En Uruguay, 500.000 hombres están en riesgo de padecer problemas prostáticos, según lo indicó el Dr. Roberto Puente, profesor de la Cátedra de Urología del Hospital de Clínicas, en un simposio realizado recientemente sobre Hiperplasia Prostática Benigna (HPB) que contó además con la participación del médico argentino Osvaldo Mazza, profesor titular de Urología en la Universidad de Buenos Aires.

Puente señaló que la Hiperplasia Prostática Benigna es una enfermedad de alta prevalencia que comienza a aparecer en los hombres mayores de 40 años. Es crónica y muchas veces progresiva, y llega a afectar la calidad de vida de las personas ya que causa distintos trastornos para orinar.

“Lo importante es que los hombres que tienen molestias o notan diferencias en la micción es conveniente que sean vistos por un especialista para que analice si merecen un estudio básico”, indicó el experto.

Por su parte, el Dr. Mazza expresó que es una enfermedad que está subdiagnosticada. “Muchos hombres se acostumbran a sus síntomas y lo toman como parte de la vejez que les está llegando y realmente cuando los síntomas son agobiantes muchas veces ya perdieron la oportunidad de recuperar la vejiga”, dijo el especialista.

Ir cada vez más seguido al baño durante el día y comenzar a despertarse de noche, tener incontinencia, sufrir infecciones urinarias y la formación de cálculos en la vejiga son algunos de los síntomas que aparecen y que dificultan la calidad de vida de los hombres que padecen esta patología.

Mazza advirtió que la Hiperplasia Prostática Benigna no se la debe confundir con el cáncer de próstata, que también afecta al hombre desde la misma edad y, en algunos casos, presenta síntomas parecidos. En este sentido, el médico destacó la importancia de que el hombre consulte al urólogo cuando tiene dificultades para orinar con el fin de dar con un diagnóstico temprano.

En relación al tratamiento farmacológico de la HPB, ambos médicos indicaron que hasta el momento había dos clases de medicamentos: uno que atenuaba los síntomas y otro que impedía que la testosterona fomente el crecimiento prostático.

En el simposio titulado “Nuevo Duodart: un paso único en el manejo de la HPB”, organizado por GlaxoSmithKline, Mazza y Puente expusieron sobre una nueva terapia que combina los beneficios de ambos medicamentos.

Puente sostuvo que el nuevo producto “contempla dos de las drogas más útiles para el tratamiento del agrandamiento prostático”.

En una sola cápsula, que se toma diariamente, se encuentra la molécula que da alivio a los síntomas y aquella que detiene el crecimiento de la enfermedad y reduce el tamaño de la glándula.

Mazza comentó que tanto las guías clínicas de la Sociedad Norteamericana de Urología como las europeas, inglesas y argentinas recomiendan la terapia de combinación como primer tratamiento para la Hiperplasia Prostática Benigna en base al estudio Combat, una investigación que analizó los resultados de la combinación durante cuatro años.

“Con esta nueva formulación se obtiene lo mejor de ambos medicamentos”, concluyó Puente.