Tres mil uruguayos adultos recibirán diplomas que acreditarán sus nuevas habilidades de comunicación en lecto-escritura. Para celebrarlo, se realizarán 54 actos en todo el país. Los egresados, pertenecientes a 215 localidades, son parte de los 20.000 uruguayos que esperan aún ser alfabetizados. Por su parte, los maestros, a través de una guía audiovisual procuran afianzar sus conocimientos y brindar a estas personas un cambio cualitativo en sus vidas cotidianas.El Director de la División de Atención a Colectivos y Población Vulnerable del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), Yamandú Ferraz destacó que de los cursos del Programa de alfabetización «En el País de Varela: Yo sí Puedo» egresarán de 3.000 a 3.200 personas. Se trata de una cifra récord en la historia de la educación para adultos en Uruguay. Ferraz, aseguró que en ningún momento de la historia del país se habían alfabetizado en forma básica tantas personas a la vez, con el objetivo de leer, escribir y comunicarse. Recordó que también es histórico, que 240 maestros estén trabajando en educación de adultos, en forma simultánea. Los ciudadanos que participaron en los 200 grupos conformados en todo el país, se graduarán en este mes de enero, en los 54 actos que se realizarán en 215 localidades de Durazno, Young, Artigas, San José, El Carmen y Paso de los Toros, entre otras. Con el objetivo de que los participantes completen su ciclo primario, el MIDES firmó con la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), un convenio. A través del mismo, se espera que este año 150 educadores instruyan a jóvenes y adultos, con la finalidad de atender a importantes nucleamientos donde aún existen analfabetos. El Jerarca, señaló que allí donde haya una persona que necesite aprender, debe haber un docente, según el pensamiento de José Pedro Varela y en esa meta se encuentra comprometido el MIDES. En la base de datos del PANES y del Programa «En el País de Varela: Yo sí Puedo», están registradas más de 20.000 personas que son parte de la problemática analfabetismo. Entre ellos se encuentran analfabetos funcionales y más de 4.000 personas que declararon que nunca habían concurrido a un centro educativo.