Integrantes de organizaciones de Derechos Humanos y familiares de desaparecidos de la última dictadura militar argentina conmemoraron este domingo 30 de agosto el Día Internacional del Detenido-Desaparecido con actos en el Parque de la Memoria, ubicado en la Costanera Norte de la Ciudad de Buenos Aires. En Uruguay no hubo, a pesar de ser una fecha internacional, ninguna actividad alusiva.
Los asistentes recorrieron el Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, que cuenta hasta el momento con los nombres de unas 9.000 personas, entre ellas, muchas uruguayos.
María Adela Antokoletz, integrante de la Federación Latinoamericana de la Asociación de Familiares de Desaparecidos, señaló que «en este monumento faltan nombres, porque según consta en los documentos de los represores, son más de 30.000 las personas desaparecidas, y es tarea de todos inscribir sus nombres».
«Hoy homenajeamos a los detenidos-desaparecidos, que quienes sembraron sus ideas por una sociedad con justicia, libertad y amor», señaló Antokoletz al inicio del acto.
Por su parte, Horacio Pietragalla Corti, nieto recuperado el 30 de abril de 2003, recordó el momento en el cual recuperó su identidad. «Conocí a mi viejo hace seis años, su vida, y la clase de persona que era, gracias a compañeros vivos que permitieron reconstruir nuestra historia», recordó.
La integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Enriqueta Maroni, sostuvo que “los detenidos-desparecidos fueron militantes políticos y sociales y nosotros no negamos su militancia y entregaron su vida porque sabían que estaban en peligro pero no conocían el horror”.
En el final del acto fueron arrojadas flores al Río de la Plata y se homenajeó al ex embajador de Francia, Bernard Kessedjian, promotor de la aprobación por parte de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de la Convención Internacional de Protección de todas las personas contra la Desaparición Forzada.