Cerema MaldonadoLa Subcomisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Representantes recibió al doctor Gustavo Borthagaray, representante del Centro de Rehabilitación de Maldonado (Cerema) a los efectos de solicitar apoyo de donaciones especiales para cumplir de mejor forma la función.

Esta institución ya recibió partidas en anteriores rendiciones de cuentas.

BORTHAGARAY (Gustavo). Cerema es el acrónimo del Centro de Rehabilitación de Maldonado. Es un centro de rehabilitación física, cognitiva, neurológica y psicológica. Es un centro de tratamiento global; sería un tercer nivel ambulatorio, teniendo en cuenta la complejidad del trabajo. Asistimos a usuarios del sistema público en forma gratuita, igual que a los usuarios de la Intendencia Departamental de Montevideo. También atendemos en forma privada a usuarios de prestadores integrales. Atendemos pacientes a partir de los quince años con secuelas de afecciones graves; de moderadas a severas. Estamos hablando de lesiones medulares, de personas con agravio encefálico agudo, básicamente por ACV, traumatismo, algunas misceláneas y enfermedades infecciosas, oncológicas y postcirugías que dejan una secuela neurológica. Este tipo de asistencia no está dentro del PIAS, es decir, de la canasta de prestación mutual. Por lo tanto, es una asistencia muy particular, lo cual nos transforma en un centro de referencia nacional. El otro centro en Uruguay que hace un tratamiento con la intensidad y con la capacidad instalada como nosotros es el Banco de Seguros del Estado, pero está restringido a los trabajadores. Digo esto para que tengan una idea del tipo de trabajo que hacemos. Del total de nuestros pacientes, el 53% sufrieron un ACV o un TEC; el 21% tiene lesiones medulares y el otro 26% es por miscelánea. En cuanto a la procedencia, el 60% de los pacientes que atendemos provienen del área pública. Por lo tanto, los atendemos de forma gratuita. El otro 40% provienen del sector privado. En ese caso, la prestación de Cerema la tienen que pagar de su bolsillo. Para que estos pacientes accedan a Cerema se hace una valoración de ingreso, como hacemos con todos los pacientes, pero en este caso se hace también una valoración de capacidad de pago; se estudia el patrimonio y el ingreso del núcleo familiar. Tenemos un baremo, que va de la categoría 1 a 11; la 11 es la más cara y la 1 la más barata. La mayoría de los pacientes terminan en la categoría 2, 3 o 4. ¿Con esto qué quiero decir? Que nosotros tratamos muy firmemente que la persona adquiera el tratamiento al menor costo posible, de acuerdo con sus posibilidades. Por lo tanto, cuando hablamos del ingreso privado, comparado con los ingresos totales, es un ingreso menguado. Luego voy a entrar a analizar eso en detalle. Con respecto a las edades, el 40% de los pacientes tienen entre 15 y 40 años; el 30% tienen entre 41 y 60. O sea que el 70% de nuestros pacientes son menores de 60. Esto estadísticamente viene bajando año a año fruto de los accidentes y de la incidencia mayor de ACV en edades más jóvenes. Un 30% son pacientes de 61 años en adelante. ¿Cuántos pacientes atendemos? El año pasado atendimos 262 pacientes y realizamos 12.000 consultas o asistencias en el correr del año. Es una actividad muy intensa. Nuestra modalidad de trabajo es en equipo; tiene esa particularidad. No se da en los otros sistemas, salvo en el BSE. Todos los técnicos trabajan simultáneamente todos los días y con el mismo paciente. Cuando el paciente va tiene acceso a todo el equipo que paso a detallar a continuación. Tenemos médico fisiatra -que ahora se llama médico rehabilitador-, neurólogo, terapeuta ocupacional, psicólogo, neuropsicólogo, fonoaudiología, asistencia social y nutricionista. También hacemos readecuación para la práctica de actividades deportivas cuando el paciente ya está de alta o próximo a ella. Reitero: todo el equipo trabaja en el mismo momento. Cuando el paciente va a Cerema lo ven los distintos