El Informe de seguimiento de la educación en el mundo (Informe GEM) de la UNESCO invita a los encargados de la formulación de políticas a trabajar tanto con actores estatales como no estatales para atender la disparidad en los procesos educativos, los resultados del alumnado y las condiciones del trabajo docente. Aboga por cinco medidas para garantizar una educación de calidad para todos y todas.

Trescientos cincuenta millones de niños, niñas y jóvenes se educan actualmente en escuelas no estatales en todo el mundo según datos de la UNESCO publicados en el informe ¿Quién elige? ¿Quién pierde?. Uno de cada cinco estudiantes de primaria y secundaria en América Latina y el Caribe está matriculado en escuelas privadas.

El Informe presenta el análisis más completo realizado hasta la fecha sobre el papel y el impacto de los actores no estatales en el aprendizaje desde la primera infancia hasta la educación de adultos, y toma en cuenta las escuelas gestionadas por organizaciones religiosas, ONG, entidades filantrópicas y entidades comerciales con ánimo de lucro, así como a todos los que participan en la prestación de servicios al sector educativo.

Muchos sistemas educativos no consiguen evitar la estratificación y la segregación. Un índice de la diversidad social en las escuelas de América Latina, basado en los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, señaló que en 2018 (cuando se analizó esta información) varios países de la región, entre ellos Argentina, Brasil, Chile y México tenían altos niveles de segregación. Chile ha sido uno de los países más analizados en este sentido dada la alta proporción de establecimientos privados en la matrícula de primaria y secundaria. Al mismo tiempo, a nivel regional, la matrícula privada en  la educación superior continúa siendo la más alta del mundo.

El reporte advierte que la falta de una regulación eficaz de la educación privada expone a la región a un mayor riesgo de desigualdad y segregación, situación que va a contramano del logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, que propende a  una educación de calidad inclusiva y equitativa para todos y todas. También señala que muchos países carecen de reglamentación adecuada para la enseñanza privada o carecen de la capacidad de hacerla cumplir, lo que socava la calidad y amplía la brecha educativa entre ricos y pobres.

Fuente Imagen: Unesco.