooperación con gobiernos de izquierda de la región (Argentina y Brasil, el último lideraba el mando de MINUSTAH), el Frente Amplio, desde su programa de gobierno 2005-2010 proponía participar en el “grupo de los 20 117 impulsado por el gobierno de Brasil, con el propósito de fortalecer un bloque de poder alternativo” (Frente Amplio, 21/12/03, pg. 19). Además, luego de que el partido político obtuviera la Presidencia de la República en el mes de Octubre, la fuerza política buscó construir un bloque progresista de poder. Brasil, presidido por Luiz Inácio Lula Da Silva, buscaba posicionarse como un actor global clave y lograr un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU y para ello era necesario demostrar su capacidad de tener un mando efectivo en la operación de MINUSTAH (González Guyer, 2016, pg.372). Haciendo referencia a este asunto, el ex Diputado José Bayardi, afirmó que “no había dudas de su relación política con el Partido de los Trabajadores desde décadas atrás” y que también existían relaciones afectivas con Marco Aurelio García, quien fuera el ideólogo de muchas de las iniciativas del gobierno de Brasil en política exterior. Bayardí afirmó que “obvio que todas esas cosas incidían” más allá de que, según entiende el ex Diputado, a esa altura, no estaba presente la posibilidad de instaurar una mesa de diálogo como la planteada por la CARICOM. Si bien esta investigación tiene como límite temporal el año 2004, por lo que no se aborda el accionar del gobierno frenteamplista y, consecuentemente, no se observan las acciones de cooperación en dicho periodo, las exposiciones de los legisladores al votar el último envío de tropas, sumadas a la evidencia mencionada anteriormente, sustentan la segunda hipótesis que concluye este trabajo: el cambio de posición respecto a MINUSTAH se dio, también, para cooperar con el gobierno que lideraba la misión, con quien era afín ideológicamente y buscaba convertirse en potencia mundial.

III) Se explora el cambio de postura del Frente Amplio, también, como un cambio necesario para dotar de estabilidad al país, ya que la institucionalidad haitiana era muy débil y, en ese momento -posterior a la instalación de la MINUSTAH-, y a partir de las acciones iniciadas por su encuadre en el capítulo VII, no había ninguna posibilidad de solucionar la situación de forma negociada en la agenda como lo solicitaban los países de CARICOM. La institucionalidad haitiana, se encontraba en una situación muy frágil ya que habían colapsado las instituciones y “el Estado aparecía como incapaz de asumir las responsabilidades y exigencias de la paz” (Pierre Charles, 2004, pg 3). Además, históricamente, en Haití, se ha manifestado “la imposibilidad del régimen de asegurar la gestión del país y de coexistir con una oposición” (Álvarez, 2008, pg. 702), en donde la democracia se ha visto vulnerada constantemente ya que se ha limitado o negado la competencia política y el uso del poder. (Álvarez, 2008, pg. 702). Consultado sobre este asunto, José Bayardi, afirmó que, luego de que se instala MINUSTAH, cuando le solicitan un incremento del contingente de las fuerzas armadas al gobierno uruguayo, ya no existía una solución política negociada entre las partes en conflicto y que la única forma de avanzar en la institucionalización era por la vía de ONU. Para Bayardi, fue el principal factor que explicó el cambio de postura de la mayoría de la bancada legislativa del Frente Amplio. Por lo tanto, la tercera hipótesis que se deberá estudiar en un trabajo futuro es: el cambio de la primera postura del Frente Amplio, respecto al envío de contingente a MINUSTAH, se da en un contexto en el que no había condiciones para llegar a una salida negociada y había que institucionalizar a Haití bajo cualquier costo. Por lo tanto, en una investigación futura, deberán ser estudiadas las tres hipótesis aquí planteadas, sin desconocer que el cambio de postura respecto a MINUSTAH fue una decisión compleja para la fuerza política y pueden existir algunos factores explicativos que no hayan sido enumerados en las tres hipótesis.

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Fuente Imagen: Subrayado.