Estas son las propuestas que ADES Montevideo realizó al CODICEN en la última instancia en que se reunió el ámbito de negociación sobre la aplicación del Plan Tránsito. Aún estamos aguardando una respuesta de las autoridades acerca de si aceptan o no nuestras propuestas, así como la confirmación de si están dispuestos o no a continuar negociando. Queremos ser claros respecto a que si se suspenden las negociaciones, será responsabilidad de las autoridades de la educación.

Montevideo, 24 de febrero de 2014

ANEP.

Consejo directivo Central.

Consejera Mtra Teresita Capurro.

Por la presente, ADES Montevideo traslada a usted un conjunto de propuestas para el seguimiento de los estudiantes que ingresan al primer año de la enseñanza media básica, oportunamente realizadas en el último ámbito de negociación, respaldadas por los núcleos docentes de los liceos 38, 40, 46 y 62 y avaladas por nuestro sindicato.

Nuestro propósito es que se de cabida a estas propuestas en lugar de la Fase 3 del Plan de Tránsito entre Ciclos Educativos, que se aplica en los antedichos establecimientos sin el respaldo de los docentes que allí trabajan (y en algunos casos incluso sin el conocimiento previo), excluyendo además lo que los colectivos ya venían realizando en materia de seguimiento y acompañamiento a los estudiantes.

1) Reducir el número de estudiantes por grupo, estableciendo a través de la Oficina Reguladora un máximo de 25. Si bien esta es una reivindicación general de nuestro sindicato para todos los liceos, en este caso, por tratarse de una negociación que tiene como eje el Plan de Tránsito entre Ciclos Educativos, realizamos la propuesta para los liceos involucrados, pues, según se nos ha informado, es en ellos donde se han detectado los principales problemas de desvinculación. Sabido es que la detección de problemas de aprendizaje o de otra índole que puedan estar afectando el rendimiento

de los estudiantes, así como la contribución o derivación a especialistas (si existiese tal posibilidad) para su superación, es más fácil de realizar en grupos reducidos, resultando casi imposible en grupos superpoblados.

2) Los adscriptos son, en las instituciones liceales, los actores que asumen la tarea de nexo entre los estudiantes, los docentes, el equipo de dirección, el equipo multidisciplinario (si es que existe) y los adultos del hogar de los estudiantes. Sucede que, si un adscripto tiene a su cargo cinco grupos de 40 alumnos cada uno, acompaña a los estudiantes cuando es necesario y realiza toda la tarea administrativa que el cargo implica (partes diarios, registro de inasistencias de los estudiantes, etc.), es mínimo o nulo el tiempo del que disponen para interactuar con los diferentes actores.

Además, a todo esto debe sumársele que muchas veces los adscriptos asumen voluntariamente, en pos del mejor funcionamiento del centro, funciones que no les corresponden, como recibir comunicaciones telefónicas, tareas de portería, abrir y cerrar los liceos en los horarios correspondientes, etc. Es por ello que proponemos que a cada adscripto le corresponda un máximo de tres grupos. Al igual que en el punto anterior, si bien se trata de una reivindicación general de nuestro sindicato para todos los liceos, en este caso realizamos la propuesta para los liceos involucrados.

3) Los equipos multidisciplinarios, integrados por psicólogos, asistentes sociales y educadores sociales casi no existen en los liceos de todo el país. En la mayoría de los centros de enseñanza media básica existen uno o dos de estos especialistas, pero con 10 o 20 horas semanales de trabajo para abordar los problemas que los docentes detectan en el total de los estudiantes, que, salvo excepciones, oscilan de 500 a 1.000 por establecimiento. Se entenderá, pues, que no es posible derivar a especialistas los problemas que muchos estudiantes atraviesan. En los hechos, estos especialistas,

cuando los hay, se limitan a atender las situaciones más urgentes, sin que dispongan del tiempo necesario para el acompañamiento sostenido de los estudiantes. Al igual que en los puntos anteriores, nuestra reivindicación general y particular en este caso, es que haya un especialista de cada una de estas áreas con 20 hs semanales de trabajo por turno liceal. Entendemos que, de esa manera, será posible un trabajo coordinado entre los docentes y el equipo multidisciplinario, generando relevamientos periódicos que permitan contribuir a la superación de las dificultades de los estudiantes. De no ser posible la instrumentación de esta medida a la brevedad, consideramos que la Administración podría realizar convenios con otras instituciones públicas que brinden apoyo en las áreas mencionadas, respetando siempre el marco educativo de las instituciones liceales.

