La cooperativa social de clasificadores Juan Cacharpa firmó el martes 29 de diciembre sus estatutos, alcanzando así su formalización. El técnico del Proyecto Uruguay Clasifica (PUC), Jorge Meoni, resaltó que el proceso que han realizado los trabajadores desde 2005 hasta la actualidad ha sido de continuo crecimiento. «Pasaron de trabajar con basura a trabajar con materiales reciclados», expresó.

Cinco clasificadores firmaron el martes en la sede central del MIDES los estatutos de su cooperativa social, la cual se dedica a la clasificación de desechos y venta de los mismos, además del mantenimiento de áreas verdes. La cooperativa trabaja en «la cantera» de la Cruz de Carrasco y está integrada por clasificadores de la zona que en 2005 empezaron a visualizar la posibilidad de asociarse como una buena alternativa para trabajar mejor.

Walter Presa, el flamante presidente de la cooperativa, señaló que la idea inicial surgió a raíz de un viaje a Brasil que algunos clasificadores del lugar tuvieron oportunidad de realizar en 2005, luego de ser invitados, a través de la Unión de Clasificadores de Residuos del Uruguay, por clasificadores brasileros.

«En 2005 nos invitan a San Leopoldo en Brasil a ver cómo funcionaban las cooperativas, viajamos 30 recicladores y 10 técnicos de Uruguay. Allí vivimos la experiencia de la cooperativa y verlo fue mucho más fácil, ya que nos dimos cuenta que no era algo del otro mundo, era cuestión de organizarnos y tratar de trabajar en conjunto, en el mismo galpón, tratar de vender en conjunto y esas cosas», dijo Eduardo Pérez, uno de los clasificadores que viajó.

A pesar de regresar con mucho entusiasmo, Pérez y Miguel Angel Ponce de León, «el sordo», contaron que trataron de juntar a los compañeros para armar una cooperativa pero «la idea no prendió».

«Fue recién cuando se incendiaron dos ranchitos que tuvimos que hacerlos de nuevo entre todos y vimos que podíamos trabajar juntos. De ahí nació la idea de juntarnos y armar la cooperativa», dijo «el sordo».

De la primera reunión, participaron 14 clasificadores. «Ahí empezamos a ver qué cosas necesitábamos para empezar a armar la cooperativa, cuántos transportes teníamos, cómo íbamos a armar un galpón, salir a recoger los materiales», dijo Pérez, quien acotó que en un principio trabajaban medio tiempo para la cooperativa y medio tiempo de forma independiente. «Esto fue como un año y medio, hasta que pudimos empezar a dedicarnos a tiempo completo a la cooperativa», expresó.

Presa dijo que en un comienzo aportaban $50 mensuales, de lo que ganaban en forma individual, a un fondo con el que luego compraron los materiales para construir el primer galpón colectivo. El técnico, Jorge Meoni, inició su trabajo con ellos en 2005 y en 2007 fue contratado por el proyecto para acompañar el proceso del grupo. En marzo de 2007, a través del PUC se consiguió construir un nuevo galpón, que se financió con la donación de uruguayos residentes en Toronto, Canadá.

Si bien trabajan desde hace un tiempo como cooperativa, ahora lograron la formalización a través del contacto con la Unidad de Cooperativas Sociales del MIDES, lo que los clasificadores catalogaron como un paso sustantivo para seguir creciendo.

Fuente Contenido e Imagen: Ministerio de Desarrollo Social. www.mides.gub.uy