“Uno de los desafíos que enfrenta el sector ante la necesidad de materia prima, será el incremento de la superficie forestal y para ello la estrategia de la Dirección General Forestal será propender al logro del Manejo Forestal Sostenible”.

Así se expresa en el documento Actualidad del sector forestal en el marco del Anuario OPYPA del MGAP elaborado por los técnicos Leonardo Boragno y Mariana Boscana.

Algunos de los elementos centrales expresados en el informe expresan:

“El sector forestal en Uruguay continua avanzando a paso firme. El interés de empresas forestales de invertir en Uruguay frente a otros países u otras regiones del mundo se explica por las ventajas comparativas que ofrece, dentro de las cuales se encuentra un adecuado marco legal, una logística razonable y en proceso de mejora, la inexistencia de conflictos territoriales y un contexto político, cultural y social históricamente estable.

Otro aspecto vinculado a esto último ha sido la buena respuesta de los técnicos y demás recursos humanos del país, los cuales siempre han respondido a los desafíos de la transformación adecuándose a los altos requerimientos de estas industrias.

Uno de los desafíos que enfrenta el sector ante la necesidad de materia prima, será el incremento de la superficie forestal y para ello la estrategia de la Dirección General Forestal será propender al logro del Manejo Forestal Sostenible.

La fase silvícola continúa en un proceso de innovación técnica y científica que ha permitido maximizar los recursos para alcanzar un producto cada vez de mayor calidad con un manejo sostenible abalado por la certificación internacional de sus bosques y la cadena de custodia.

La fase industrial presenta dos panoramas bien diferentes uno el que involucra la cadena celulósica con perspectivas de crecimiento ordenado y sostenible, y el sector de la transformación mecánica de la madera con desafíos muy diferentes según el tipo de industria involucrada, productos y mercados con los que trabaja. La industria de la madera sólida de Eucaliptus se muestra más estable y con mejores proyecciones al corto y mediano plazo.

Mientras que la industria de la madera de coníferas tiene la dificultad de contar con mayor volumen disponible que la capacidad actual de procesamiento, por lo que es indispensable buscar una alternativa para toda esta madera que hoy tiene un destino incierto.

Otro concepto que se está desarrollando en Uruguay es el de bioeconomía sostenible, que se traduce en la búsqueda de productos tales como la biorefinería, biomateriales, bioenergía y madera reciclada, lo que nos llevaría hacia el concepto de una economía circular.

En este contexto, el desafío es consolidar un sector maduro que continúe aportando a la economía y a la diversificación de productos en el país.

Transformación mecánica de la madera

Durante el año 2017 se obtuvieron datos de 62 aserraderos, en el marco de la “Encuesta de Aserraderos” realizado por los técnicos de la División Evaluación e Información de la Dirección General Forestal del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca. Las empresas encuestadas fueron aquellas identificadas como “Industrias de transformación mecánica de la Madera”, específicamente industrias del aserrío, exclusivamente de transformación primaria de la madera (no fueron consideradas las carpinterías, plantas de impregnación y fábricas de tableros).

Los trabajadores totalizan según los aserraderos encuestados 1.309 personas entre permanentes y transitorios, siendo el 97,4% de los trabajadores declarados permanentes.

Rivera fue el que presentó el mayor número de aserraderos, con un total de 14 empresas.

Le siguen en orden de importancia Canelones con 11, Paysandú con 8, Tacuarembó con 7, Treinta y Tres con 5, Cerro Largo y Montevideo con 4 cada uno. Los departamentos con menor número de aserraderos relevados fueron: San José, Colonia, Lavalleja, Durazno y Soriano.

El consumo total de materia prima para el año 2016 fue de 804.082 metros cúbicos (m3).

El 51% correspondió a madera de Pinus (Pinus taeda y Pinus elliottii), el 47% a madera de Eucalyptus (mayoritariamente Eucalyptus grandis y en menor escala Eucalyptus camaldulensis y E. tereticornis), el 1% a madera de Salicáceas (género Populus) y 1% a mezcla de Pinus y Eucalyptus.

El departamento con mayor procesamiento de madera sólida fue Rivera con un 65% del total relevado a nivel país, siendo el consumo en proporción muy similar entre los dos géneros de Pinus y Eucalyptus. Le sigue Paysandú con un 17% con un predominio del género Pinus. Luego los departamentos de Canelones y Tacuarembó con predominio del género Eucalyptus y Pinus respectivamente. Vale aclarar que el departamento de Tacuarembó incrementó en el año 2017 el consumo de pino (aproximadamente en 240.000 m3), debido a un nuevo aserradero que aumentó su producción en este año.

Existe una fuerte concentración en la industria del aserrío dado que cuatro aserraderos representan un 68% del volumen total procesado al año 2016.