4) Los psicopedagogos, en tanto se ocupan del aprendizaje y sus alteraciones, pueden contribuir muchísimo a detectar, diagnosticar y tratar los problemas de aprendizaje de los estudiantes, contribuyendo a optimizar su rendimiento. El diagnóstico psicopedagógico adquiere gran importancia al ser una guía para, a partir de sus resultados, planificar el tratamiento de las dificultades, apoyándose en las habilidades detectadas en cada estudiante evaluado. El trabajo con estos especialistas se vuelve, pues, una herramienta de suma importancia para el seguimiento de los estudiantes y la mejora de sus rendimientos académicos. No alcanza con diagnosticar los problemas de aprendizaje, como actualmente sucede en la Administración. Si no se ofrece a los estudiantes la posibilidad de un tratamiento que les permita superar sus dificultades de aprendizaje, se los está condenando a estancarse en sus posibilidades, particularmente si se trata de jóvenes pobres que no pueden acceder a los costosos tratamientos que sí existen en el área privada. Si bien exigimos la contratación de psicopedagogos para todos los liceos y en la cantidad necesaria, en este caso proponemos su más rápida incorporación a los centros involucrados y, al igual que en el punto anterior, estamos abiertos a la posibilidad de que la Administración realice convenios con otras

instituciones públicas que brinden apoyo en esta área, respetando siempre el marco educativo de las instituciones liceales.

5) Muchos de los factores que pueden contribuir a la desvinculación de los estudiantes pueden ser detectados con mayor facilidad observando lo que sucede puertas afuera de la institución. En este sentido, la presencia de porteros estables en cada centro, que conozcan a los estudiantes y traten con ellos de acuerdo a los criterios de convivencia que deben existir en los liceos, puede contribuir a la detección de problemas. Es por ello que proponemos la contratación de porteros en cada centro, en un régimen de efectividad que les de continuidad en un mismo establecimiento.

6) Las bibliotecas son espacios que pueden desempeñar un rol importante en la tarea de seguimiento a los estudiantes. Los docentes de cada asignatura podemos coordinar con los Profesores Orientadores Bibliográficos (POB) la realización de actividades de los estudiantes en la sala de lectura del liceo, consultando los materiales correspondientes. Esas tareas, complementarias al trabajo en el aula y a las apoyaturas, se ven impedidas en muchos liceos por carencias de distinto orden. Muchas bibliotecas carecen de espacio para la lectura de los estudiantes en el lugar, siendo, en los hechos, un depósito de libros apilados y en mal estado. Muchos liceos carecen del suficiente y actualizado material bibliográfico. Muchas bibliotecas carecen de conectividad para la consulta de textos on line, o la señal es tan débil que la conexión se hace imposible. Muchos liceos carecen de

funcionarios de biblioteca, y los que hay son insuficientes para atender a los estudiantes de todos los turnos. En este sentido, proponemos la existencia de POB en todos los liceos y abarcando todos los turnos, contemplando en la carga horaria de los funcionarios su presencia en las coordinaciones docentes a los efectos de potenciar el seguimiento de los estudiantes.

7) La población estudiantil más propensa a la desvinculación de los centros de estudio suele ser la que pertenece a los sectores más pobres de nuestra sociedad. En tal sentido, una de las dificultades con que diariamente nos topamos en los liceos es la imposibilidad de muchos estudiantes para acceder a los materiales de estudio. Ante la ausencia de material bibliográfico suficiente para que cada estudiante tenga a su disposición los libros que necesite, la dinámica habitual es trabajar con repartidos elaborados por cada docente y que los estudiantes deben fotocopiar. Podemos afirmar

que muchos de los estudiantes con mayor probabilidad de desvinculación no pueden pagarse sus materiales de estudio. Eso hace necesaria la instrumentación de becas para acceder a las fotocopias. En algunos liceos esta medida se aplica desde hace años, pero a veces los recursos disponibles no permiten abarcar a todos los estudiantes que requieren este apoyo. En este sentido, proponemos

– La creación / reforzamiento de las becas para que todos los estudiantes puedan acceder en tiempo y forma a sus materiales de estudio.

– La adquisición de textos que permitan seguir los cursos de las diferentes asignaturas, así como de libros de entretenimiento (que son, muchas veces, los que introducen y/o refuerzan en los estudiantes el hábito de la lectura, esencial para la continuidad de los estudios).

8) El seguimiento a los estudiantes que puedan realizar los diferentes actores liceales debe verse reforzado en lo que hace estrictamente a los aprendizajes con las apoyaturas y, eventualmente, con las ya mencionadas actividades a realizar en la biblioteca liceal. Ello supone que los estudiantes deben permanecer muchas horas dentro del establecimiento, pues se suman las horas curriculares en un turno a las apoyaturas, la educación física y las actividades extracurriculares a contraturno.

En este sentido, una de las dificultades a superar es la de proporcionar alimentación a todos aquellos alumnos que no se encuentren en condiciones de proveérselo por sus propios medios. En los liceos que cuentan con un servicio de cantina (en varios no lo hay), suelen existir becas de alimentación, pero en una cantidad que no permite cubrir a la totalidad de los alumnos que lo necesitan. Muchas veces una porción de comida debe ser fraccionada en dos. En este sentido, solicitamos a ustedes los recursos presupuestales necesarios para que ningún estudiante se quede sin comer o con hambre, pues en esas condiciones no se puede estudiar. Asimismo, solicitamos a ustedes se dispongan espacios adecuados para la alimentación en los liceos, pues no corresponde que se almuerce en un corredor o en un laboratorio, que son a veces los únicos espacios disponibles.

