MERCOSUR y TV digital es el título en esta ocasión del artículo que lleva la firma del diputado colorado Alberto Scavarelli.

El gobierno uruguayo aprobó formalmente, la adopción de la norma europea de televisión digital.

Antes el gobierno de Brasil decidió por si y ante si adoptar la norma japonesa, sin acordarlo previamente con sus socios del golpeado MERCOSUR, como estaba establecido.
Por su parte el gobierno de Argentina, tiene en suspenso un decreto de la época del presidente Menem, en el que se opta por la norma estadounidense.

En buen romance, actuando cada uno por su lado y en total contradicción con lo que el otro hacía, cada cual opto por un tipo de tecnología totalmente diferente. Brasil con la japonesa, Uruguay con la europea y Argentina con la estadounidense, solo resta ver como desempata Paraguay. El MERCOSUR pareciera que no pierde oportunidad para demostrar su más absoluta falta de coordinación y acuerdo en temas básicos.

Planteamos oportunamente nuestro criterio contrario a la implantación del Parlamento del MERCOSUR, porque en nuestra opinión no estaban dadas las mínimas condiciones para coordinar políticas y mucho menos legislaciones, con el riesgo agregado que esa artificiosidad terminaría por desgastar anticipadamente un instituto que quizás en el
futuro podría ser útil, en otras circunstancias.

Ni que decir que esa misma falta de acuerdos mínimos presente en tantos temas, al que se suma el bochornoso abandono del conflicto entre Argentina y Uruguay y los cortes de rutas y puentes internacionales; aconsejaba juiciosamente no expandir el numero de miembros plenos del MERCOSUR, si es que se quería realmente reconstruir la cuasi armonía perdida. Lo único cierto y comprobable es que des-estructuración funcional como la de ahora jamás se había visto.

Esta elección de tecnología digital de señales de televisión, es la prueba más clara de la situación en que estamos inmersos: DE TRES TECNOLOGIAS POSIBLES los gobiernos de Uruguay, Brasil y de Argentina eligieron una diferente cada uno, incompatibles entre si hecho doblemente inadmisible cuando se trata de países fronterizos y fundadores del MERCOSUR. Pareciera que se busca jamás aparecer criteriosamente coordinados para mejor defendernos ante poderosos intereses en el mundo desde la sumatoria y no desde esta absurda división.

Cuanto podría haber obtenido el MERCOSUR -si como estaba tan previsto como incumplido- se hubiera negociado en bloque ante los representantes de las tres tecnologías. Por ahora no es posible saberlo a ciencia cierta. De lo que no puede caber duda razonable es que los países juntos incluyendo a Paraguay hubieran tenido otra fuerza en la mesa de negociación ante poderosos conglomerados tecnológicos, con facturación muchas veces superiores al producto sumado de muchas de las ciudades de nuestros países.

Primero fue Brasil quien se descolgó alegremente por su cuenta con este incomprensible modo de actuar y luego los demás tomaron cada uno por su lado. Parece ficción que tanta contradicción y descoordinación se pueda dar entre gobiernos nacionales que tienen el superior deber de administrar temporalmente los intereses nacionales y mucho mas cuando se trata de decisiones que surtirán efectos por muchos años por la inversión que implica.

Pronto vendrá el apagón analógico, dicho en buen romance en unos cuatro años se estima que los televisores actuales serán objetos inservibles.

Seguramente los nuevos aparatos deberán serán multinorma para ver televisión entre vecinos y tampoco se podrán negociar en bloque tecnologías necesariamente conexas al tipo de sistema por el que cada uno en solitaria contradicción optó. En un mundo integrado y crecientemente interconectado, este rincón del mundo juega al caprichoso, y cada uno se encierra de espaldas en sus propias cuatro paredes mirándose el ombligo.

Una pena, tanto error y una vez más, tanta oportunidad perdida.

Cada uno por su lado, en absoluta contradicción, discutiendo por todo y haciendo esfuerzos por un perfilismo que al final pagamos todos. Es de suponer que se consultó debidamente a las organizaciones de operadores nacionales de televisión abierta y por cable y a las universidades que tienen estos temas de comunicación y tecnología aplicada en su currícula.

La elección tecnológica por la que ahora optó Uruguay puede que sea la mejor, realmente no lo se. Lo que es de lamentar profundamente es que la región siga siendo ejemplo de desarmonía al momento de mejor defender coordinadamente los intereses de la gente, mientras queremos ser una unidad operativa regional con Parlasur incluido.

Por si fuera poco, al mismo tiempo cada uno por su lado invita a nuevos socios, como para agrandar el caos en que ya estamos alegremente inmersos.
Desde siempre estoy absolutamente a favor del MERCOSUR, pero duele ver su actual estado y condición de la que esta absurda lucha por el control remoto de la maravilla que significa la incorporación de la TV digital a la región, es solo un lamentable ejemplo manifiesto.

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