Compartimos la columna de opinión en su espacio en Facebook del diputado Juan Carlos “Quico” Souza del Frente Amplio, analizando profundamente algunos aspectos internos de la reciente elección de la coalición de izquierda.

“Pasado el 27M, día en que el Frente Amplio, en hecho inédito, convocó a su pueblo a renovar todos los estamentos de dirección de la fuerza política a través de una elección a padrón abierto y adhesión simultánea; no sin asombro y preocupación he leído la prensa de esta semana.

Digo inédito, porque podían participar ciudadanos que tuvieran cumplido catorce años de edad y aún aquellos que nunca hubiesen estado afiliados al Frente Amplio, bastaba acercarse a un local de votación y presentar su cédula de identidad. Inédito, porque es el Frente Amplio la única fuerza política en la historia del país, en renovar todas sus autoridades a través del voto secreto.

En la corta campaña electoral previa, fuera del contexto electoral habitual, nos inquietaba a todos la incertidumbre del caudal de votantes que concurriría el domingo 27 a las urnas. Incertidumbre alimentada por los “augures” y “profetas del apocalipsis”, pero también por nuestras íntimas convicciones y certezas de la anémica estructura de nuestro querido Frente Amplio. De la conducta de connotados y declarados frenteamplistas (¿¿??) a través del algún medio de comunicación, “bajando línea” para al voto en blanco, o lisa y llanamente a no concurrir a votar; conducta absolutamente reñida con la más rica historia de Lucha y Compromiso del pueblo Frenteamplista. Pueblo que no sabe de renuncias y que ha fraguado su militante compromiso (en el acuerdo o en el disenso) bajo la consigna de Ernesto “Ché Guevara: “La única lucha que se pierde, es la que se abandona”.

Reconozcamos, la ausencia del fervor militante de otrora, el clima tibio –por no decir frío- de la campaña electoral, nos planteaba un escenario incierto, aún a pesar del esfuerzo militante y unitario de los cuatro Compañeros candidatos a la Presidencia.

En particular y en relación a la campaña que nos tocó desarrollar en representación de nuestro grupo político, sumando nuestro esfuerzo al de los demás, nos hacía reflexionar en el sentido que no existe proyecto político genuino si no está sustentado en lo Colectivo; que con elegir un presidente o presidenta no solucionamos los problemas de fondo. Que el Frente Amplio fué y debe ser una herramienta política suprema, que nos englobe a todos desde la construcción colectiva por encima de individualidades o sectarismos. Decíamos en ese marco que el 27M era para el Frente una interpelación desde su propia historia, que el gran desafío que sobrevendría “el día después” era si teníamos la capacidad y la estatura política para transformar al Frente Amplio en una herramienta, moderna, revitalizada desde los más amplios espacios para la participación de todos y todas, teniendo como premisa la Unidad para la acción, luego de agotados los espacios fermentales de intercambio y definición, aún desde las opiniones diversas en un marco fraterno, de respeto, de lealtad, libertad.

Cientos de queridas Compañeras y Compañeros que nos antecedieron –muchos que ya no están-, que dejaron sangre sudor y lágrimas en la construcción del Frente Amplio; que renunciaron a las humanas ambiciones personales y los intereses sectoriales, en beneficio de esa formidable herramienta que se dio el pueblo uruguayo para cambiar la historia política del país; ellos nos interpelan desde el pasado. Las nuevas generaciones también nos demandan e interpelan. ¿Sabremos salvaguardar ese legado histórico y proyectarlo hacia el futuro?

 

Si repaso las opiniones de algunos queridos Compañeros y Compañeras, en los medios de comunicación esta semana, buscando explicar si 170 mil voluntades son pocas o son muchas, y en ese intento atribuirle responsabilidades a otros, sin asumir las propias que en definitiva son las de todos los que nos sentimos frenteamplistas. Todos somos responsables, aún los “enojados” y que tienen una actitud crítica hacia el Gobierno o la Fuerza Política, TODOS SOMOS NECESARIOS, TODOS SOMOS EL FRENTE AMPLIO.

Queridos Compañeros y Compañeras, ASI NO. No es pasándonos factura públicamente, que estaremos cumpliendo con lo que la historia nos demanda.

Por eso lo del título: Compañeros, calma y pelota al piso.

Generemos los espacios para la crítica constructiva, para debatir fraternalmente, para la reflexión serena, para pensar al Frente Amplio y por ende al Uruguay que queremos mirando hacia el futuro.

Para que podamos seguir diciendo EL FRENTE UNIDO, JAMÁS SERA VENCIDO!!!”.

Con un fraterno abrazo,

Juan Carlos “Kico” Souza.

Diputado por Canelones.

CAP-L -Frente Amplio.