La doctora en Comunicación Pública, Belén Amadeo consideró que “la comunicación política fija el tono” de la misma, evaluando que en la actualidad “hay que tender puentes porque hoy el liderazgo es ecosistémico”.

Evaluó que en la confrontación “las polarizaciones son más emocionales”, destacando el papel ante la ciudadanía: “a mayor comunicación, mayor diálogo, y a mayor diálogo una democracia de mayor calidad”.

Sus conceptos fueron realizados este viernes 27 de octubre en e-POLITIKÁ, Seminario en Marketing Político Digital, evento organizado por IAB Uruguay en el Cultural Alfabeta con participación además de Santiago Aragón, Federico Zapata, y Mariana Pomies, y en la cual Sociedad Uruguaya estuvo presente.

Posteriormente se escuchó a un panel conformado por el senador Alejandro Sánchez (Frente Amplio), el referente colorado Andrés Ojeda, y el diputado Rodrigo Goñi Reyes (Partido Nacional), con la moderación del periodista Nelson Fernández.

El evento contó con el auspicio de El Observador, y contó con el apoyo de Montevideo Portal y Canal 10.

e-politika IAB

Amadeo es doctora en Comunicación Pública por la Universidad de Navarra y profesora de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Universidad Austral, Argentina y la Universidad de Montevideo (UM),

Su ponencia se tituló: “El momento digital de la opinión pública”.

Manifestó que “el ciudadano está por arriba de los políticos. El ciudadano tiene que ver que el líder no está pendiente de cómo me ve el otro líder. Tiene que nutrir el ecosistema, construir puentes y apoyar las fuerzas institucionales. Realmente la institucionalidad es un valor cada vez más fuerte, no sólo en Uruguay porque hacen las cosas bien, etc. A nivel mundial se está validando esto de cada uno, debe, además de aportar a su ecosistema de manera económica, ambiental y social, también debe aportar de manera institucional”.

Transformaciones culturales

Según Amadeo “la opinión pública tiene tres actores básicamente: la ciudadanía, la clase política, y los medios de comunicación”.

Asimismo, en el siglo XX “se decía que la política puede definir la agenda. Después se empezó a decir que son los medios los que pueden definir la agenda. Pero qué pasa ahora en el siglo XXI, que tenemos redes sociales y una nueva forma de entender esto. Ya los medios de comunicación no son los mismos o sí, pero tienen nuevas plataformas y a eso se suman una cantidad de voces, prácticamente todo aquel que tenga un teléfono celular y se pueda conectar a una red, que compite con esa agenda”.

Paralelamente “se dan avances tecnológicos y transformaciones culturales muy grandes, hay grandes transformaciones políticas y las mediciones, las encuestas no funcionan como funcionaban antes”.

Todo ello, evaluó Amadeo, “condicionan la comunicación política que se dé dentro de una comunidad”.

Señaló que “los actores ahora tienen mayor simetría entre ellos. Ahora los ciudadanos pueden imponer hashtag rápidamente. Tiene la posibilidad de levantar, amplificar o viralizar algunos temas. Por ejemplo, los memes son una maravilla y han impactado un montón, y hace que los medios tradicionales se tengan que amoldar a eso”.

Pensar en personas

Como consecuencia “ahora el individuo pesa, el influencer pesa. A la orden de pensar una comunicación tenemos que pensar en personas y no en masa. De estos tres actores, ciudadanía, medios de comunicación y clase política, la clase política se queda atrás. Por una cuestión básica que es la generación a la que pertenecen”.

En general, acotó, “la clase política no es nativa digital, ahora, el militante joven sí. Ese militante joven que se va a movilizar el año que viene va a hacer mucho más que el banderazo, va a hacer mucho más que el flashmob que se hacía hace años. Ese militante genera contenido, dormido, lo hace sin ningún tipo de inconveniente y uno tiene que estar al día”.

