Una delegación de la Asociación de Funcionarios del Instituto Plan Agropecuario fue clara en el Parlamento: “cuando hay una necesidad, una urgencia a nivel agropecuario del país, se llama al Plan Agropecuario. Sin embargo, después no se ve reflejado en el presupuesto que tenemos los funcionarios”.

El planteo fue expresado en la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda del Senado por parte de una delegación de la Asociación de Funcionarios del Instituto Plan Agropecuario, integrada por el ingeniero agrónomo Julio Parrachón, ingeniero agrónomo Javier Fernández y Sara Delgado.

En la sesión del viernes 31 de octubre en donde se analiza el Presupuesto, los funcionarios también dieron cuenta de la situación edilicia que se encuentra la sede de Burgues y Bulevar Artigas en Montevideo, la cual “se cae a pedazos”, graficaron.

DELGADO. Buenos días, mi nombre es Sara Delgado; trabajo en la sección administrativa de la Asociación de Funcionarios del Instituto Plan Agropecuario.

FERNÁNDEZ.- Soy Javier Fernández, del departamento de Artigas y representante de AFIPA. En este caso, vinimos tres representantes, dos de los cuales integran el área técnica.

PERRACHÓN.- Buenos día a todos. Mi nombre es Julio Perrachón, soy del departamento de Colonia y vengo como delegado de AFIPA.

FERNÁNDEZ.- Como decía, es un honor estar acá y, antes que nada, quiero decir que agradecemos que nos reciban para que podamos presentar nuestra problemática. Antes que nada, voy a presentar a la institución, porque sabemos que en el Parlamento no son muchos los que saben qué hace el Plan Agropecuario, que es una institución de extensión agropecuaria. Diría que en lo que tiene que ver con bovinos es la única del país que cumple con las funciones que nosotros desempeñamos. Cuenta con 25 o 26 técnicos en todo el país, en un total de 40 funcionarios que desarrollan funciones. Dije que es única en el sector bovino, porque en el sector de ovinos tenemos un compañero de ruta que es del SUL, pero el Plan Agropecuario es el que aborda la extensión en ganadería. Por supuesto que está toda la institucionalidad agropecuaria del país, pero nosotros, al ser una institución muy pequeña, no podemos funcionar sola y tenemos una gran capacidad de articulación prácticamente con todas las organizaciones nacionales y departamentales. Nuestras dos principales líneas de contacto con nuestro público objetivo y dos de las líneas estratégicas son la extensión y la capacitación. En promedio, tenemos una actividad pública por día en los días hábiles del año. Además, cumplimos funciones para el Ministerio de Ganadería, para el Instituto Nacional de Colonización y para INIA. También respondemos a varios pedidos, como, por ejemplo, cuando se nos solicitó repartir los libros para el Ministerio de Educación y Cultura. A su vez, siempre tenemos incidencia en las emergencias agropecuarias y formamos parte de las decisiones políticas, ya que apoyamos mucho al Ministerio de Ganadería en ese sentido. Participamos en el control y detención del capim annoni, una plaga que está invadiendo nuestro país. y también en relación a la garrapata, donde cumplimos funciones clave de extensión. También participamos en el proyecto FPTA y en varios otros.

Programa Procría

En particular, en este período se nos encomendó un trabajo que es una de las 66 líneas propuestas por este Gobierno y la principal del Ministerio de Ganadería: el programa Procría. Este programa pretende llegar a mil productores, contratando a 100 técnicos. Dicho sea de paso, ese dinero de la contratación va a llegar al Plan Agropecuario para que lo administra, porque también cumple funciones de administración, no solo para este sino también para varios proyectos y programas.

PRESIDENTE.- ¿Todo el dinero para Procría va para el Plan Agropecuario?

FERNÁNDEZ.- Va al Plan para administrarla, pero ese dinero se destina exclusivamente al pago de esos 100 técnicos. Quiere decir que no se va a destinar un peso de ese dinero para el funcionamiento del Plan Agropecuario. Acá lo central es el tema del presupuesto del Plan. En el año 1996 se fundó el Instituto Plan Agropecuario como tal; el año que viene va a cumplir treinta años en la cancha. Esta es una entidad de derecho privado con fondos públicos, pero hoy tenemos un problema gravísimo de financiamiento. Tan es así que, si no se ajusta el presupuesto que nos asignaron por la ley de presupuesto para todo este quinquenio, en febrero el Plan Agropecuario enfrentaría un déficit bastante importante que va a comprometer su funcionamiento. O sea que hay que cerrar el Plan Agropecuario o despedir funcionarios.  Nosotros hemos venido funcionando hace varios años con fondos de reserva e, incluso, en cinco o seis años recibimos inyecciones de dinero –que son los refuerzos de créditos presupuestales– por parte del Ministerio de Ganadería para proyectos que hemos llevado adelante. Con eso nos podíamos financiar de alguna manera, pero hoy en día se está prácticamente terminando ese fondo.

