El Presidente de la República, Tabaré Vázquez, visitó este jueves 13 de agosto la nueva sede del Pit-Cnt, participando de la inauguración del seminario “Las alternativas ante las crisis”.

En la oportunidad, el Mandatario expresó que la obtención de este local es un reconocimiento a la trayectoria institucional de los trabajadores uruguayos sindicalizados.

Vázquez señaló que quienes trabajan de forma subordinada enajenan uno de los bienes más sagrados del ser humano que es la libertad. El intercambio de libertad por dinero genera tensiones en los núcleos sociales que hacen inevitables la generación de conflictos. Por tal motivo, una verdadera democracia es aquella donde se escuchan las voces de quienes sólo tienen la herramienta del trabajo para defender sus derechos.

El Presidente recordó que durante este período de Gobierno se intentó mantener la defensa de los derechos humanos fundamentales, entre los que se encuentra la libertad sindical, a través de negociaciones colectivas y el respeto a los convenios internacionales de trabajo promovidos por la OIT.

En relación con nuestro sistema económico, Vázquez reconoció que las crisis afectan inevitablemente las tasas de empleo y actividad. En tal sentido, la actual crisis mundial impactó fundamentalmente en los países desarrollados. Las economías satélites sufrirán las consecuencias de esta crisis a través del crecimiento de la tasa de informalidad, con un incremento de la flexibilización laboral.

A pesar de esta situación, Vázquez señaló que Uruguay muestra indicios de que en el segundo semestre del año se revertirá la situación de crisis, iniciando nuevamente un camino de crecimiento.

Agregó que al inicio del Gobierno, la tasa de desocupación era del 13% y actualmente se sitúa en 7,5%. Esta mejora fue cuantitativa y cualitativamente, a través, por ejemplo, de las ocho horas para los trabajadores rurales y el reconocimiento a la sindicalización de las trabajadoras domésticas.

El fortalecimiento de la economía de Uruguay y de los países de la región permitió afrontar la crisis con efectos menos negativos para las clases sociales más vulnerables. En Uruguay,  el crecimiento permitió la redistribución del ingreso en forma equitativa con una recuperación del salario real que se sitúa en un 20%, previéndose su aumento para el final del período.

Además, dijo que los proyectos de inversión generados fueron una fuente de empleo. En tal sentido, los últimos datos del Instituto de Estadística indican que el desempleo en el mes de junio fue seis décimas menor a mayo, lo que demuestra que el país está en camino de revertir la crisis.

El Presidente solicitó que los razonamientos de la situación del país deben realizarse sobre la realidad y no sobre hechos virtuales o intenciones hacia el futuro. Por tal motivo, recordó las cifras de reducción de la pobreza. Al inicio del Gobierno, en el país había más de un millón de pobres, hoy la cifra se sitúa en 650 mil, lo que representa 350 mil menos de uruguayos pobres.

Agregó que al comienzo de la Administración 150 mil ciudadanos se encontraban en la pobreza extrema, actualmente son 100 menos los uruguayos indigentes.

Vázquez considera que esta mejora de la situación es el resultado de un esfuerzo colectivo de los trabajadores, empresarios y el Gobierno.

Por tal motivo, instó a los sectores sociales a continuar el camino del trabajo conjunto y a profundizar el diálogo social, propulsor de las políticas laborales.

El Secretario de Relaciones Internacionales del PIT-CNT, Juan Castillo, destacó la presencia de un Presidente de la República en una sede sindical, al tiempo que reconoció al directorio del BPS que cedió las instalaciones donde hoy funciona la sede de la central sindical.

Destacó que el movimiento sindical de nuestro país y la región luchan para que las consecuencias de la crisis internacional no la deban pagar los trabajadores. Considera que es posible atenuar los efectos de la crisis mientras no se apliquen nuevamente políticas de corte neoliberal, cuyas recetas consistían en el ajuste fiscal, la contención del gasto público, el recorte de jubilaciones y los despidos de trabajadores.

Por tal motivo, la central sindical considera que los trabajadores deben ser parte integral del proceso de cambio de la conciencia colectiva que hasta el momento permitió contar con un nuevo mapa político.

Finalmente, Castillo reiteró el concepto manifestado en la Conferencia de OIT en cuanto a que los cambios, profundización democrática y de derecho son una tarea urgente.

Por su parte, el director regional de la OIT, Guillermo Miranda, señaló que el diálogo social es una herramienta sustantiva para enfrentar la crisis. De todos modos, para que este diálogo exista es necesaria la presencia de actores sociales fuertes y organizaciones sindicales sustantivas.

Agregó que en la región, durante los últimos años, surgieron un conjunto de políticas públicas destinadas a enfrentar la crisis, buscando atenuar sus efectos en el empleo. En tal sentido, Miranda recordó la extensión del seguro de desempleo y el fortalecimiento de los institutos de capacitación.