También cambian, agregó, “los procesos de interacción. Ya no se usan los medios de comunicación para que el ciudadano se entere qué es lo que dice el dirigente. El dirigente tiene su propia cuenta de twitter y más vale que la use. Si no, se queda afuera. ¿Para qué usan los medios, sobre todo, las nuevas generaciones? Tal vez para ratificar que determinado tema no sea una fake news. Lo va a chequear a un medio conocido, y poco más. Después se entera a través de las redes”.

En tanto, “los que somos mayores usamos las redes de los medios tradicionales. Hoy todo se maneja mucho más en red. La noción de cercanía, de instantaneidad y de espontaneidad, esto es algo muy importante que apela al otro sustantivo que con empoderamiento y demás, están fuertes en estos años, y por suerte, que es empatía”.

Necesidad del relato

Amadeo también dijo que es necesario “el relato, las narraciones para poder contar quién es el malo, hacia dónde vamos, cuál es nuestro proyecto, sobre el héroe, el candidato a candidata, cuáles fueron los problemas que superó para llegar a ser héroe y para poder representarme a mí como candidato”.

“Todo eso ahora es obligatorio. Ya la plataforma es difícil, porque ya la cuestión ideológica se da por sentada y ahora se apela mucho más a la emoción».

«Las polarizaciones son emocionales además de ideológicas pero son emocionales básicamente”, sostuvo.

Hay que tener en cuenta que “hay una cantidad de mensajes que se diluyen rápidamente –mensajes líquidos-, el mensaje entra y sale, se va, fluye, a menos que marque, que haga mella, pero en general todo es bastante efímero y hay que ser muy rápido para contestar y para estar al día con el discurso del momento y con la agenda”.

Incide además que “las estructuras de los partidos políticos enlentecen. Es una estructura que es vieja en términos comunicacionales en líneas generales”.

“Uno de los grandes desafíos que va a tener Uruguay es que no solo los candidatos sean ágiles, respondedores en redes, si no como aggiornar a los partidos políticos y a las diferentes listas para tener redes acordes a esto, porque el diálogo político se da en las redes. También se da en los otros territorios, pero ese diálogo no pueden dejarlo de lado”, indicó.

Para Amadeo “los riesgos son que el estar constantemente opinando en redes puede llegar a provocar algún tipo de problema de legitimidad en la gestión. La legitimidad de inicio de la gestión está clara: se da en la votación. Punto”. No obstante, “cada día hay que reforzar la legitimidad de la gestión y cuando todo el mundo opina sobre absolutamente todo, la legitimidad de gestión, a veces, se pone en riesgo”.

Tender redes

La profesional puntualizó que “la comunicación hoy es reticular, es en red y no es vertical descendente (como están acostumbrada a hacerlo los partidos políticos). Hay necesidad de rapidez en las definiciones pero cuidado que rapidez no sea torpeza, y hay necesidad de transparencia, y aunque no hubiese necesidad de transparencia si yo digo una cosa y hago otra, no pasa un nanosegundo en que haya alguien que tuitee mi inconsistencia en el discurso”.

Asimismo, “las reglas del juego siguen siendo democráticas y el diálogo público es cada vez más democrático. Son los mismos actores, hay un nuevo tipo de interacción, hay mucha más velocidad y hay un impacto más parejo de todos los actores en el  diálogo público”.

Instó a tener en cuenta que “hay una reorganización de las prioridades: las nuevas generaciones traen nuevos temas de agenda: cambio climático, el feminismo, algunas cosas que para gente de Generación X o Baby boomers, son, por lo menos, frivolidades”. Por tanto “¿cómo negocio esta nueva agenda?”, lo que “forma parte de nuevas alineaciones conceptuales”.

Por otra parte “hoy la política no es un líder solamente. Es un líder que entiende, que tiene proyectos, pero sobre todo, es un líder que tiene propósito”.

Fuente Imagen: https://estilosdeliderazgo.org/