En este caso reproducimos textualmente la Declaración del Partido Nacional luego de conocerse el resultado electoral del pasado domingo 25 de octubre.

“Directorio del Partido Nacional

Declaración

A TODOS LOS URUGUAYOS

Los ciudadanos se expresaron y su decisión recibimos con calma y serenidad.

Ese estado espiritual es fruto de conocer, a cabalidad, la enorme responsabilidad que nos cabe en esta hora.

Es también consecuencia de que no nos creemos superiores a nada ni a nadie, sino simplemente preferidos para comparecer en una segunda vuelta. Cabe entonces saludar al Partido Colorado, Frente Amplio, Partido Independiente y Asamblea Popular, por el respaldo que han obtenido y que los ubica como depositarios de  la ciudadanía que merece todo nuestro respeto.

Dos fórmulas, de las cinco que se presentaron en esta primera vuelta, compareceremos dentro de un mes.

En esta circunstancia y no sólo por imperativo constitucional sino por comprender en profundidad la razón de nuestro sistema electoral, compareceremos sin lema. Simplemente dos fórmulas, desprovistas de colores partidarios, bajo una sola bandera, la de la Patria.

Los uruguayos deberán decidir en un mes entre Luis Alberto Lacalle y Jorge Larrañaga, o José Mujica Cordano y Danilo Astori.

Son dos modelos distintos en ideas, en experiencia y en estilos.

Nosotros transcurrimos con un sentido positivo en la vida política y personal.

Nos guía un sentido exclusivamente nacional en la acción del gobierno, es decir que decidimos independientemente de cercanías ideológicas o políticas con cualquier otro país y sus gobernantes. Para nosotros solo prima el interés de los orientales.

Reivindicamos la unidad nacional entorno a los problemas de los uruguayos, que no se dividen por color político. Las víctimas de la inseguridad y los que no tienen techo, no tienen partido;  los niños merecen una mejor educación pública,  simplemente por ser uruguayos y ser nuestro presente;    y la angustia del jefe o la jefa de hogar sin trabajo es nuestra angustia.

Creemos en la integración de los uruguayos y en la cooperación para superarse. No creemos en la lucha de clases como motor de la historia.

Creemos indispensable recuperar valores y principios perdidos: el del esfuerzo para superarse, el del respeto entre los uruguayos y el de una sociedad que cuida a sus niños y da amparo a sus abuelos.

Fuimos una Nación que recibió a nuestros mayores que venían a construir su futuro en este crisol de culturas que se llama República Oriental del Uruguay, aspiramos y los convocamos, entonces, a que nos respalden para volver a construir el Uruguay de las oportunidades.

Creemos tener, con humildad lo decimos, la experiencia y la capacidad necesaria para cumplir a cabalidad las responsabilidades de gobierno.

En lo que respecta a las funciones del Presidente de la República, entre otras: la de conservar el orden y tranquilidad en lo interior y la seguridad en lo exterior como ordena la Constitución de la República, y también la de ejercer el mando superior de las Fuerzas Armadas y dirigir la política exterior. Son tareas para las cuales hay que estar preparados y seguros,  no se puede improvisar, gobernar es cosa seria.

En lo que concierne al diálogo necesario con los restantes partidos políticos creemos tener el equilibrio indispensable para articular la pluralidad de opiniones que goza nuestra sociedad y dar cabida a todos los uruguayos. Será esa una función esencial del vicepresidente de la República en su calidad de presidente de la Asamblea general.

Por eso compatriotas, en la serenidad del veredicto recibido, asumimos la responsabilidad de buscar representar a todos los orientales.

Somos paz, certeza, seguridad y equilibrio.

Una única bandera nos identifica, ella nos cubre y nos iguala y a ella nos debemos.

A la lucha por la unidad del Uruguay, por la paz entre los uruguayos. Por el futuro de todos. Por la esperanza. Por la construcción Nacional.

Sala de Sesiones, Montevideo, 25 de Octubre de 2009”.