Sabemos que un liceo no es un comedor y que su objetivo es educar, no alimentar; sabemos que lo ideal sería que cada estudiante pudiera proveerse su alimentación con recursos generados por los adultos de su hogar; pero la situación que atraviesan muchos de nuestros estudiantes hace necesario que se implementen este tipo de medidas paliativas.

9) En lo que respecta a la práctica de la educación física, que se realiza a contraturno, debe procurarse que existan instalaciones para cambiarse de ropa y ducharse dentro del recinto liceal, pues de lo contrario se obliga a los estudiantes a tener que regresar a sus hogares antes o después de la asignatura, y ello provoca llegadas tarde e inasistencias que, sabemos, muchas veces pueden ser un factor para que un estudiante propenso a dejar el liceo, lo haga. Esta situación se acentúa en los liceos de aluvión, a los que concurren estudiantes que viven muy lejos del liceo, y que deben disponer de mucho tiempo para trasladarse. Además, este tipo de situaciones no está contemplada

en la cantidad de boletos gratuitos que cada mes se da a los estudiantes (40). En algunos liceos existen las becas de transporte para atender las necesidades de los estudiantes más pobres, pero, al igual que en los casos de los materiales de estudio y la alimentación, los magros recursos de que disponen los liceos no permite atender a todos los estudiantes que lo necesitan.

10) Las salidas didácticas y actividades recreativas pueden contribuir enormemente en los procesos de enseñanza y aprendizaje, pero las dificultades a las que solemos enfrentarnos los docentes en esta materia muchas veces impiden su concreción. En primer lugar, existen obstáculos económicos, especialmente por la imposibilidad de muchos estudiantes para costearse los gastos que implican las salidas. Las rifas que generalmente se organizan para obtener recursos son compradas por padres y

docentes, que de esa forma terminamos poniendo el dinero faltante. Entendemos que la

Administración debe contribuir en este sentido. En segundo lugar, existen obstáculos burocráticos, como la negativa a los docentes de organizar una salida si ello implica no asistir a las clases de otros grupos. En la medida en que la mayoría de los docentes nos encontramos mutiempleados, las salidas didácticas terminan siendo imposibles cuando las autoridades hacen esta clase de planteos.

Solicitamos, pues, recursos y desobstruir las trabas burocráticas para salidas didácticas y

actividades recreativas.

11) A lo largo de su proceso de escolarización primaria, las escuelas generan un acopio de información de cada estudiante al que no tenemos acceso los docentes de enseñanza secundaria. Entendemos que al comienzo de los cursos podrían organizarse reuniones de antecedentes en las que los docentes de primaria puedan ofrecer a quienes trabajamos en la enseñanza media los aspectos principales acerca de las habilidades y dificultades de aprendizaje de los estudiantes, así como otras informaciones que se consideren relevantes.

A este conjunto de propuestas deseamos agregar algunas consideraciones:

– Las salas docentes, que se reúnen a partir de marzo, nuclean al conjunto de los docentes que trabajarán todo el año en cada centro, y son ellas las que deben asumir el protagonismo en la tarea de seguimiento y acompañamiento a los estudiantes, y es en ese sentido que necesitamos su respaldo para que sea posible instrumentar las propuestas que más arriba hemos planteado.

– A los efectos de superar ciertos obstáculos que suelen afectar la implementación de algunas de las propuestas que aquí realizamos, solicitamos establecer adecuados canales de comunicación entre los núcleos docentes y las autoridades correspondientes, que permitan resolver los inconvenientes que surjan con la mayor celeridad, en beneficio de los estudiantes.

– Deseamos puntualizar que daremos continuidad a las jornadas, talleres y demás actividades que desde hace años se realizan en diferentes centros a los efectos de dar el mejor recibimiento posible no sólo a los estudiantes que ingresan por primera vez a la enseñanza media, sino también a los que retornan y prosiguen sus estudios.

– Entendemos que no debe perderse de vista el rol esencialmente educativo que deben asumir las instituciones liceales, así como su imposibilidad de solucionar los gravísimos problemas socioeconómicos que atraviesan muchos de nuestros estudiantes, que padecen dificultades de alimentación, vestimenta, salud, vivienda, etc. Confiamos plenamente en la capacidad de las instituciones educativas para formar sujetos críticos y reflexivos, capaces de asumir con responsabilidad y solidaridad la construcción de una sociedad mejor, pero sin olvidar que son otras las instituciones que previamente deben ofrecer respuestas a las necesidades básicas insatisfechas de los sectores más pauperizados de la población.

Un liceo puede contribuir a la corrección de las desigualdades sociales, pero no es, por sí solo, un generador de cambios.

Esperamos su confirmación del nuevo ámbito de negociación agendado inicialmente para el lunes 10 de marzo, a las 13 hs., con su participación y la de integrantes del Consejo de Educación Secundaria, con sede tentativa en nuestro local sindical.

Saludamos a usted muy atentamente Comisión directiva de ADES Montevideo

FENAPES

ASOCIACIÓN DE DOCENTES DE ENSEÑANZA SECUNDARIA

FENAPES – CSEU / PIT – CNT

(CON PERSONERÍA JURÍDICA)

JUAN CARLOS GÓMEZ 1459 – TELEFAX 2915.19.67

adesm@montevideo.com.uy