especialistas el mismo día; no tiene que pedir hora en forma secuencial. No es que hoy lo ve el fisioterapeuta y tiene que pedir hora para dentro de diez días para que lo vea el neurólogo. No; se consulta en el mismo momento y se programa. Es muy trabajosa la coordinación; tenemos una persona especializada en coordinar para que la asistencia sea intensa y multidisciplinaria. ¿Con cuánta gente trabajamos? Tenemos veintiún funcionarios, de los cuales diecinueve son asistenciales. Hay solo dos administrativos, lo que refleja la intensidad del trabajo de salud que mencionaba hace un momento. El trabajo en equipo implica trabajar en la parte académica y formativa. Cerema también es un centro de formación para sus propios funcionarios y también para estudiantes de carreras. Tenemos a estudiantes de la Udelar y residentes de Fisiatría que hacen pasantías, sobre todo en el último semestre de R3. También tenemos convenios con las universidades instaladas en el departamento, como la Universidad de la Empresa, la Universidad Católica, la Asociación Cristiana de Jóvenes, que hacen práctica en Cerema. A su vez, Cerema trabaja académicamente en la formación de trabajos que se han publicado regularmente. En 2022, el equipo médico de Cerema participó de dos congresos: uno europeo, en Portugal, y en el congreso mundial de rehabilitación, que se realizó en Cartagena, Colombia. El equipo actuó como corrector de los trabajos en inglés para ser aceptados por el congreso. O sea que el equipo tiene una actuación destacada. A su vez, presentamos trabajos sobre rehabilitación de lesionados medulares. Este equipo médico forma parte también de la Asociación Latinoamericana de Lesiones Medulares. Cerema es un centro especializado de referencia nacional, con un equipo afiatado, que ya tiene tres años y medio de experiencia. Se fundó en enero de 2010. ¿Qué otros servicios brindamos? Tenemos una Unidad Especializada de Espasticidad; administramos toxina botulínica, que se obtiene a través del Fondo Nacional de Recursos. Asimismo, tenemos una Policlínica de Autocateterismo Vesical Intermitente Limpio. Es muy importante lo que aprenden los pacientes nuestros. También tenemos un taller para lesionados medulares. Esto se hace entre Psicología y Terapia Ocupacional. Asimismo, talleres para los cuidadores. En Cerema no puede ingresar ningún paciente sin el cuidador que lo acompañe. Se trata de trabajar con el núcleo familiar o el núcleo de cuidados de ese paciente. Concurren todos los días, pero a su vez se hacen talleres específicos para ellos y reciben asistencia psicológica, tanto el paciente como el familiar. También hacemos visitas domiciliadas. Ese trabajo es muy particular. Habitualmente van en dupla una psicoterapeuta y una terapista ocupacional, visitan los domicilios de los pacientes, identifican las barreras arquitectónicas, cómo tienen que distribuir los muebles, cómo tienen que modificar y adaptar la casa a esa nueva situación de vida. El trabajo no solo se reduce al centro físico donde trabajamos, sino también al domicilio. Obviamente, también trabajamos en comunidad con todas las asociaciones que atienden discapacidades en el departamento de Maldonado y con la Institución Nacional de Derechos Humanos. Asimismo, tenemos un programa de deporte adaptado. También hemos tenido colaboraciones por trabajar con el Mides en el nuevo sistema de cuidados y a través de Pronadis y de Cenat para que el paciente tenga las ayudas técnicas. Dado que nuestros pacientes son del prestador integral público, estamos trabajando muy estrechamente con la Regional Este de ASSE para poder interactuar más intensamente los servicios y coordinar que los pacientes sean bien referidos; tener contrarreferencia de todas las técnicas que usamos. También estamos viendo el trabajo en compartir la historia clínica electrónica. Nosotros tenemos nuestra propia historia clínica electrónica, pero nos interesa poder trabajar en red con ASSE, dado