“Comprometo mi palabra que es lo más valioso que tengo, toda mi fuerza y mi energía para que Luis Lacalle Pou sea el presidente de los uruguayos” dijo un emocionado Jorge Larrañaga luego de finalizar su oratoria tras ser proclamando por unanimidad como candidato a la vicepresidencia de la República por el Partido Nacional.

En un clima de esperanza la Convención del Partido Nacional reunida el sábado 26 en el local de Cambadu en Montevideo aprobó además de la candidatura de Larrañaga, también por unanimidad, el programa único de gobierno.

Tras la proclamación como candidato a la vicepresidencia de la República Larrañaga afirmó convencido que “la unión nos hará fuerza, pero sobre todo nos hará gobierno” y agregó “los avatares de la política me hicieron elegir una trinchera”.

“Estamos apoyando lo que tenemos que apoyar, lo que han decidido las urnas”, subrayó y señaló que “estamos encolumnando a las dos grandes vertientes de nuestro partido (…) Sumando los esfuerzos, los sentimientos, para que puedan tener todos los uruguayos una esperanza”.

“Por el resguardo del país entero, dentro de 128 días tenemos que alcanzar la victoria del Partido Nacional”, dijo Larrañaga.

Destacando la necesidad de entendimientos y de vivir en un país “sin miedo” Larrañaga también fue crítico con algunos aspectos del gobierno actual: “Tras diez años de crecimiento económico no nos pueden explicar porque hay peor educación, peor salud, y peor seguridad”.

Luego del discurso de Larrañaga se dirigió a la Convención Nacional el candidato a presidente Luis Lacalle Pou quien destacó el acuerdo alcanzado en el programa único de gobierno.

“Perdieron los que decían que no íbamos a ponernos de acuerdo” y recordó que “en campaña, lo que decía yo y lo que decía Jorge era la columna vertebral, matices: obvio, por suerte”, subrayó y dijo “el afecto no se demuestra en la coincidencia total”.

“Esperamos que nuestro programa sea materia de debate, pero difícil que el chancho chicle. Mejor ni digamos esa palabra porque causa alergia”, agregó en alusión a la negativa permanente del candidato oficialista a debatir propuestas de gobierno.

Lacalle Pou quiso dejar bien en claro algunos aspectos sobre los que ha basado gran parte de su discurso y programas: “Se dice que si ganan los blancos se terminan los planes sociales. Por favor, respetemos el intelecto de la ciudadanía”. En esa línea destacó la sensibilidad de gobiernos departamentales y locales nacionalistas “que por suerte hay muchos en el Uruguay”.

Lacalle Pou dijo que después de diez años (de gobierno del Frente Amplio) “quedó claro que mas gobierno no es mejor gobierno”. Y también dijo que el “Estado le saca mucho a la gente y lamentablemente le devuelve poco” para dejar en claro que: “Tenemos que terminar con la envidia del éxito. Queremos ser socios del éxito personal que se desparrama en la sociedad”.

A su vez se refirió a la situación económica, al respecto lamentó que “la economía” que “no debía ser un problema. En el mejor momento de la economía nacional, el gobierno… la convierte en problema.”

Según Lacalle Pou “está el fantasma del 50 y el cuco del 2014: que ganan los blancos”, bromeó el candidato a la presidencia.

El final del discurso del candidato a presidente estuvo a tono con el sentir de la Convención Nacional, “Corremos con la posibilidad de que a partir del 1º de marzo de 2015 nos toque gobernar ahora y gobernar bien”

Entre los convencionales se percibía una sensación contagiosa de esperanza y de ganas de trabajar por la victoria del Partido Nacional. En las conversaciones era unánime el comentario de la fortaleza de la fórmula y la fuerza que le da a la misma un Partido Nacional unido.