El profesor Gerardo Caetano instó a los senadores a discutir con la opinión
pública y divulgarlo el proyecto de Fortalecimiento (Financiamiento) de
Partidos Políticos y que “no hay que aprobarlo con un sentido vergonzante”.
Las expresiones de Caetano fueron formuladas el pasado miércoles 25 de abril en la
comisión senaturial que estudia la mencionada iniciativa.
“En el Uruguay hay como una condición vergonzante al hablar de dinero, que
tiene que ver con una cultura que nos permea; sobre todo, está mal visto
hablar de dinero en determinadas actividades. Por ejemplo, no está bien
visto cruzar dinero con política. ¿A qué lleva eso? A la peor de las
soluciones, a aquella a la que hemos estado sometidos hasta ahora”, dijo
Caetano.
Agregó que “frente a las dificultades culturales para hablar de este tema
-del cual se habla en todo el mundo con absoluta naturalidad, como una
condición inherente a la democracia, al funcionamiento calificado de las
instituciones democráticas- terminamos en la no regulación o, peor aún, en
lo que hemos terminado o sea, fijando en el año electoral y a las apuradas,
una supuesta ley de financiamiento de Partidos que determina cuánto va a dar
el Estado por voto, cuánto va a anticipar, etcétera”.
Estimó que “estamos ante un problema que en el Uruguay no es tan grave como
en otros países del mundo, pero también es muy invisible. Entonces, creo que
sucede algo similar a lo que ocurre con el tema crucial de la violencia
doméstica. ¿Los uruguayos se volvieron violentos en los últimos veinte años
o era un tema invisible? Como historiador les puedo decir que era un tema
fuertemente invisible y a veces hay que visibilizar los problemas para
advertir su entidad”.
A su entender, “el Parlamento uruguayo debe legislar, en clave de
anticipación, sobre temas de corrupción y no tiene que partir del
diagnóstico de que ese no es un problema. Si realmente no es un problema
-que deberíamos discutirlo- razón de más para anticiparnos a fin de que no
lo sea”.

Rendición de Cuentas

Respecto a la proyectada Rendición de Cuentas de los gastos electorales “es
absolutamente fundamental y quiero decir que el Uruguay era el único país de
América Latina que en su legislación no preveía ninguna vía de rendición de
cuentas sobre los gastos partidarios”.
No se mostró partidario de continuar retaceando el presupuesto del Poder
Legislativo.
“Por más que lo que voy a decir a continuación suene raro en un país que
viene de una gran crisis y con recursos acotados, creemos que no hay que
estimular las economías del Poder Legislativo, sino todo lo contrario: debe
racionalizar los gastos, pero también necesita inversión”, indicó.
Según Caetano, “el presupuesto del Poder Legislativo es paupérrimo y atenta
contra la calificación del funcionamiento de un Poder que es absolutamente
central en el funcionamiento democrático”.

Tres novedades

El politólogo destacó las tres novedades del emprendimiento: “1. la
regulación permanente de la financiación de los gastos en que pudieren
incurrir los Partidos por la participación en elecciones, 2. la posibilidad
de recibir partidas que puedan contribuir a solventar sus gastos ordinarios
fuera de los tiempos electorales 3. la generación de oportunidades, para
todos los Partidos, de acceso gratuito a los medios de comunicación de mayor
impacto”.

Rol garante del Estado

En relación a la presencia de los partidos políticos en los medios de
comunicación, Caetano convocó a tomar “criterios rígidos” como determinar
que “todos los Partidos tienen un período similar o hay una prohibición
generalizada”, y que el Estado tenga un papel regulador.
“La tendencia mayoritaria apunta a que el Estado desde su rol de garante de
derechos preserve un mínimo de presencia en los medios de comunicación -en
particular, en los canales de televisión- tanto de los Partidos existentes
como de los Partidos o sectores que aparezcan, a que haya la garantía de un
mínimo, atendiendo, incluso, la aparición de nuevos Partidos y a que luego
regule la participación en cuanto a que el Estado financie en clave
proporcional, en relación a los votos obtenidos en la campaña electoral
anterior”, sostuvo.
Para Caetano “allí hay que tener en cuenta el problema de los derechos en
colisión y se debe tener mucho cuidado en no herir, por la vía del acceso
partidario a la publicidad electoral mediática, otros principios muy caros
como el de la libertad de prensa -sobre todo en medios de comunicación muy
sensibles ante este problema- ni herir intereses económicos”.
A ese respecto, “la experiencia internacional muestra que la utilización del
canal público debe ser distinta a la de los canales privados. El canal
público no puede ser un canal del Gobierno y esto tiene que ser como una
suerte de principio rector. Uno de los elementos que califica una democracia
se pone de manifiesto cuando uno va a un país, mira un canal del Estado y ve
hasta qué punto ese canal es del Gobierno. Cuando el canal del Estado es un
canal del Gobierno, estamos mal”.
Abogó por un criterio en que “el Estado garantice, desde su condición de
garante de derechos, un mínimo de presencia en los medios de comunicación
-sobre todo en los medios más caros- para todos los Partidos que compitan y
también para los nuevos. Segundo, que en el caso de los Partidos ya
existentes, esa presencia tenga relación -también a nivel de los sectores-
con una consideración proporcional al cúmulo de votos obtenidos en la
campaña inmediatamente anterior”.