El Viernes 16 de noviembre se realizará en José Ignacio una Audiencia Pública en la cual los vecinos podrán opinar sobre el nuevo plan territorial que impulsa la Intendencia de Maldonado para ese pueblo costero y que elimina su tradicional perfil familiar y residencial.

La propuesta de la Intendencia incluye el aumento de las calles comerciales en el pueblo y el levantamiento de la prohibición de instalar hoteles en el casco de José Ignacio.

Hasta el momento en José Ignacio se venía aplicando la ordenanza del año 1997 que prohíbe la instalación de hoteles y solo permite pequeños comercios tales como restaurant, mercadito y casa de té.

Bajo esa normativa José Ignacio fue adquiriendo su actual fisonomía de pueblo residencial para el veraneo familiar, sin hoteles ni grandes comercios, en donde inversores uruguayos y extranjeros encontraron una opción fuera del bullicio de La Barra o de Punta del Este.

Esta normativa fue modificada en un primer momento por la Legislatura de Maldonado en la madrugada del 14 de diciembre pasado en donde en una sorpresiva votación de la cual los vecinos no habían sido avisados se levantó la prohibición de hoteles. El rechazo público de los vecinos hizo que la Legislatura suspendiera transitoriamente esa normativa.

Durante este año mas del 70 % de los propietarios del casco de José Ignacio mandaron notas firmadas a la Intendencia manifestando su negativa a los hoteles en el casco y reivindicando el modelo de población residencial y familiar pero la Dirección General de Planeamiento a cargo del Arq. Julio Riella, promotor en su momento del Hotel Mantra, se negó a considerar esas presentaciones.

Según la Intendencia de Maldonado el nuevo centro de Convenciones de Punta del Este, cerca del Arroyo Maldonado, requerirá mas hospedajes para turistas y por eso se libera la oferta de hoteles en José Ignacio.

Para los vecinos ese argumento es una excusa y sospechan que desde la Intendencia se busca favorecer a amigos del poder que tienen tierras en José Ignacio y que ahora verán multiplicar el precio de sus propiedades. Otros sostienen que el cambio de normativa tiene por objeto legalizar la Posada Vik sobre la Playa Mansa de José Ignacio, construida en forma ilegal en un padrón residencial

Con la nueva normativa el reducido casco de José Ignacio, de 309 padrones podrá tener comercios en 72 padrones y hoteles en 288 padrones.

Lo vecinos señalan que José Ignacio no tiene infraestructura para sostener tanta actividad comercial y que la afluencia de personas desconocidas que vendrá de paso aumentará la inseguridad que ya viene siendo un problema en los últimos años ya que la Comisaría de José Ignacio tiene solo 6 policías para el cuidar el pueblo y toda la región que lo rodea desde Santa Mónica a Laguna Garzón.

La preocupación alcanza también al impacto de la nueva normativa en el valor de las propiedades “una cosa es tener de vecino a una familia y otra cosa es que te pongan un hotel al lado y que tu propiedad se desvalorice por los ruidos molestos, la gente desconocida, el olor a basura o a comida” razonaba preocupado un importante operador inmobiliario de la región.