En un nuevo capítulo de la novela guaraní que protagonizan el presidente paraguayo Fernando Lugo, sus mujeres y supuestos hijos no reconocidos, ahora el primer mandatario deberá obedecer una orden de la Justicia del país y someterse a un examen de ADN. La decisión respondió a la denuncia presentada por Benigna Leguizamón, la segunda mujer que salió a reclamar que el ex obispo es el padre de su hijo de 6 años llamado Lucas Fernando.

Leguizamón se desempeñaba como empleada doméstica del Obispado del departamento de San Pedro, donde Lugo cumplía sus funciones eclesiásticas antes de recibir la dispensa del Vaticano

Con respecto a los hijos que tendría en Paraguay, el mandatario paraguayo subrayó que reconoce sólo una paternidad «públicamente» y agregó que «las otras son supuestas»

El presidente praguayo dijo que «es el momento de repensar el celibato hoy en América Latina y en el mundo», en una entrevista que publica hoy el diario chileno «El Mercurio», en la que aborda el tema de la paternidad.
Sobre su paternidad, afirmó que lo vive con «bastante serenidad» y añadió que «hay que asumir las consecuencias. Cada uno es responsable de sus actos. No podemos delegar responsabilidades de hechos que hemos cometido nosotros bien o mal, con error o sin error. Y eso lo he hecho este año públicamente».
Además, calificó de «imperfecto» el celibato existente en la Iglesia católica.
El mandatario subrayó que «el celibato es un valor dentro de la Iglesia, que se tiene que rescatar como un signo del reino de Dios. Cuando este signo se ha perdido, yo creo que es el momento de repensar el celibato hoy en América Latina y en el mundo».