Los aserraderos grandes se definen como aquellos que consumen más de 100.000 m3, son exportadores directos de la gran mayoría de sus productos, integran tanto la fase agraria con la fase industrial, tienen garantizada la disponibilidad de materia prima y la localizan en un radio próximo a la industria. El tipo de productos que elaboran depende del género procesado. Estas industrias aprovechan la totalidad de sus subproductos, generando energía a partir de la biomasa residual. Por la tecnología aplicada y la exigencia de los mercados exportadores, el personal ocupado requiere mayor capacitación, presentan altas medidas de seguridad y una mayor formalidad del empleo.

Los aserraderos medianos se ubican entre 20.000 y 100.000 m3  consumidos anualmente, apuntan en un 80 % a la colocación de sus productos en el mercado externo. Si bien la mayoría tiene integrada a su empresa la logística de cosecha, carga y transporte de madera, solo una empresa de cinco posee bosques propios. Estos representan un 8% del total de aserraderos del país y consumen el 31% del volumen de madera rolliza con fines de aserrío.

Los aserraderos menores son aquellos que consumen hasta 20.000 m3 son dependientes de la disponibilidad de materia prima. Estas empresas destinan sus productos en su totalidad al mercado interno.

Los aserraderos del sur del país, obtienen su materia prima de un radio entre 200 y 300 km, mientras que los del norte o el litoral la adquieren en un radio de entre 50 a 100 km.

También se identificó que los aserraderos más chicos tienen un promedio  de distancia para su abastecimiento mayor que los aserraderos grandes, mientras que los primeros promedian 150 km de radio, los segundos promedian 50 km.

Para el año de la encuesta la relación entre el procesamiento con respecto a la capacidad máxima instalada a nivel nacional promedió un 61%, lo que equivale a un potencial de procesamiento de alrededor de 1,5 millones de metros cúbicos anuales.

Como información complementaria se presentan los datos de comercio exterior, donde al año 2016 Uruguay exportó madera aserrada a 39 países. La exportación en valor de productos de madera aserrada en el total de productos exportados del sector fue del orden del 4,5%. El destino principal de la madera aserrada de no Coníferas en valor fue China, seguido de Reino Unido, Sudáfrica, Corea del Sur y Estados Unidos. En el caso de la madera aserrada de Coníferas el principal destino en valor fue Estados Unidos, seguido de China, México, Guatemala y Vietnam. Independientemente de la especie, el 19% del valor total exportado presentó como destino principal Estados Unidos, seguido de China con un 16%, Sudáfrica con el 11% y Corea del Sur con el 9%.

El valor FOB de las exportaciones de madera aserrada durante el año 2016 fue de U$S 67,5 millones, incrementándose al año 2017 en el orden del 29%.

Como se mencionó anteriormente la producción de tableros no estaba considerada en dicha encuesta, pero el peso que tiene tanto en volumen como en el alto valor agregado de sus productos hace de esta industria de las más importantes del sector. El volumen de materia prima consumida durante el año 2017 fue de 328.735 m3  de Coníferas y 245.843 m3 de No coníferas. La producción de madera contrachapada fue de 49.699 m3 de tableros de Pinus, 10.314 m3 de tableros de Eucalyptus y 180.560 m3 de tableros de mezcla de estas dos especies. El valor FOB de las exportaciones de este producto fue en el año 2017 de U$S 63,7 millones.

Pulpa de celulosa de fibra corta

El mercado mundial de fibra corta se muestra a nivel mundial con un moderado crecimiento, esto se ha visto reflejado en los aumentos en producción de los países del hemisferio sur que se encuentran en esta zona geográfica. La cadena celulósica en Uruguay se encuentra consolidada y en crecimiento, el desafío se centra en mantener las condiciones de competitividad frente a los países de la región. La instalación de una tercera planta posicionaría a la celulosa como el principal rubro exportador del país, lo que marca el peso en la contribución del sector en la economía del país. Es de esperar que las mejoras en la infraestructura que se plantean desarrollar en los próximos años permitan bajar los costos de logística.

Uruguay se ha posicionado en el mercado de la celulosa de fibra corta gracias a las características de sus suelos y un clima adecuado que permiten obtener ciclos biológicos competitivos. El otro aspecto es el marco legal que le ha dado solidez y ha generado la confianza de los inversores. Esto permitió la instalación de dos industrias con los estándares más altos a nivel mundial.

La producción de celulosa de fibra corta en Uruguay fue para el año 2017 de 2,64 millones de toneladas, destinándose la mayoría al mercado exterior y cubriendo la totalidad de las necesidades del mercado interno.

El valor FOB de las exportaciones durante el año 2017 fue de U$S 1,3 mil millones siendo el mercado Chino el principal destino de este producto con un 38,4%, aunque los países europeos en su conjunto significaron el 51,7%”.

Fuente Imagen: invertirviviruruguay.com