que recibimos pacientes de lugares lejanos. El núcleo duro de Cerema es el tema financiero, por lógica. Tenemos fondos públicos y fondos de recaudación privada. En los fondos públicos tenemos tres orígenes financieros. El más importante en volumen de dinero es el convenio de gestión con los Ministerios de Economía y Finanzas y de Salud Pública, que está por ley presupuestal. Recibimos $ 4.140.000 al año. Después tenemos un convenio firmado con la Intendencia de Maldonado -como saben, hasta fin del gobierno departamental- por el que recibimos $ 3.000.000 anuales. Producto de la rendición de cuentas del año pasado, tuvimos un refuerzo a través de ASSE de $ 1.300.000. Esos son los ingresos garantidos. En cuanto a los fondos privados, hay alguna venta de servicio a prestadores integrales del departamento; se llama diagnóstico neuropsicológico. Es un ingreso pequeño que está bastante garantizado. Además, está la venta de servicios a pacientes que tienen que pagar del bolsillo. Este es un ingreso que no está garantizado; es sumamente variable. Este año, los primeros meses fueron muy malos. Ahora ha mejorado un poquito. Es difícil de estimar: $ 1.500.000 sería lo razonable. Ojalá algún día sea más. O sea que tenemos un ingreso estimado de $ 10.000.000, $ 10.500.000. Lo otro que tenemos garantido son los egresos. El 87,5% son salariales. Quiere decir que son egresos que no podemos dejar de hacer, con lo que nos queda un margen muy pequeño para los otros gastos de mantenimiento: la luz, el agua, el gas; este último es un insumo importante porque tenemos una piscina de hidroterapia muy importante que es una herramienta de trabajo. Es difícil hacer recortes en eso; a veces, lo que recortamos son las goteras, las entradas de agua, cosas menores. Nuestros egresos son muy importantes. Si bien uno puede manejar un pequeño porcentaje, son casi fijos. El flujo de fondos proyectado para 2023 va a andar por los $ 12.200.000. Así que tenemos una diferencia real, hoy, de $ 2.000.000. Imaginemos que el año que viene, producto de esta solicitud, ya habrá corrido una cierta indexación en los rubros salariales y luego para 2025 será lo mismo. Creemos que el espacio mínimo para poder funcionar es estar pensando en $ 2.000.000 o $ 2.500.000, si contamos las indexaciones que deberían hacerse. Es importante saber que no podemos pagar despidos. Si no tenemos para hacer reparaciones, menos para pagar despidos. Nuestro único camino viable, si no cerramos bien el año, va a ser la reducción horaria, que implicará indemnización por despido parcial o enviar a seguro de desempleo. En este caso, se genera un gasto adicional para el Estado. Esa es la realidad con la que nosotros nos movemos. Es importante tener esta fotografía. Gastamos $ 12.200.000 y recibimos máximo $ 10.000.000. ¿Qué podemos hacer? Recurrir a la posibilidad de que a través de los Ministerios de Salud Pública y de Economía y Finanzas obtengamos algún refuerzo presupuestal para este año y contar con el beneplácito de ustedes para hacer una actualización de valores para los fondos que ya tenemos. Sé que es una tarea difícil, pero es muy importante para nosotros porque implica la sobrevida de este centro, que es de referencia nacional y tiene mucho impacto en la Regional Este. Nuestra misión es garantizar la financiación del centro y consolidar a Cerema como un centro regional de rehabilitación y también nacional. De hecho, hoy ya lo es, pero implica poder crecer y asistir a más ciudadanos de otros lugares alejados del país que perfectamente podrían ser asistidos en Cerema, no quedando en una situación de invalidez permanente. Nosotros tomamos los pacientes cuando ya egresan del sistema asistencial; cuando ya no hay más nada para hacerles. Estoy seguro de que el universo es mucho más grande que el que nosotros asistimos, sobre todo en el área pública. Les agradezco. Dejo una información más detallada por escrito, y también los datos web de nuestro centro.

