Compartimos la columna del ex diputado colorado Washington Abdala, quien con su mirada particular nos presenta esta entrega titulada “Mujica, el encuentro con el Papa, y el Futuro…”

“Partamos de la premisa que el presidente no es católico, sigamos con el recorrido que el catolicismo en su rama conservadora del Uruguay no es un aliado estratégico de la izquierda y rematemos con la veta anarco-existencial que tiene el presidente, con ese panorama resultaría curioso verlo hablar con el sumo pontífice. Si nos hubieran dicho de este encuentro hace unos años nos hubiéramos muerto de risa. La vida nos depara sorpresas hasta el último día.

Sin embargo, algo sucedió en la mente del presidente, parecería que ya comprendió que lo que creía hace unas décadas era todo un sueño y que las revoluciones de verdad las hacen personas de verdad que por detrás de sus escudos son eficaces, o no, en esos objetivos. Bergoglio es eso, un individuo eficaz, aún para aquellos que no creemos en casi nada y que suda por detrás de postulados humanistas y austeros. Eso es lo único que importa: el hábito no hace al monje.

Claro, hoy Mujica viene en baja, se le agotan las baterías minuto a minuto mientras que a Tabaré se las recargan todos los días los fieles que circulan por el Prado buscando su bendición, esto también juega porque los movimientos de los presidentes salientes empiezan a ser siempre más simbólicos y menos contundentes. Se le agotó su tiempo, los presidenciables ya son referencia y ya empieza a tener olor a naftalina su retórica. (Este año le llegarán menos canastas de fin de año, y el año que viene solo llegará la que le mandará A.D.M.)

No es fácil hacer grandes vaticinios a futuro, pero algunos están cantados: el poder de la familia Mujica-Topolansky será trabajado por la señora en los próximos años. El presidente aflojará los tientos, por mil razones. El grupo del Presidente perderá peso de manera inevitable, es más, en la izquierda eso es un dato objetivo, no hay amigo que no te diga que habrá de achicarse semejante cooperativa política. (Eso no significará que perderán poder porque han introducido cuadros en el gobierno por todos lados con lo que quedarán con un mecanismo de consulta feroz).

El final político de Mujica no será pintoresco, será más bien traumático, su propia incontinencia, los excesos de su esposa y su presencia permanente lo meterán en más problemas. Los ex presidentes se fortalecen cuando hacen de su andar por la vida algo memorable, algo con altura y no involucrados en la cosa pedestre que solo agobia y enloda. Es bueno saber cuando hay un tiempo para el reposo y aceptarlo con grandeza. Mujica no parece ser de esta estirpe y eso le causará más de un problema”.

Fuente: www.espectador.com