La inédita experiencia de la primer Escuela de Investigación Antártica ya es destacada como un éxito científico para las autoridades de la educación terciaria de nuestro país.

Los 16 estudiantes de la Facultad de Ciencias que arribaron a las Base Artigas el pasado miércoles, realizan a diario junto a sus docentes interesantes salidas de campo e investigaciones científicas.

El Decano Juan Cristina realizó este fin de semana junto a los alumnos, una colecta y análisis de heces de pingüino y otras aves, en el marco de un trabajo enfocado a la detección temprana del virus de influenza y de la enfermedad de New Castle en aves silvestres de la Antártida, ya que las aves son reservorios de estos virus.

Cabe destacar que la detección de estos virus se realiza a través de las materias fecales frescas lo que constituye un método no invasivo de obtener las muestras sin afectar a las aves, en el marco de lo que se llama epidemiología preventiva: saber si las aves que habitan la Antártida están infectadas por los virus mencionados.

Todos los análisis hasta el momento han dado negativos tanto en pingüinos como en Skúas.

La escuela se desarrolla con total normalidad, con clases teóricas en la mañana y salidas de trabajos prácticos por la tarde, los cuales incluyen la realización de los distintos muestreos en alrededores de la Base, el Lago Uruguay y la Caleta Norma.

Las muestras se trabajan posteriormente en los laboratorios en grupos pequeños, analizando las muestras colectadas o discutiendo artículos científicas.

“Todo está funcionando muy bien y ha superado nuestras expectativas. El personal de la dotación de la Base, nos ha recibido con una impresionante hospitalidad, calidez y permanente buena disposición para resolver todos los aspectos de este trabajo que a veces genera múltiples requerimientos”, expresó la Doctora en Zoología y Presidenta del Claustro de la Facultad de Ciencias, Bettina Tassino.

Agregó que “los muchachos están muy entusiasmados con la experiencia en sus múltiples aspectos: el trabajo académico, la sorpresa de salir a hacer salidas y encontrarnos con pingüinos o la colaboración en la cocina, ya que a todos nos toca un día de ‘pinche’ o ayudante de cocina”.