REPRESENTANTE CAL (Sebastián). Lo digo año a año: si hay algo que tienen mal ustedes es el nombre. No son el centro de rehabilitación de Maldonado. Me ha tocado conocer familias que se han ido desde Artigas para rehabilitar a algún miembro de su familia y se han tenido que instalar en Maldonado. La opción que les dan cuando salen del hospital de Artigas es: «Acá la única chance que tenés es irte a Cerema, instalarte un tiempo allá y hacer todo lo que ellos te dicen». Realmente, hasta hace seis o siete años no tenía ni idea de lo que era Cerema. Pasaba todos los días por enfrente y veía que es un edificio grande, de ladrillos, redondo, muy bonito, pero no tenía idea de lo que ahí hacían, hasta que al papá de un amigo le dio un ACV y tuvo la suerte de salir adelante gracias a Cerema. Entró en una silla de ruedas, sin poder hablar, y salió caminando y pudo seguir su vida prácticamente normal. No sé a cuántos uruguayos ustedes les habrán devuelto a la vida, pero no son pocos. He ido muchas veces a Cerema y veo a gente de todo el país, haciendo la rehabilitación en la piscina, volviendo a saber usar un tenedor, a escribir, a cortar, a leer, a hablar. Uno ve los números y los compara con los demás, y advierte que otras asociaciones reciben $ 200.000 o $ 300.000 por año y ustedes reciben $ 4.140.000, y uno dice: «Che. ¿Qué tanto hace esta gente para recibir esta enorme cantidad de dinero?». Devuelve la vida. Ustedes deben saber a cuántas personas rehabilitan por año y sería bueno decirlo para que realmente se entienda lo que hace Cerema. Es realmente impresionante lo que hacen. Sería muy bueno que todos pudieran, al menos una vez, pasar por ahí, ver la infraestructura que tienen, el semejante edificio que mantienen, la piscina, todos los funcionaros que ahí trabajan. Es como entrar a un centro que no nos imaginamos que puede estar en nuestro país.

BORTHAGARAY (Gustavo). El último reporte del cierre del año 2022 es que atendimos a 262 personas. En diez años y medio, han sido miles de pacientes. Las recuperaciones son sorprendentes, como dijo el diputado Cal. Hemos tenido pacientes que llegan en camilla y se van caminando con un bastón. La última paciente se atendió en diciembre de 2022; se trataba de una señora que entró en camilla y se fue caminando con un bastón. Hemos tenido cuadripléjicos que se van parapléjicos, con un buen control del tronco, utilizando normalmente sus miembros superiores y han vuelto al trabajo. El diputado Cal hablaba de la vida. Nuestro eslogan es: volver a la vida. Nuestra misión es que las personas vuelvan a la vida; a la vida familiar, a la vida del barrio y a la vida laboral. Como habrán visto, son personas jóvenes, y cada vez más jóvenes, que están en edad activa desde el punto de vista laboral. O sea que su recuperación también la orientamos a que puedan volver al trabajo. Reitero: a nuestro programa lo llamamos «Volver a la vida», porque de hecho de eso se trata. No nos da el tiempo para hablar de todos los indicadores que tenemos de calidad asistencial o de resultados asistenciales, pero puedo decir, grosso modo, que entre el 80% y el 90% de nuestros pacientes, cuando se les pregunta sobre su calidad de vida en función del tratamiento, están entre buena y muy buena. Es bajísimo el porcentaje que considera su calidad de vida mala o regular. O sea que ese es el mayor estímulo que nosotros tenemos No lo dije inicialmente -disculpen-, pero Cerema está gestionada por una asociación civil sin fines de lucro; la Comisión Directiva es completamente honoraria. O sea que en Cerema, cada peso que entra, se gasta en la asistencia. No existe ningún otro rubro en qué gastar porque no tenemos tiempo ni de renovar la página web ni hacer publicidad ni nada por el estilo; o sea que tengan la seguridad que peso que entra se gasta en asistencia.