En el marco del Ciclo sobre las opiniones de los precandidatos presidenciales en el tema de la Enseñanza y la Educación Superior organizado por la Universidad Católica, el nacionalista Luis Alberto Lacalle terminó su intervención pidiendo “un aplauso para el Plan Ceibal”, fustigó a la Universidad de la República calificándola de “neoliberal” en su concepción al ofrecerles a los estudiantes “estudiá lo que quieras que el mercado se encargará”, y reiteró sus dardos contra la Ley de Educación.

En su intervención el jueves 20 de agosto, el ex mandatario también cuestionó ásperamente la instrucción de la “historia reciente”, y se mostró partidario de “un examen al final de Bachillerato” o “una evaluación de capacidad antes de ingresar a la Facultad” en la búsqueda de la excelencia, y en lo atinente al 4,5% del PBI para la educación dijo que lo principal es la eficiencia de esos recursos en lugar de “arrojar dinero a los problemas”.

“Esperemos que la Ley de Educación no entre en vigencia; sería lo mejor que podría pasar”, estimó.

Cuestionó la elaboración de la Ley de Educación “de salir a las calles, a las plazas, a preguntar a la gente qué quiere en materia educativa era demasiado grave como para tomarlo como una ironía”. A su entender “no se puede concebir que en este momento de la civilización que un tema tan delicado que implica pedagogía, didáctica, se haga de esa manera”.

Historia reciente

Al término de la ponencia ante la prensa, Lacalle sostuvo que en materia de impartir la historia reciente “debe haber un límite porque el profesor tiene que tener la ecuanimidad de saber evaluar todos los episodios, los de 1963 a 1973 y los de 1973 a 1984 con equilibrio”.

“Yo no puedo ser imparcial porque yo tuve bomba de los tupamaros, fui secuestrado y encapuchado por la dictadura, me mandaron vino envenenado, entonces cómo puedo yo mañana enseñar en forma imparcial eso”, expresando que era mejor analizarlo “cuando desparezcan los partícipes”.