Impulsar la exportación de arroz, carnes, lácteos, comidas preparadas para pequeñas embarcaciones, vinos, la cooperación en investigación científica y tecnológica, turística, intercambio de estudiantes, la instrumentación de plantas potabilizadoras, son algunos de los desafíos formulados por el designado embajador uruguayo en Costa Rica, Octavio Brugnini.
El jerarca participó el pasado jueves 24 de agosto en la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado en donde señaló que en el área comercial «quiero focalizar la prioridad», y reveló que «si bien el comercio con ese país durante el año 2003 llegó a U$S 11:500.000, actualmente es del orden de los U$S 530.000, que es un monto sumamente bajo».
El embajador consideró que influye positivamente la reciente inauguración de la empresa COPA de los viajes directos a Centroamérica.
«En un relevamiento realizado entre más de cuatrocientas empresas, durante dos meses, he tratado de conversar con los representantes de todas ellas y he recogido la opinión, casi unánime, de que el Uruguay es competitivo en precio y en calidad y de que el producto que realmente ofrece muchas posibilidades es el arroz. Hoy Costa Rica importa arroz «paddy», es decir, con cáscara y nuestro país intenta venderle arroz «cargo», sin cáscara. En este sentido, uno de los argumentos que se maneja es que en estos momentos
Costa Rica está pagando un 20% más de flete por cáscara de arroz. Allí hay un reto para mí, en el sentido de lograr encauzar esta situación de manera que se siga exportando arroz uruguayo, en mayores cantidades», dijo
Brugnini.
A su vez, «el sector cárnico, casi en forma unánime, me planteó que desde hace años intentan habilitar las plantas y no hay interés; creo que lo que aquí hay es, más bien, un interés político. Ya veremos cuál es la situación, pero si lo hemos logrado con México, no veo por qué no podríamos hacerlo con
ese otro país».
Algo similar, sostuvo Brugnini «podríamos decir con relación a los lácteos.
En Costa Rica existen empresas muy tecnificadas, del tipo de Conaprole, pero más chicas; tal vez haya cierta resistencia en esta materia, pero pienso que cuando en el comercio se vislumbre la posibilidad de convertirse en un centro de distribución de Centroamérica, tal vez las cosas se vuelvan más
fáciles, tal como ha sucedido en otras negociaciones».
Mencionó un rubro nuevo: «el de comidas preparadas para pequeñas embarcaciones».
Por otro lado, «en materia de software, Costa Rica tiene mucha complementariedad, sobre todo, con circuitos electrónicos; por eso, es un país que puede recibir software.
En cuanto a los textiles, son importados y muy caros. En esta área hay muchas posibilidades; el sector de vestimenta para hombre y mujer está pronto y apuntalado para salir ya y me refiero a las empresas uruguayas».

Plantas potabilizadoras

«Las plantas potabilizadoras y de tratamiento de aguas, constituirán también otra área de trabajo, pues en Costa Rica hay más de cuatrocientos ríos poluidos, infectados o contaminados; entonces, en esa materia, de pronto Uruguay podría hacer algún aporte», agregó.
Según Brugnini «un rubro que es muy importante es el de productos farmacéuticos, tanto para humanos como para animales; realmente, en esta área estamos entre los países más competitivos de toda Sudamérica. Sin
ninguna duda, en estos momentos, este sector podrá tener allí su chance. A su vez, «un rubro cuya aparición causó verdadera sorpresa fue el del vino; aunque parezca mentira, el vino blanco y el vino rosé se toman helados y tienen una demanda impresionante. Habrá que explorar también este terreno».
Para comenzar, dijo, «voy a procurar aprovechar las zonas francas de alta calidad que existen y crear un centro de acopio para nuestras exportaciones».