De acuerdo con el estudio de IDC y BSA, organismos vinculados al uso de software en el continente, durante el último año un total de US$ 4.3 billones de dólares (US$ 4,311 millones de dólares) se perdieron a consecuencia de esta actividad ilegal, cifra cercana al 60% del total de los desembolsos realizados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el año 2008 para el desarrollo de proyectos productivos y de mejora de la calidad de vida en América Latina.

«Los gobiernos y las compañías de software han logrado resultados positivos trabajando conjuntamente por la reducción de los índices de piratería de software; sin embargo, la piratería de software aún representa un problema serio para el desarrollo de las industrias de tecnologías de la información en América Latina», explicó Patricia Stanley, Apoderada de la BSA para la región.
A excepción de Chile, Guatemala y Paraguay en donde crecieron en índices de uso de software ilegal; la gran mayoría de los países en los cuales trabaja BSA en América Latina mantuvo o redujo sus tasas de piratería entre un 1% a 2% contrario a la tendencia del último año. En el mundo la tasa de piratería de software se incrementó en un 3%, llegando hasta el 41% y acumulando pérdidas por US$ 53 billones de dólares (US$ 53,135 millones de dólares).
«Aún somos una de las regiones con mayores índices de piratería de software pero estamos entendiendo el valor de promover la legalidad y cómo ésta nos puede ayudar generar progreso económico y bienestar. Es prioritario no reducir los esfuerzos de las autoridades, los gobiernos y la industria para controlar esa actividad ilegal», enfatizó Stanley a la prensa guaraní.