Compartimos la columna del dirigente juvenil Rodrigo Camejo (Espacio 40) bajo el título “Delo por hecho”.

“Delo por hecho. Esta era la consigna de la campaña municipal del Dr. Tabaré Vázquez en el año 1989. La misma se basaba en mostrar y remarcar las fallas de multiples gestiones coloradas en la capital, prometiendo cambios milagrosos y poco claros, ilusionando con mejoras instantáneas.

Luego de los comicios, el electo fue el candidato frenteamplista Vázquez, al cual le tocó responsabilizarse de la gestión de la comuna de la capital y se chocó con la realidad de que existe una gran diferencia entre gobernar una comuna y administrar un club de futbol de la permanencia, se enfrentó con la realidad de que para llegar al “sueño” de un Montevideo mejor es necesario tomar ciertas decisiones y acciones las cuales ni él ni su equipo se animaron a las mismas o tal vez no supieron cuales eran. Por lo cual no supieron ni pudieron bajar las ideas teóricas con las cuales llegaron a la realidad.

En esa campaña electoral Vázquez hablaba de la erradicación de los basurales, los mismos que casi treinta años después se han multiplicado a cada esquina de la ciudad. También criticaba duramente el alto precio del boleto, hoy luego de años de gestión cuesta más de un dólar cada viaje y el servicio brindado es cada vez de peor calidad. Otra de las cosas planteadas en la misma era la descentralización de la gestión municipal, cosa que se ha hecho estructuralmente pero de hecho aun los montevideanos por más que poseemos dieciocho Centros Comunales Zonales y ocho Municipios – con todos los costos que estos llevan- aun no hemos recibido los beneficios de los mismos.

En lo personal, no creo que inicialmente haya existido mala voluntad, sino un montón de sueños teóricos encabezados por el Dr. Vázquez que se chocaron con la realidad de bajarlo a la práctica en el edificio de 18 de Julio y Ejido. Esa frustración interna por no lograr esos “sueños” iniciales con los cuales asumieron hace más de cuarto de siglo atrás, modificaron la motivación inicial. El centro del foco dejó de ser «servir a los montevideanos» para pasar a ser «mantener los cargos» y atornillados en los mismos mantener el gobierno departamental cueste lo que cueste. Cuando ocurrió este cambio de “foco” los montevideanos terminaron siendo rehenes de una Intendencia cada vez más grande, cara, fría y distante.

Hoy necesitamos como montevideanos un cambio cívico, como todo cambio coyuntural y radical nace de abajo, dijera el autor popular “nacen desde el pie” los cambios profundos “nacen desde el pie” si, sin prometer nada que no sea cooperación por y para los conciudadanos. Juntándonos montevideanos de todos los “pelos” hasta incluso frenteamplistas que quieran volver a soñar. Y solamente si ocurre esto un Montevideo mejor esta vez sí ‘delo por hecho’”.

Rodrigo Camejo.

camejorodrigo@gmail.com