UCRU denuncia ante la Opinión Pública.

La Mesa Permanente del Secretariado de la Ucrus ha tomado conocimiento del comportamiento de la IMC (Intendencia Municipal de Canelones) y la ONG CUI (Centro Uruguay Independiente) coincidentes en el objetivo de destruir nuestra organización sindical (cantón en vías de transformarse en cooperativa) correspondiente al ex vertedero Maritas II de Las Piedras.

En breve reseña: en los primeros meses del año pasado llegó a la Ucrus de parte de los clasificadores que en forma independiente trabajaban en la misma, una solicitud de apoyo para organizarse dado que la IMC esperaba cerrar el vertedero al considerarlo colmatado, en tanto se abría un mega basurero en Cañada Grande para recibir residuos de los dos departamentos con mayor densidad de población, Montevideo y Canelones.  Y ello como parte del proyecto -ya avanzado- de privatización del manejo de los residuos a nivel metropolitano.

Los trabajadores no recurrieron a instituciones oficiales (v.g. MIDES, MTSS) ni privados, ONGs, SINO A SU SINDICATO que quiere convertirse de departamental a nacional. Mantenían plenamente su Independencia de clase no subordinados, ni directa ni indirectamente, a patrones ni a gobernantes.

Luego de infructuosas negociaciones con la intendencia canaria el cantón de M.II, ya integrado a la Ucrus, en forma coordinada cerró simultáneamente el acceso al vertedero propio y al mega vertedero de Cañada Grande. A lo que se agregó el cierre de disposición final (Usina 5) efectuado entre Adeom y la Ucrus. La acción directa tuvo su resultado: la Intendencia canaria se abrió a la negociación que culminó con un acuerdo en que los clasificadores lograban la estabilidad laboral, para lo cual coexistía la creación de una «planta de transferencia» (*) en las proximidades de M.II sobre la ex ruta 5 (km. 23.500) y que es parte del proyecto de privatización aludido, y una planta de clasificación con galpón de acopio adosado y comodidades básicas de baño y cocina para los trabajadores en conflicto, para lo cual se deberían crear circuitos limpios en las ciudades de Las Piedras, La Paz, Progreso, Canelones, etc. En caso que inicialmente el circuito limpio no alcanzase a generar una renta mensual de aproximadamente de $7.000 con inclusión social, se abonaría un complemento por la IMC.

La tasa por Ley de Envases (pagadero por las empresas productoras de envases plásticos esencialmente, que contaminan el ambiente) ya era gerenciado en la Costa de Oro por el CUI que parasitó una cooperativa en formación de Ucrus, a la cual le empezó a faltar el acopio de metal, ya que la ONG referida era receptora y vendedora del mismo, apropiándoselo en forma directa y reduciendo por tal el valor de colectado, sin dar además acceso jamás a las pesadas y a la variación de los precios de los restantes productos otorgado por los depositeros.

Un vulgar y grosero hurto, que no obstante era funcional al proyecto de la IMC de destruir el asociativismo de la Ucrus, para lo cual la ONG CUI funcionó como represora sindical, persiguiendo incluso a quien aparecía como referente al intentar acusarla falsamente de haberse quedado con un carrito de los que se habían usado para el levante.

En base a este antecedente la Cámara de Industria que debería abonar el pago a los clasificadores del producido por la tasa de envase a los mismos le entregó al CUI la administración de la ejecución del proyecto.

Aduciendo diversas causales de corte burocrático ni la IMC generó los circuitos limpios con la calidad y cantidad acordados ni abonó el complemento, en tanto el CUI retuvo a su vez el pago por ley de envases generando una situación de asfixia económica para los trabajadores.

En estas condiciones el CUI que se hizo cargo tardíamente del primer pago correspondiente a noviembre por Ley de Envases, lo condicionaba a la aceptación de quedar bajo su tutela gerencial, a menos que en un plazo de 15 días renunciasen al «beneficio» del mismo.

Faltando 2 días para su vencimiento se realizó una asamblea general de los trabajadores de la ex M.II que por unanimidad acordaron el 29 de diciembre renunciar en masa a la tutela señalada.

Entre los días 30 y 31 siguientes se produjo un cambio diametral en la situación. El CUI se desentendía aparentemente de la vinculación con los clasificadores de la ex M.II organizados en la Ucrus a la vez que ofrecía para los mismos trabajadores 26 plazas laborales en otras condiciones.

Simultáneamente el señor Herou, jerarca de la Intendencia Canaria, en los mismos momentos en que se hacia la asamblea de la aceptación o rechazo de la nueva postura del CUI, dio la orden de no enviar ningún circuito de recolección más a los ex trabajadores de M.II a través de un funcionario que llegó para desviar cualquier camión destinado a la Ucrus para Cañada Grande.

Tal decisión implicaba un ataque concentrado de la ONG CUI y la IMC para forzar una rendición incondicional de los trabajadores. Todo el poder de la Intendencia «progresista» de Canelones y su cómplice, una ONG rapaz para destruir toda organización independiente de los trabajadores organizados.

La lucha prosigue intensamente en tanto que de los 27 compañeros que quedaban en el intento cooperativo, 12 aceptaron la propuesta de trabajar con el CUI, incluyendo al que era el presidente, que los compañeros suponen con razón que fue cooptado económicamente.

La cooperativa sigue la lucha con los 14 que continuaron en las filas de la Ucrus con inmensa firmeza clasista ante el acoso del capital y sus servidores, con el objetivo entre otros de reganar la mayoría de los que aceptaron la propuesta ajena al sindicato. En el mismo sentido requeriremos el apoyo incondicional del PIT-CNT, co-garante de los acuerdos legítimamente alcanzados. Seguiremos informando de las futuras incidencias.

(*) Se entiende por tal a una rampa que culmina en una bóveda techada en la cual los camiones recolectores vuelcan en una tolva los residuos que se reciben en camiones semi-remolques portadores de un inmenso tanque.

Por contacto: 094992201 (Pepe), 096694143 (Mora), 096762350 (Gustavo)

Mesa Permanente del Secretariado de la Ucrus.

Montevideo, Enero de 2009.