Un estudio reciente ha revelado que alrededor de un tercio de la producción mundial de alimentos se pierde o se desperdicia durante los procesos de producción y los sistemas de consumo. La cantidad total desperdiciada es de unos 300 millones de toneladas; es un volumen mayor que la producción total de alimentos de África subsahariana y sería suficiente para alimentar a los cerca de 900 millones de personas con hambre en el mundo.

Los residuos de alimentos son un problema global masivo que tiene negativas consecuencias humanitarias, ambientales y financieras. Sin embargo, con relativa facilidad y algunos cambios simples en nuestros hábitos alimenticios, ese problema se puede cambiar de manera significativa.

En tal sentido, la campaña “Think – Eat – Save” es una asociación entre el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y Messe Düsseldorf en apoyo del “Desafío Hambre Cero”, impulsado por el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, que busca unir acciones mundiales, regionales y nacionales para abordar el problema del desperdicio de los alimentos. Y para ello, ha creado un portal donde se encuentran noticias, videos y otros recursos útiles para ayudar a tomar una decisión a propósito de este problema mundial.

Fuente: Plan Ceibal. www.ceibal.edu.uy