Palacio Legislativo. Una movilización diferente. No era por aumento salarial, no era por derechos humanos ni por levantar la bandera de la soberanía o en contra de las privatizaciones.

Unas doscientas personas se movilizaron el viernes 18 de noviembre frente al Palacio Legislativo para manifestar su fuerte rechazo a la situación de “maltrato animal” que provocó la muerte a palazos de una perrita en Nueva Palmira, reclamando cambios en la legislación que determinen la penalización de estos hechos.

“Justicia, Justicia”, fue el principal grito de los activistas en defensa de los derechos humanos, varios de ellos acompañados por sus mascotas, perros de diferentes razas, y algunos de ellos portando carteles.

Participó la ONG “Welly Luz y Vida”, otras organizaciones y público en general, en donde llamó la atención la importante asistencia juvenil.

Los manifestantes dieron una vuelta al tradicional edificio del Palacio Legislativo, luego cruzaron para enfrente del Edificio Anexo en donde además de los aplausos también se escucharon gritos hacia los legisladores en general, y hasta, por algunos minutos, cortaron el tránsito en la circunvalación del Parlamento.

La responsable de la ONG “Welly Luz y Vida”, Lilián Ruiz reclamó “la promulgación de una ley de protección a los animales basada en la declaratoria universal de los derechos, considerándose como sujetos de tutela jurídica y no como cosa”.

“El actual Código Civil en su artículo 462 los considera cosas, y mientras ese concepto jurídico no sea derogado entonces van a seguir siendo abandonados y lo que es peor, destruidos, y qudarán los asesinados de vida no humana, impunes”, agregó.

Para Ruiz, si no se toman medidas ejemplarizantes “mañana, esos mismos delincuentes van a asesinar a otros indefensos como niños, minusválidos, discapacitados, ancianos”.

Ruiz también informó que el legislador Pablo Abdala ofició de intermediario para conseguir una sala de reuniones para el jueves 24 a las 19 horas para delinear una postura frente a la necesidad de penalizar ciertas conductas de maltrato animal.

Mucho ruido, malestar, demasiado espontáneo por momentos, y un cartel con un toque más filosófico: “La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por el modo en el que se trata a sus animales”. Mahatma Gandhi.