En un lugar increíble por su puerto, Valparaíso, una gran cantidad de espectadores recibieron los 205 (47,5% de los que largaron) brillantes participantes que finalizaron este Rally Dakar 2014 Argentina-Bolivia-Chile. Entre ellos estuvieron dos uruguayos; dentro de los cuadriciclos estuvo Mauro Almeida con la Yamaha Raptor 700 quien finalizó en la posición 14 y en la General fue 11° de 40 que largaron desde Rosario el 5 de enero.

Una carrera que desde Argentina fue a Bolivia, pasando por el Salar de Uyuni y concluyó hoy en esta ciudad chilena tras recorrer 9.000 kilómetros y 13 duras etapas.

Un justo recibimiento tuvieron todos los participantes donde los chilenos y aficionados de diferentes países estuvieron esperándolos durante muchas horas, soportando el verano austral con el fin de premiarlos con el aplauso a estos gallardos pilotos.

Lo de Almeida fue estupendo si tenemos en cuenta que debió de soportar duras etapas, con un sin fin de inconvenientes que lo hicieron retrasarse y no poder estar en los primeros lugares como era su deseo, como se lo había planteado. Desde inconvenientes que tuvo que ir solucionando en el camino, hasta una fuerte caída cuando estaba en el polvo de otro «cuadri» al comerse un zanjón.

Igual la garra charrúa la sacó en varias oportunidades y siempre tuvo en mente lo que le había prometido a sus hijos, de arribar al final y lo cumplió.

«La verdad que no me importó la posición luego que vi que no tenía posibilidad de estar en la lucha por los primeros lugares. Lo único que me interesaba era llegar y cumplir con la promesa hecha a mis hijos. La vida sin sacrificio no es nada. Fue un gran honor el de poder hacer flamear la bandera uruguaya en la rampa, es el sueño de cualquier uruguayo», decía un Almeida muy emocionado por todo lo que ha pasado en esta edición del Dakar.

Seguidamente indicaba «Fue un Rally muy duro, demasiado duro diría yo. En la etapa de ayer cambié un poco mi mentalidad, mi pensamiento y traté de enterrar el muerto, de no velarlo más, mirar hacia adelante, porque pienso que no habría llegado. Gracias a Dios estamos en el final. Estoy muy contento con todos los que me apoyaron de una forma u otra como mi señora, que me bancó durante todo este año y medio, mis hijos, todas las personas que me ayudaron y que no quiero nombrarlas por miedo de olvidarme de alguno. También debo de recordar al «Oso» Lafuente quien me ayudó con su experiencia y con un montón de cosas que mejoraron mi actuación. Me hubiese encantado ayudarlo en el Dakar. Me queda un sabor amargo de haber tenido la oportunidad de haberlo ganado o quizás de haber estado en el podio ya que era una posición compartida porque justamente era lo que deseábamos los dos. Ojalá que otro Dakar nos de revancha».

Por supuesto que intervenir en esta carrera se hace con mucho esfuerzo más cuando faltan sponsors y un apoyo de parte del Ministerio de Turismo y Deportes «No se puede venir de esta forma, necesitamos más apoyo, por ejemplo el Ministerio de Turismo y Deportes, de que se ayude desde la Aduana exonerando los repuestos que compramos en el exterior. Hay muchas formas de ayudarnos y es sin poner plata. Después viene el Ministro de Deportes y nos entrega una placa en el 2012 donde hasta el nombre cambiado tenía. No quiero que vengan después del esfuerzo, sino que vengan antes para ayudarnos a dejar bien representado a Uruguay, dejarlo bien en el alto. Sin ningún ánimo de ser pedante, pero hay condiciones de poder estar más arriba, de estar peleando los primeros lugares, con orgullo, con pasión, no con política, sino con el corazón en la mano. Uruguayos somos todos y no solamente los que participan en una u otras disciplinas. Un ejemplo -hay varios en este Dakar- el Ministerio de Deportes de Venezuela apoyó en forma directa a sus tres mejores pilotos para que estuvieran presente. Ojo, esto no lo digo por mí sino por las generaciones que vendrán».

La tercera es la vencida y llegó al final «Muchas veces durante la carrera pensé que se me terminaba la participación, que tenía que abandonar, pero sacaba la garra charrúa y continuaba, durmiendo muchas veces 3 y 4 horas para luego estar sobre la moto entre 10 y 11 horas. Lamentablemente no se me dio como lo tenía pensado por diferentes motivos. Igual me di cuenta que tengo la capacidad y la experiencia para poder estar mucho más arriba. Hay que afinar algunas cosas pero se puede».

Ahora a pensar en el futuro «Sí, en el futuro inmediato es tratar de que me arreglen dos tendones del hombro derecho, lo que se hace a través de una operación e inmovilizar el hombro izquierdo para que recupere el movimiento. Por lo tanto por un buen tiempo voy a estar fuera de las carreras».

Un Mauro Almeida que cumplió con creces su objetivo, que puso todo para estar en el final de esta edición del Dakar y como dice él «objetivo cumplido».

Fuente: Robert Gianola.