La página del Partido Comunista del Uruguay informó sobre importantes novedades judiciales sobre la responsabilidad de los asesinatos de dos jóvenes uruguayos en Catamarca en 1974.

“El 12 de agosto de 2006 brindamos una amplia cobertura al velatorio y sepultura de Hugo Cacciavillani en la ciudad coloniense de Rosario, adonde llegaron los restos de Rutilio Bentancour. En ambos casos fueron despedidos por multitudes.

La semana pasada el Tribunal Oral Federal en lo Criminal de Catamarca condenó a prisión perpetua a los militares Mario Nakagama, Carlos Carrizo Salvadores y Jorge Ezequiel Acosta como responsables del fusilamiento de 14 integrantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) el 12 de agosto de 1974, varias horas más tarde de que estos se entregaran desarmados. Entre ellos estaban los uruguayos Hugo Cacciavillani de 22 años y Rutirio Bentancour de 24. En aquel entonces el bárbaro crimen causó conmoción en la opinión pública argentina. El presidente Juan Domingo Perón había fallecido semanas atrás y gobernaba su viuda María Estela Martínez.

Actualmente “Isabelita” vive en España y está requerida por la justicia argentina. Entre otras cosas por el accionar criminal de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), creada por su ministro José López Rega.

Inmediatamente de los sucesos de Catamarca en 1974, la “Masacre de Capilla del Rosario” fue denunciada por los abogados Mardonio Díaz Martínez, Mario Marca y Alfredo Curuchet. Este último fue asesinado de 50 balazos en La Plata. Había tomado un ómnibus en Catamarca y se sospecha que el crimen fue cometido por la Triple A. Que también asesinó el 24 de diciembre de ese año al joven comunista uruguayo Raúl Feldman en Buenos Aires.

En ese contexto de extrema violencia política en Argentina se producen los fusilamientos de Catamarca.

El 9 de agosto de 1974 partieron desde Tucumán 47 miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo con el objetivo de tomar el regimiento 17 de Infantería Aerotransportada de Catamarca. Fracasaron en el intento realizado tres días después. Se rindieron y se entregaron desarmados.

Horas más tarde fueron fusilados 14 de ellos por orden del segundo jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, general José Antonio Vaquero, fallecido en 2006 con demencia senil.

Los restos fueron sepultados en tumbas NN y permanecieron desaparecidos durante 32 años en el caso de los uruguayos. Que fueron identificados en 2006 por el equipo Argentino de Antropología Forense y entregados por el gobierno uruguayo a los familiares de Salto y de Rosario.

Vamos algo sobre estos dos compatriotas para los que la justicia llegó a 39 años de los asesinatos.

El rosarino Rutilio Bentancour Roth

La familia Bentancour-Roth vivió en el campo hasta 1952. Primero en un establecimiento ubicado sobre la Ruta 2 y más tarde sobre la vieja carretera a Colonia, entre Rosario y Barker.

El matrimonio tuvo seis hijos: Nibia, Glauco, Yolanda, Elsa y los mellizos Rutilio y Mabel. Poco después de nacer estos últimos se afincaron en la ciudad de Rosario.

Al cabo de los años los hermanos demostraron especial sensibilidad por lo social y asumieron compromisos políticos que los enfrenaron a la represión a fines de los 60 y principios de los 70`. Hubo presos y exiliados en la familia rosarina.

“Teníamos responsabilidad social, paro en aquella época no importaba tanto si estabas involucrado o no. Recuerdo que en Florida detuvieron a todo un cuadro de fútbol!

A Rutilio no lo reivindicamos en nombre de ningún grupo sino como un luchador social”, recordó oportunamente su hermana Nibia.

“A él le gustaba jugar al fútbol con los chicos del barrio y las chicas íbamos todas a hinchar. Primero jugó en el cuadro del Parque y luego en Rosario Atlético. Rutilio desde chiquito ya andaba peleando con alguno de la familia porque –por ejemplo- se le pagaba poco a los peones”, destacó a su vez en 2006 Mabel, la hermana melliza del joven asesinado.

Doña Elda Roth murió a los 92 años, diez días después que aparecieron los restos de su hijo.

El salteño Hugo Cacciavillani Caligari

“Era un chiquilín muy querido, de sonrisa fácil y muy solidario. Se había educado en un colegio salesiano y estaba muy vinculado a la idea de la justicia social. Murió en defensa de sus ideales”, contó en 2006 Eduardo Arzuaga al diario “El Ancasti” de Catamarca. Es el primo de Hugo Cacciavillani, quien en el centro de la foto observa sus restos en el juzgado de aquella ciudad antes de ser repatriados a Salto.

Nidia Caligari, madre de Hugo, fue víctima del Plan Cóndor. Estuvo detenida en Argentina en los penales de Olmos y Villa Devoto, y en 1977 fue liberada en la ciudad de Colonia del Sacramento sin documentos.

Allí fue secuestrada, llevada a Montevideo y torturada por los agentes de la dictadura. Luego se exilió en Inglaterra y retornó a Uruguay en 1985.

Eduardo Arzuaga comenzó la búsqueda de la verdad y la justicia movilizado por la tristeza de su tía Nidia, quien pasó una década preguntándose donde estaba el cuerpo de su “negrito” y falleció sin obtener respuesta”.

Fuente: Partido Comunista. www.pcu.org.uy