El Bob Barker es atacado por tercera vez.

Desde las 5:15 AEDT la flota ballenera japonesa ha lanzado un ataque contra el Bob Barker, con el Yushin Maru y el Yushin Maru Nº3 arrastrando un cable de acero por delante de la popa del barco de Sea Shepherd en un intento de inutilizar su hélice y su timón. El Nisshin Maru se encontraba a 40 millas náuticas del Bob Barker en el momento en que comenzó el ataque. Los dos ataques anteriores duraron nueve y seis horas respectivamente, de manera que la tripulación del Bob Barker se prepara para una larga noche.

Hoy domingo 2 de marzo aproximadamente a las 10:05 AEDT, Sea Shepherd localizó al buque factoría de la flota ballenera japonesa Nisshin Maru a 74°23’ S, 178°55’ O dentro de la Dependencia del Mar de Ross, con el cuerpo sin vida de un rorcual aliblanco protegido a bordo y la sangre fluyendo por los costados del buque. También fueron fotografiados bloques de carne de ballena en la cubierta junto con la cabeza cortada de un ballena descuartizada recientemente.

El buque factoría fue localizado por el helicóptero del Steve Irwin, que ha hallado a la flota ballenera en cuatro ocasiones esta temporada. El Steve Irwin y el Bob Barker se encuentran próximos al buque factoría.

El Capitán del Bob Barker Peter Hammarstedt decía: “Cada vez que hemos localizado al Nisshin Maru, la flota de Sea Shepherd ha sido atacada por los balleneros con emboscadas nocturnas. A pocas horas de que oscurezca, mientras acortamos la distancia con la rampa del Nisshin Maru, sabemos que pronto tendremos a los buques arponeros cruzando nuestras proas arrastrando cables de acero y con muchas posibilidades de que nuestros barcos puedan acabar inutilizados en las peligrosas y gélidas aguas antárticas. Después de sufrir dos extenuantes ataques, creemos que el tercero es inminente. Tenemos a treinta y ocho australianos y tres neozelandeses a bordo de los barcos de Sea Shepherd. Pedimos a los gobiernos de Australia y Nueva Zelanda que sean firmes ante al gobierno japonés y envíen un mensaje claro de que no tolerarán otro ataque no provocado contra sus ciudadanos que están haciendo cumplir el derecho internacional.”

Es la segunda vez en esta temporada que Sea Shepherd ha documentado a la flota ballenera cazando furtivamente en el Santuario de Ballenas del Océano Austral. El 5 de enero, Sea Shepherd publicó las incriminatorias fotografías y vídeos del Nisshin Maru con tres rorcuales aliblancos protegidos que mataron en pleno santuario. Las cubiertas manchadas de sangre del buque factoría estaban cubiertas con los restos de una cuarta ballena, incluyendo la cabeza y la columna vertebral.

Es la segunda vez en seis días que Sea Shepherd localiza a la flota ballenera japonesa. Los balleneros han permanecido fuera de sus áreas de caza preferidas autodesignadas del Mar del Ross gracias a la implacable patrulla y vigilancia de la región por parte de Sea Shepherd.

Sea Shepherd cree que ha conseguido interrumpir con éxito las operaciones balleneras en la primera oportunidad que han tenido los balleneros de reanudarlas.

En julio de 2013, los gobiernos de Australia y Nueva Zelanda impugnaron la legalidad de la llamada “caza de investigación científica” de ballenas por parte de Japón ante la Corte Internacional de Justicia. El caso está pendiente de veredicto.

El Capitán del Steve Irwin Siddharth Chakravarty decía: “No podemos contentarnos con

que los políticos, cuya obligación es mantener vivas y protegidas a estas ballenas, ignoren sus responsabilidades internacionales y los deseos de sus votantes. Instamos al ministro australiano de medio ambiente Greg Hunt y al ministro de exteriores de Nueva Zelanda Murray McCully a que miren a este rorcual aliblanco muerto, asesinado brutalmente en un santuario de ballenas reconocido internacionalmente, que tanto Australia como Nueva Zelanda afirman su compromiso en defenderlo, y se pregunten si realmente creen que ellos y su gobierno han hecho lo posible por detener esta matanza ilegal.”

Sea Shepherd sigue siendo la única organización en el Océano Austral comprometida en

la defensa de la integridad del Santuario de Ballenas, interviniendo directamente contra las operaciones ilegales de la flota ballenera japonesa.