Los industriales de la vecina orilla (uruguayos) ven «una luz» para las relaciones comerciales. El conflicto por las trabas aduaneras

Pasaron muy pocos días de que el canciller uruguayo Luis Almagro reconociera que «se pudrió todo» con Argentina. Ayer, en Montevideo la sensación era radicalmente distinta. En una reunión con industriales, el funcionario transmitió que en los próximos días los vínculos comerciales podrían «recomponerse». Es que Uruguay pasó de la «lista negra» a la «lista de amigos de la Argentina», informaron las autoridades diplomáticas.

Las esperanzas de resurrección de la histórica relación surgieron luego del encuentro que mantuvieron la presidente Cristina Kirchner, y su par José Mujica. La orden para el servicio exterior sería volver a sentarse a negociar con el objetivo de resolver los diferendos entre ambos países.

«Desde el punto de vista comercial vemos una luz en la relación con Argentina y eso nos deja contentos», sostuvo uno de los asistentes de la reunión con Almagro, el presidente de la CIU, Javier Carrau. En diálogo con el diario El País, agregó: «La preocupación es el atraso en las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI). El canciller nos dio la novedad de que este tema se estaría reencaminando».

La irritación por las DJAI no es nueva. Con el tiempo, los certificados de aprobación se fueron acumulando ante las dilaciones de Argentina, y hoy las importaciones uruguayas demoradas ascienden a más 34 millones de dólares.

Las relaciones bilaterales se deterioraron desde la llegada de la pastera ex Botnia-UPM a las costas de la ciudad de Gualeguaychú. En los últimos años, el quiebre se profundizó luego de que el gobierno kirchnerista comenzó a tomar medidas para cuidar las reservas de dólares, a partir de trabas comerciales a las importaciones, recargos para el turismo en el exterior, y finalmente, la devaluación. Estas decisiones causaron un sensible daño directo a la actividad económica uruguaya.

Cautela

Pese a la señal positiva que llegó desde Buenos Aires, en el sector privado de la orilla vecina intentan mantener cautela. El presidente de la Comisión de Comercio Exterior de la CIU, Rafael Sanguinetti, planteó que la normalización del comercio con Argentina «no será automática». Creen que las correcciones serán graduales, debido a las turbulencias económicas que atraviesa el gobierno de Cristina Kirchner.

El vicepresidente de esa entidad, Gabriel Murara, apuntó que todo dependerá de «la confianza» que perdieron los industriales con Argentina, ya que «no se recupera de un día para el otro. «Hay que tener en cuenta que hoy exportamos US$ 200 millones menos producto de las dificultades que han encontrado las empresas en los últimos años», señaló a El Observador.

Fuente: www.tiempopyme.com