Mediante un proyecto interinstitucional, se estableció un dispositivo cuyo objetivo -se dijo- es dar respuesta a la creciente cantidad de jóvenes sin antecedentes delictivos, que ingresan al sistema penitenciario por motivos vinculados al consumo de drogas. Esta herramienta, pretende que los jóvenes que ingresan a la cárcel por primera vez, no adopten la cultura de los centros de reclusión, la cual dificulta el proceso de rehabilitación. El proyecto es implementado por el Ministerio del Interior, en conjunto con el MIDES, el Centro Nacional de Rehabilitación, la Junta Nacional de Drogas y la Jefatura de Policía de Montevideo, y es llamado “Descontaminación”. El mismo, consiste en una experiencia piloto que comenzará con aproximadamente 75 jóvenes, los cuales serán atendidos por un equipo multidisciplinario conformado por Educadores Sociales, Procuradores, Trabajadores Sociales y Psicólogos. En la medida que estos jóvenes se recuperen y generen su propio proyecto de vida, se incorporarán al proyecto normal del Centro Nacional de Rehabilitación, que otorga la oportunidad de salir con posibilidad laboral, dice la teoría del proyecto.