Se termina la última semana larga de asueto y para la mayoría de los uruguayos comienza efectivamente el año. Con responsabilidades en los estudios y en el trabajo. Por eso, es bueno recordar algunos consejos ahora que por unas cuantas semanas habrá que andar por la vida cargando bolsos, trajes y mochilas.

Muchos escolares, liceales y jóvenes en general, han hecho una rutina trasladarse a los establecimientos educativos usando mochilas. Mochilas que hasta hace algunos años se vinculaban exclusivamente a la indumentaria referida a viajeros (mochileros), ahora es una práctica frecuente, viéndose entonces niños por la calle cargados con mochilas grandes y pesadas.

Si no usa de manera adecuada la mochila, pueden favorecerse lesiones musculares y raquideas que debemos prevenir.

Recomendaciones para llevar de una manera segura para cargar y trasladar una mochila:

  • el peso de la mochila no debe ser superior al diez-quince por ciento del peso de la persona, en particular del niño. Eso significa llevar lo imprescindible de manera que los adultos deben vigilar que los niños no transporten cargas inútiles para ese día. Si la mochila es muy pesada, para mantener el equilibrio en la marcha, el niño debe arquear su columna hacia delante o desplazar la cabeza hacia atrás de modo de compensar esa sobrecarga generando dolores y lesiones.
  • Colgarse y quitarse la mochila evitando movimientos violentos, rotaciones y flexiones de modo de prevenir lesiones. Al quitarse la mochila, retirar los dos tirantes al mismo tiempo.
  • Usar siempre los dos tirantes de la mochila. Se trata de evitar sobrecargas y posturas inadecuadas, los dos tirantes distribuyen el peso.
  • Los dos tirantes deben estar ajustados, evitando sobrecargar el peso en la zona lumbar, distribuyendo entonces la carga en la región dorsal.
  • Al adquirir una mochila jerarquizar el diseño de la misma de manera de minimizar el riesgo de lesiones. Por ejemplo tirantes anchos, acolchados y extensibles para llevarlos ajustados y pegados a la zona alta de la región dorsal, aconsejando un cinturón también acolchado que se pueda abrochar a la altura del pecho o abdomen. En cuanto al tamaño de la mochila la misma no debe sobrepasar la 2da vértebra lumbar.

El correcto equilibrio de la mochila con la zona del cuerpo donde va ajustada, es fundamental a efectos del balanceo de brazos y postura de tronco y cadera durante la marcha.

A estos efectos resulta fundamental el reparto de la carga para mejorar la estabilidad, permitir una correcta marcha y evitar lesiones por sobrecarga.

El material pesado deber ser colocado lo más alto posible y apoyada a la región dorsal (espalda), de modo de poder mantener el centro de gravedad de la carga a la altura de los hombros.

Para el caso de largas caminatas difíciles con motivo por ejemplo de expediciones donde deben escalarse obstáculos, se puede colocar el material pesado de la mochila en el fondo de la misma lo que permite para éstos casos, mayor libertad de movimientos y estabilidad, con el consecuentemente menor desgaste físico durante la jornada.