En esta ocasión compartimos la columna del senador Eleuterio Fernández Huidobro (Espacio 609) de Montevideo Portal bajo el título «Subsidio a la UTE».

«La Rendición de Cuentas que entra en estas horas contiene nuevos gastos por unos trescientos millones de dólares. Esa cifra ha dado y dará lugar a muchas discusiones en torno a sus destinos, también en torno a si el Gobierno debe gastarla o no y, por encima de ello, constituye una buena noticia en el sentido de que el crecimiento del país, los ahorros en el pago de intereses por la deuda y las mejoras en la recaudación permiten gozar de equilibrio fiscal y tener esas discusiones (incluso la de ahorrar ese dinero).

Dicho de modo más sencillo: el pueblo uruguayo con su esfuerzo logró pagar sus cuentas y juntar unos pesitos para mejorar con ellos algunos aspectos de la vida nacional.

Eso ya se está discutiendo y, como corresponde, será también muy debatido en el Parlamento.

La cifra, repetimos, asciende a más de trescientos millones de dólares. Ese ha sido el logro contante y sonante de un esfuerzo colectivo.

Frente a esa cifra y a ese debate llama poderosamente la atención un hecho que viene pasando desapercibido:

El Gobierno ha debido reservar un monto equivalente para respaldar con dineros públicos la estratégica y brutal ineficiencia de la UTE.

Quiere decir que otros trescientos cuarenta millones de dólares producidos por todo el país serán tragados por ese Ente.

Podrían haber ido a cubrir perentorias necesidades públicas pero no: tal como en el año 2006, UTE nos saldrá un ojo de la cara. La mitad de todo lo ahorrado. Dos «planes de emergencia».

Sin debate, sin opiniones… A prepo de equivocados hechos consumados por omisiones e irresponsabilidades a lo largo de varios lustros. De las que nadie se hace cargo.

Recientemente se clamó por la renuncia de un embajador uruguayo debido a un hecho de pública notoriedad.

En el caso que venimos comentando, reiterado y real, nadie renuncia.

Lo peor es que hasta la fecha UTE ya gastó doscientos setenta y siete de esos trescientos cuarenta millones previstos para todo el año. El agujero puede ser mayor aún… Si Dios no hace llover (y mucho) UTE nos pasa por sus carburadores petroleros a razón de dos millones de dólares por día.

Y tenemos que subsidiar ese desastre porque de otro modo la cuenta completa debería ir a las tarifas. UTE nos está haciendo boleta en masa.

El subsidio más grande, el gasto más cuantioso en el combate a la inflación y en la defensa de la competitividad, más allá de cualquier otra discusión de las muchas que se producen acerca de esos asuntos (tasa de cambio, subsidio a los productos de la canasta básica, políticas sectoriales productivas o comerciales a sectores que requieren apoyo, aumento de salarios y pasividades sumergidas, etcétera) se dispensa en silencio, con pena y sin gloria, al fracaso estrepitoso de la alta gerencia de una empresa a esta altura autodenominada «pública».

La «ideología» imperante en ella le puso la suela en el pecho al desarrollo de las energías alternativas, la eficiencia energética y la generación distribuída, en una apuesta suicida y fanática por el petróleo y, en el mejor de los peores casos, por el gas argentino muy previsiblemente indisponible.

Ahí yacen, clausuradas sistemáticamente por UTE a lo largo de muchos años, las posibilidades nacionales en las energías propias: eólica, hidráulica de pequeñas represas, de biomasa con leña, basura, tratamiento de efluentes, la de los esquistos bituminosos, las del mar… Sin mencionar la energía ahorrable por serias y drásticas políticas de eficiencia energética y en la matriz del transporte.

Además, como el perro del hortelano, ni lo hizo ni lo dejó hacer.

Esta otra energía también será cara porque se acabó la época de energía barata. Pero no lo será tanto y, además, dejará en el país sus gastos, generará tecnología y puestos de trabajo propios, aportes a la seguridad social, dinamizará la economía interna y por sobre todas las cosas nos dotará de mayor independencia en una de las bases imprescindibles para el desarrollo».

Fuente: Montevideo Portal. http://www.montevideo.com.uy