En Uruguay hay una emergencia a nivel educativo y moral.

“Seremos justos si les damos educación, seremos éticos si le damos Valores…”

En la conferencia EDUCAR PARA UNA SOCIEDAD DE VALORES, organizada y convocada por la Fundación para la Democracia Ferreira Aldunate y el senador Jorge Larrañaga, en la cual disertaron el Dr. Hebert Gatto, la historiadora Ana Ribeiro, el licenciado Daniel Corbo y el Padre Mateo Méndez, el candidato presidencial comenzó agradeciendo al magnífico plantel de disertantes e indicó: “Algo está pasando: estamos perdiendo sociedad, estamos perdiendo «Uruguay». Estamos perdiendo el Uruguay porque claramente hay una creciente tensión entre las nociones de exclusión e inclusión. Es que la educación del pueblo, es la primera y más fundamental tarea de la política. El Uruguay se va fragmentando. Como sociedad, a Uruguay lo está invadiendo el germen de una enfermedad terminal. El desafío político y moral de este tiempo es rescatar, edificar, proyectar y defender una sociedad con espíritu de concordia”.

Larrañaga remarcó que si no actuamos, corremos el riesgo de no reconocernos como sociedad…”

Necesidad de autoridad. “DEBEMOS PLANTARNOS FIRMES: “NO TODO VALE”.

El senador aliancista manifestó: “Hay generaciones enteras que nacen y se desarrollan sin retratos de autoridad, respeto; tampoco de comprensión ni estímulo. Hay uruguayos abandonados a su suerte…. pobres y ricos…abandonados. Porque el problema no es económico. Es cultural y eventualmente…estructural.

Larrañaga resaltó como algunas de las principales causas de esta situación que se está viviendo a la deserción de una parte de los adultos de sus responsabilidades primarias en la formación y cuidados de sus hijo, a su ausencia en buena parte de las horas del día, ausencia que hace que para muchos adolescentes el único “miembro” de la familia presente durante buena parte del día en su casa sea el aparato de televisión. La segmentación territorial de la pobreza debilitó la capacidad de integración en los valores compartidos por la sociedad. La escuela que permitía el intercambio de experiencias entre estudiantes de familias de variados orígenes sociales y profesionales ya no está… en definitiva se debilitó el principio tradicional de autoridad y decayeron las agencias culturales encargadas de la transmisión de creencias y valores (iglesias, familia, escuela) para socializar a las nuevas generaciones.

MEJORES HORIZONTES PARA LOS JÓVENES

 

“Debemos proporcionarles a los jóvenes los medios para que estén en condiciones de elegir por sí mismos, con responsabilidad y justificadamente. Podemos proporcionarles ejemplos de vida digna, para que vislumbren nuevos y más elevados horizontes. Debemos proporcionar a los jóvenes los principios y valores fundamentales desarrollados por la civilización humana y propia de nuestras democracias constitucionales, que son cimiento y horizonte, para que los ayude a alumbrar el camino. Los valores son como una brújula para no perder el norte. En definitiva, debemos plantarnos firmes: no todo vale”.

Larrañaga indicó que “para la equidad, la justicia social, la mejora de la productividad y la competitividad global, se necesita de la educación. “Sin la educación no habrá progreso. Pero como sociedad con eso no basta, para que el progreso trascienda en prosperidad, debemos darle valores. Sin valores no habrá paz ciudadana”.

Enfático Larrañaga expresó: Por eso no nos tiembla la voz en denunciar: En Uruguay hay una emergencia a nivel educativo y moral. Políticos en lo nuestro y docentes en lo suyo, debemos ponernos en primera línea de fuego”.“En nuestro caso estamos comprometidos con la búsqueda de los antídotos.

Tenemos que defender nuestra sociedad, nuestra juventud. Debemos ser justos y éticos.

Seremos justos si les damos educación, seremos éticos si le damos Valores…”