Por medio de un comunicado público la Asamblea de Gualeguaychú instó al Presidente Kirchner a retomar el diálogo con el Presidente Tabaré Vázquez. De no acontecer lo que exigen declararán a nuestro país como “agresor” y advierten sobre “escenarios de violencia” con “irreparables secuelas”.

Una gravísima amenaza realizó este fin de Octubre la llamada asamblea ciudadana ambiental de la ciudad entrerriana de Gualeguaychú. En una carta instaron al presidente Néstor Kirchner a retomar de forma inmediata el diálogo con su par uruguayo Tabaré Vázquez tendiente a solucionar el problema bilateral que existe entre ambos países por la instalación de las plantas de celulosa en Fray Bentos, ciudad ribereña del Río Uruguay.
De no mediar la posibilidad de retomar el diálogo, los asambleístas piqueteros argentinos exigieron a su Presidente que declare a Uruguay como “país agresor”, instancia diplomática que sólo debe ser usada en caso de existir la posibilidad de conflicto armado y advierten sobre la posibilidad de derivaciones de un escenario de violencia con “impredecibles e irreparables secuelas”.
El durísimo comunicado dirigido a Kirchner, señala que dados los antecedentes que se dieron en el conflicto hasta el momento y las señales que muestran que al menos una de las plantas finalmente se instalará frente a las costas de Gualeguaychú “volvemos a instarlo a renovar el diálogo con su par uruguayo sin dilación alguna y en forma pública, para dilucidar el fondo de la cuestión”.

“Si el problema reside en los vergonzosos acuerdos firmados por el ex presidente Batlle, creemos que sólo a través del diálogo y del consenso podremos solucionar esta controversia, sacando a la luz las ´verdaderas´ motivaciones del conflicto. En el caso que aún así no tuviéramos resultados deseados declare a Uruguay `país agresor´”, señala la misiva enviada al mandatario argentino.

“Necesitamos hoy más que nunca de su determinación y liderazgo, y aunque en el pasado hemos disentido acerca del manejo del conflicto, pretendemos que su intención sea llegar a una solución que se base en la verdad y no en un mero arreglo de compromiso para paliar la situación, que en poco tiempo podría derivar en un no deseado escenario de violencia con impredecibles e irreparables secuelas”.

“La sensación de que en realidad ya está todo decidido y que poco hay para hacer, es algo que nunca aceptamos”, agrega la nota de los asambleístas piqueteros.