por Marcelo Márquez.

El turismo de cruceros en Uruguay se ha consolidado en los últimos años como uno de los sectores de mayor dinamismo dentro de la industria turística. Montevideo y Punta del Este, principales puertos de entrada, reciben cada temporada a miles de visitantes que llegan a bordo de embarcaciones internacionales.

Este fenómeno no solo diversifica la oferta turística del país, sino que también genera un impacto económico directo en comercios, servicios y empleo local.

Uruguay en la ruta del Atlántico Sur

Gracias a su ubicación estratégica en el Atlántico Sur, Uruguay se ha convertido en una escala clave dentro de los itinerarios de cruceros que recorren la región, conectando a Buenos Aires y Brasil con destinos más australes.

En la temporada 2023-2024, el país recibió más de 150 escalas de cruceros, con un flujo estimado de 300.000 pasajeros.

Estas cifras representan un crecimiento sostenido que coloca a Uruguay como un destino confiable para las navieras internacionales.

Impacto económico y social

El turismo de cruceros en Uruguay no se limita a la llegada de pasajeros. Se estima que cada visitante gasta en promedio entre 70 y 120 dólares durante su estadía, beneficiando directamente a restaurantes, tiendas de artesanías, agencias de excursiones, guías turísticos y transporte. Además, la presencia de tripulantes —que también consumen en la ciudad— amplifica los beneficios económicos.

Este flujo de divisas dinamiza sectores como el comercio minorista, la gastronomía y los servicios culturales, a la vez que genera empleos temporales y permanentes vinculados al turismo receptivo.

Desafíos para potenciar el sector

Si bien los resultados son positivos, Uruguay enfrenta desafíos importantes. La infraestructura portuaria debe continuar modernizándose para garantizar un mejor servicio a los cruceristas y a las compañías navieras. Asimismo, la diversificación de excursiones y experiencias es fundamental para aumentar el gasto promedio por turista y fomentar el retorno de visitantes en futuras temporadas.

Otro punto clave es la sostenibilidad. En un contexto global donde el turismo responsable gana cada vez más relevancia, Uruguay tiene la oportunidad de posicionarse como un destino que integra prácticas sustentables en la gestión del turismo de cruceros.

Perspectivas a futuro

El gobierno y las autoridades portuarias trabajan en estrategias para consolidar al país como hub de cruceros en la región. Con la combinación de atractivos culturales, naturaleza, gastronomía y hospitalidad, Uruguay tiene condiciones óptimas para seguir creciendo en este segmento turístico.

En definitiva, el turismo de cruceros en Uruguay es mucho más que una escala marítima: es una oportunidad de desarrollo económico, integración cultural y posicionamiento internacional que, de seguir potenciado, puede convertirse en un motor estratégico para la economía del país.