La asesora económica de Banco Santander, Marcela Bensión, pronosticó que el valor de los inmuebles bajará en dólares corrientes en 2014, quizás más sobre el segundo semestre que sobre el inicio del año. Advirtió que mientras los valores no se ajusten a la baja, las compraventas seguirán “flojas”. Si bien reconoció que el bajo grado de endeudamiento de algunos emprendimientos inmobiliarios incide en que los vendedores se mantengan firmes en precios altos y se nieguen a vender, opinó que con el paso de los meses el mercado tenderá gradualmente a la baja ante la expectativa de que el dólar suba globalmente.

“Tenemos un matiz levemente más negativo respecto a lo que preveíamos en abril pasado, como consecuencia de la inminente reducción de estímulos monetarios en Estados Unidos y el menor crecimiento de los mercados emergentes”, apuntó la economista durante una conferencia a la que asistieron integrantes de la Asociación de Inmobiliarias del Uruguay (ADIU).

Bensión también señaló que si bien China ha desacelerado su crecimiento, aún se mantiene como principal motor del mundo. Indicó, además, que el gobierno del gigante asiático está cambiando su estrategia de desarrollo de un énfasis exportador a una búsqueda de mayor consumo interno. Dado que Uruguay exporta alimentos, este nuevo modelo redunda en un beneficio para la economía local, sostuvo la experta. Asimismo, remarcó que el menor dinamismo de la economía uruguaya se está verificando en un contexto de recuperación económica en Europa y EEUU, lo que representa un mitigante a la hora de evaluar la situación internacional y sus posibles efectos en Uruguay.

Ante la “incertidumbre” que plantea Argentina y las dificultades que enfrenta Brasil, Bensión sugirió actuar con “cautela” en materia de gasto público y privado y apuntó que, pese a ello, “el marco para la inversión en ladrillos se mantiene aún bueno. La liquidez en las economías avanzadas es aún elevada, las tasas de interés internacionales siguen deprimidas, los salarios locales siguen subiendo, los bancos siguen interesados en expandir el crédito, las tasas de interés hipotecarias se mantienen estables y las políticas públicas propician la inversión y la compra de viviendas de segmento medio. No obstante, la tendencia para el sector es negativa, en la medida en que se espera una reversión de algunos de estos factores en 2014-15, lo que explica cierta pérdida de atractivo de los inmuebles como activo de inversión”.

Respecto al dólar, su expectativa es que cierre el año en $ 22, subiendo a $ 24 a fines de 2014 y a $ 25,4 al cierre de 2015. En ese contexto, “los salarios y precios domésticos medidos en dólares caerán, motivando una reducción paulatina de los precios de los inmuebles en la moneda estadounidense” agregó la economista.