Desde 1979, el 16 de octubre de cada año se celebra el Día Mundial de la Alimentación, proclamado por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. El objetivo de esta conmemoración es crear conciencia, y fomentar la reflexión en torno a la problemática de la alimentación a nivel mundial, el hambre, la desnutrición, la pobreza.

El hambre es una violación de la dignidad humana, un obstáculo fundamental al máximo desarrollo personal y social, por lo que es una emergencia que tenemos que atacar sin demoras.

EL DERECHO A LA ALIMENTACIÓN

La celebración del Día Mundial de la Alimentación, es un buen momento para reflexionar sobre la importancia de la lucha por la dignidad de los seres humanos, así como la manera en que efectivizamos la perspectiva de derechos para erradicar el hambre y la indigencia. A su vez, debemos reflexionar sobre formas innovadoras de atacar el problema, no sólo desde el Estado, sino con el Estado y la sociedad trabajando mancomunadamente.

La garantía del derecho a la alimentación, como derecho humano, comprende garantizar el acceso a alimentos nutricionalmente adecuados, el acceso a agua potable, el acceso a un medio ambiente sano y sustentable, entre otros. No solamente debemos garantizar, entonces, el acceso a los alimentos, sino a alimentos producidos en condiciones apropiadas, y que tengan los nutrientes necesarios para asegurar la salud.

Además, si entendemos la lucha contra el hambre en el marco del derecho a la alimentación, debemos entender que la reducción del hambre no es una opción, sino una obligación legal y moral del Estado, y que los ciudadanos cuyo derecho es vulnerado son sujetos activos que pueden reclamar en forma legítima que se tomen medidas para mejorar su situación.

LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

De acuerdo a la definición de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996, la seguridad alimentaria existe “cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto alimentos a fin de llevar una vida activa y sana.”

Vemos entonces que no solamente se trata de contar con más alimentos, sino que la seguridad alimentaria existe cuando se cumplen tres condiciones: la disponibilidad, es decir la existencia ya sea por medio de la producción o la compra de alimentos; la accesibilidad, los alimentos deben ser distribuidos de forma tal que estén disponibles en todas las localidades, y de fácil acceso para todos; la calidad nutricional, se debe garantizar que los alimentos tengan los valores nutricionales apropiados, en la cantidad necesaria, y que sean acordes a las necesidades de cada persona y cultura; además, los alimentos deben estar disponibles en todo momento, sin riesgo de disminuir por crisis económicas, políticas o ambientales.

LA LUCHA CONTRA EL HAMBRE EN URUGUAY

El gobierno frenteamplista se ha comprometido a erradicar el hambre, un compromiso urgente e impostergable, que debemos encarar desde distintos espacios del Estado y de la sociedad, como parte de la política de enfoque de derechos humanos que se lleva adelante en materia de políticas sociales.

Vale la pena repasar uno de los programas que se llevan adelante para garantizar la seguridad alimentaria de los más pobres.

Si bien desde hace varios años existen programas de entrega de canastas de alimentos, el gobierno frenteamplista que asumió en 2005 realizó importantes cambios en la transferencia de alimentos, introduciendo la Tarjeta Alimentaria, primero en el PANES y luego en el Plan de Equidad.

Se trata de una transferencia monetaria a una tarjeta de débito, con la que las familias pueden luego comprar alimentos e insumos de higiene. Los destinatarios son las familias integrantes del PANES, con integrantes menores de 18 años, o embarazadas.

A diferencia de planes anteriores, esta modalidad permite a las familias adquirir los alimentos de acuerdo a sus necesidades.

Los montos transferidos depende de la cantidad de menores o embarazadas del hogar, pudiendo ir desde 479 pesos a 1287 pesos.

Actualmente, alrededor del 10% de la población del Uruguay se ve beneficiada por este programa.

Los invito a releer el artículo que escribiera al inicio de este período de gobierno en mi página web, “El gran compromiso ético del gobierno: Erradicar el hambre”,

http://sanseverino.org.uy/2010/03/el-gran-compromiso-etico-del-nuevo-gobierno-erradicar-el-hambre/

BERTHA SANSEVERINO.

DIPUTADA FRENTE AMPLIO – ASAMBLEA URUGUAY.