Si ajustáramos por inflación nuestro presupuesto desde el primer día que abrió el Plan Agropecuario, en el año 1996, hoy sería aproximadamente de $ 130:000.000. Sin embargo, en este momento se votó un presupuesto para el Plan de $ 97:000.000. Quiere decir que estamos prácticamente $ 40:000.000 debajo de lo que deberíamos estar para poder cumplir nuestras funciones, sobre todo para pagar los salarios, que es el 84 % de los costos; el resto es para funcionamiento.

Dicho sea de paso, tenemos una sede en la calle Burgues y Bulevar que hoy en día, literalmente, se está cayendo a pedazos, porque los vidrios están atados con alambre y con piola. Por un convenio, andamos en vehículos nuevos, pero eso no nos cuesta nada. Parte de todo eso es porque el Plan Agropecuario está incluido en el inciso 21 del presupuesto nacional, que no tiene reajuste por IPC ni por ninguna cláusula. Por ello, año a año, nos vamos quedando cortos. En lo personal –no quiero involucrar a mis compañeros en esto que voy a decir– es irrisorio el presupuesto que tiene el Plan. Para que tengan una idea, esos $ 80:000.000 equivalen a 1.600 novillos a los valores de hoy en día. O sea que estamos en un ambiente con capacidad de financiar el Plan, cuando por semana se matan 40.000 reses. ¡Ni que hablar si nos comparamos con el resto de nuestros compañeros institucionales! ¡Estamos 20, 30 o 40 veces abajo del presupuesto! Particularmente, este es un año importante, porque estamos embarcados en esa misión. Al principio del período nos tenía muy motivados, porque fue la primera vez que una junta directiva del Plan dijo que se iba a poner las pilas con el tema del presupuesto. Además, tuvimos una contundente línea de trabajo, que es el Procría, que es la principal línea del Ministerio de Ganadería hoy en día. Como funcionarios del Plan Agropecuario, nuestra función natural no es la de venir a pelear por un presupuesto: le corresponde a la junta directiva, que lo ha venido haciendo y nos dejó bastante contentos. Pero lo cierto es que, como técnicos y funcionarios del Plan que estamos permanentemente en la calle, en contacto con el interior profundo y con los productores ganaderos pequeños y medianos y de todo tipo –los grandes también–, al principio nos veíamos bastante motivados, pero –como decía el senador Da Silva– ahora nos encontramos peleando por eso. Hace días que andamos en el Parlamento charlando con gente, con conocidos, agotando nuestros medios y esto, por supuesto, influye en nuestro ánimo de trabajo y puede poner en peligro el funcionamiento del Procría. Por lo tanto, el tema por el que vinimos a pelear es bastante serio.

PRESIDENTE.- En síntesis, los $ 40:000.000 es lo que tenemos que buscar en la comisión de forma tal de reforzar el presupuesto del instituto.

FERNÁNDEZ.- Exactamente, señor presidente. Esos $ 40:000.000 serían para el período 2026, de arranque, porque lo que nosotros proyectamos hasta el año 2029 son $ 160:000.000 ajustados por inflación y por el aumento de los salarios.

PERRACHÓN.- Son $ 40.000.000 anuales. A su vez, queremos recordar que esto no es nuevo de este Gobierno. Desde la fundación del nuevo Plan Agropecuario esto ha sido discutido año a año y Gobierno tras Gobierno. Como dijo el ingeniero Fernández, cuando hay una necesidad, una urgencia a nivel agropecuario del país, se llama al Plan Agropecuario. Sin embargo, después no se ve reflejado en el presupuesto que tenemos los funcionarios, que, como dijo muy bien el ingeniero Fernández, más del 80 % es para pagar sueldos. Se ha reducido la movilidad. Un ejemplo de esta situación lo ven si pasan por Bulevar y Burgues. Van a ver que da pena el edificio. Eso es una muestra de lo que pasa dentro del instituto. Reitero, cuando hay una necesidad, tanto por los legisladores como por el ministerio, se pide al Plan Agropecuario, y por algo será. En este Gobierno, cuando se analizó el Procría, como principal eje de la extensión, al que se le fue a hablar fue al instituto.