Pilotos, mecánicos y empresarios cuestionan las sanciones sugeridas por la Junta de Infracciones. “¿En qué momento dejamos de ser colaboradores de la investigación para pasar a ser imputados?”, se preguntan.

Tres evacuaciones de vista presentadas por AirClass, una de la propia empresa, una de los pilotos y una de los mecánicos, afirman que el último informe de la Junta de Infracciones de la Dinacia no sólo comete errores, sino que causa agravio y raya la inconstitucionalidad.

Los documentos afirman que la Junta de Infracciones de Dinacia incurre en contradicciones al sugerir sanciones por entender que los procedimientos administrativos son incorrectos, siendo que esos mismos procesos fueron aprobados por la propia Dinacia.

La empresa afirma que las faltas constatadas son de carácter netamente administrativo, y “bajo ninguna circunstancia se relacionan con aspectos de seguridad ni de aeronavegabilidad”.

“La autoridad pretende cerrar una empresa de bandera uruguaya que opera hace más de diecisiete años en el país y que no ha tenido antecedentes de observaciones o sanciones previas de ningún tipo, por el solo hecho de haber incurrido en errores puntuales, de carácter administrativo”, afirma el escrito.

Por otra parte, agregan que “el informe expedido por la Junta de Infracciones permite descartar las graves e infundadas denuncias formuladas contra la empresa. El listado de irregularidades atribuidas a la empresa muy extenso, y claramente infundado, denotando un manifiesto ánimo de perjudicar a la empresa y sus trabajadores sin medir las consecuencias”. AirClass genera actualmente 40 puestos de trabajo directos y 10 indirectos.

“Se denunciaron ligeramente situaciones gravísimas, como utilización de alambres para amarrar piezas del avión, la realización de soldaduras en talleres no autorizados, la incorrecta sustitución de la hélice de una de las aeronaves, la utilización de extinguidores no autorizados y el incumplimiento de los cursos de capacitación de las tripulaciones, entre otras falsedades. La Junta en su informe desestimó todas estas temerarias acusaciones”, sostiene AirClass en su evacuación de vista.

Los mecánicos de la empresa, responsables del mantenimiento de las aeronaves, al igual que los pilotos afirman, por su parte y en escritos independientes, que no se les informó, como debería garantizar el debido proceso, “en qué momento dejaron de ser colaboradores en el esclarecimiento de la verdad, para pasar a revestir la calidad de imputados, o investigados”.

A modo de ejemplo, uno de los hechos que se sirven de argumento para la Dinacia es que los mecánicos no registraron, hace más de cuatro años, tres incidentes que debieron ser informados, entendiendo que ocultaban información, o disimulaban averías. Uno de ellos hace referencia a un motor que se apagó en funcionamiento.

En su defensa, los mecánicos sostienen que el evento no fue incluido en el Informe de Confiabilidad Mecánica ni en el Informe Resumido Mensual de Interrupción Mecánica “por la sencilla razón de que el apagado del motor no obedeció a la ingesta de hielo ni a una falla del equipamiento, tal como los requiere la normativa, sino que respondió a un error de procedimiento de vuelo de parte de la tripulación, hecho que fue reconocido por el propio comandante de la aeronave en su declaración ante la Junta de Infracciones”.

Por todo esto, expresan en su evacuación los mecánicos Luis Piazze y Miguel Rodríguez, “las sanciones sugeridas, desmedidas y sin precedentes, son nulas. Provienen de un proceso nulo, son desproporcionadas y poco razonables”.

Sobre las sanciones económicas para pilotos y mecánicos, y de suspensión de actividades para la empresa, también sostienen que son desmedidas y que incluso atentan contra la libertad del trabajo, no solo porque forzarían el cierre de AirClass, sino porque, además, la expresa solicitud de anotación del precedente en el legajo haría imposible a la persona reinsertarse en el mercado. “Se está sancionando doblemente a los trabajadores”, afirman.

Sobre la utilización de un taller no autorizado, los mecánicos explican que “Aeromont”, el taller en cuestión, estaba autorizado cuando fue utilizado. Posteriormente, cuando Dinacia le retiró la licencia, AirClass no volvió a contratar el servicio.

Por otra parte, los pilotos afirman que se tomó una muestra parcial de las anotaciones, agregada al expediente por una parte interesada, y que no demuestra de forma cabal su manera de proceder a lo largo de los años en la empresa.

“Ningún piloto que se precie de tal y realice su actividad en forma responsable de acuerdo a la diligencia media que ha de regir su actuación puede sostener válidamente haber operado un vuelo que no se encontrara en condiciones de seguridad aptas para tal operación, sin perjuicio de que tal circunstancia jamás acaeció”, afirman los pilotos.

“La magnitud de la sanción propuesta, que se traduce inevitablemente en el cierre de la compañía, no tiene precedentes de ningún tipo en nuestro país ni a nivel internacional”, por lo que “resulta absolutamente desproporcionada”, sostiene la empresa, que ahora aguarda que la autoridad revea las sanciones sugeridas.