La información fue difundida en la tarde de ayer en la edición digital del diario español El Mundo en base a información de agencias de noticias, y no trascendió la identidad del involucrado.

Al respecto, Emergencias 112 ha recibido el miércoles una llamada de una familia uruguaya que denuncia la desaparición de una persona que tenía que llegar en un vuelo procedente de Madrid que salía el 30 de diciembre, día en que ETA atentó en el aeropuerto de Barajas.

La persona que se encuentra desaparecida tenía que haber volado ese día desde Madrid hasta Uruguay. Sin embargo, sus familiares han denunciado que no lo encuentran ni en Madrid ni en su país de origen.

Las Fuerzas y Cuerpos Seguridad del Estado investigan la denuncia presentada por la familia, si bien las primeras pesquisas apuntan a que no se encontraba en el aeropuerto de Barajas.

Fuentes del Ministerio del Interior señalaron que consideran poco probable que el ciudadano, cuya identidad no se ha facilitado, estuviera en la T4 ya que la hora del vuelo que debía tomar no coincide con la de la del atentado terrorista de ETA que destruyó uno de los módulos del aparcamiento de esa terminal.

A pesar de eso, se ha abierto una investigación para determinar si este ciudadano uruguayo pudiera encontrarse en el lugar de la explosión.

El servicio de Emergencias, ante la imposibilidad de darles alguna información, les ha remitido a AENA y a la Policía Nacional.

Hasta el momento, sólo se conocía la existencia de dos desaparecidos tras el atentado: los ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, quienes estaban en el estacionamiento en el que ETA hizo estallar la furgoneta bomba.

El cadáver de Palate ha sido encontrado ayer por los bomberos, mientras que aún no se sabe nada de la segunda supuesta víctima.