A continuación compartimos la información suministrada por el Grupo Guayubirá bajo la firma de Guillermo Macció respecto al polémico asunto de la instalación de las plantas de celulosa en Uruguay.

Dentro del marco del Sínodo de la Iglesia Evangélica Valdense se brindó la oportunidad de conocer más sobre el tema de las plantas de celulosa en el Uruguay, sobre como es el camino recorrido y sobre el futuro de un país que según el demógrafo Guillermo Macció, expositor, está «hipotecado».

Con una audiencia muy expectante, compuesta por vecinos, integrantes de distintas ONGs ambientalistas, miembros del Sínodo de ambos países, que superó las instalaciones previstas para el acto, el disertante realizó su exposición expresando que quería ser lo más objetivo posible sin colocar adjetivos en su presentación.

Dijo que lo de las plantas de celulosa es «una consecuencia simplemente de un devenir, inexorable de la acción del hombre sobre la naturaleza».

El proceso arranca en la década del 70 con dos acontecimientos, que son la primer crisis del petróleo y la publicación del libro llamado «Límites al crecimiento», en donde grandes multinacionales apostaron sus capitales a la plantación de árboles, para evitar la tala
de montes naturales que se venían realizando en Canadá y Finlandia, por lo que se buscaron «zonas templadas del planeta, en el hemisferio sur» para la plantación masiva de árboles. Las que se ubican entre el paralelo 29 al 36, que están en los países de Chile, Argentina, Uruguay y una parte del sur de Brasil. Donde se comenzó a plantar en Chile, Argentina y en el Uruguay.

El 28 de diciembre de 1987 se aprueba en el parlamento uruguayo la Ley Forestal, N 15.939, en donde la votación fue «sin casi oposición». La ley según Macció fija una «política de estado, del
estado uruguayo, para plantar árboles». Los que son de dos especies que son pinos y eucaliptus.

Establece la declaración de la tierra como «de aptitud forestal», en donde quien quiere plantar va la división Forestal del MGAP y pide que su campo la declaración, presentando un proyecto con la superficie, la especie, cuanto va a plantar, en donde la ley dice que debe plantar más de 10 há. Existe un mapa que determina la zona de ésta declaración. La ley exime del pago de todos los impuestos nacionales de por vida. También si es plantador le permite que todos los insumos como semillas, agrotóxicos, fertilizantes, maquinarias, vehículos de transporte pueden ser importados libres de impuestos aduaneros. Los ingenieros que trabajan y avalan los proyectos también pueden importar los vehículos por el mismo régimen.

La ley también brinda un subsidio para la plantación de árboles a través del BROU, en efectivo, el que fue eliminado el pasado año.
Este subsidio desde 1990 al 2005 ascendió «en efectivo» a la suma de U$S 150 millones. Mientras que las exoneraciones ascienden a una suma cercana a los U$S 300 millones de dólares. Aclarando que «la sociedad uruguaya puso U$S 450 millones de dólares, sea porque los pagó o sea porque no los cobró para que se plantaran árboles». Técnicamente no son plantaciones son cultivos como el de trigo, cebada u otros.

La ley no hace mención a la protección del monte nativo ni es tenido éste en cuenta dentro de las exoneraciones, para que las logre debe ser disfrazado como protección artificial para ganado.

Pérdida de variedades en viveros
Ante la gran demanda de plantas para crear los montes, en los viveros se fue perdiendo la gran variedad de plantas y árboles que en ellos se producían para pasar a producir eucaliptus para éstas.
Citó casos como el Vivero Nacional de Toledo Chico, el de Durazno.

Aclaró que la plantación de pinos y eucaliptus en el país existía, contando a una pequeña escala una larga tradición de la Caja Bancaria y de la Universitaria.

En 1989 se plantaron 7000 há., en los años siguientes 8000 há., 10000 há., 25000 há., 42000 há., hasta llegar en la actualidad a tener implantadas un total de 750.000 há. La idea de lo plantadores
es llegar al millón de hectáreas.

Los dueños
La concentración de éstas plantaciones es al norte del Río Negro, aunque ya se cuenta con grandes extensiones al sur de la misma, modificando el mapa aéreo, en donde la catalogó como «una mancha verde».

La superficie pertenece en una mitad a 6 grandes transnacionales y el resto a medianos productores de unas 20000 há cada uno.

Consecuencias constatadas
Se ha comprobado ya un despoblamiento y vaciamiento del espacio, «porque al lado de una forestación un chacarero no tiene destino».

La merma de los cauces de arroyos y ríos, pues una planta adulta absorbe por día 60 litros de agua, la que básicamente la toma desde las capas intermedias y superiores.

Desaparición de la biodiversidad, porque en un monte de eucaliptus, salvo las loras no prosperan, lo que explica porque siendo un ave autóctona se ha convertido en una plaga, donde además no posee predadores.

Los puertos
Dentro de la política que se viene aplicando se debían realizar puertos para la salida de la madera, la que sale en rolos a procesada, ya que no hay manera de ser consumida en forma
interna.

Se concesionan grandes superficies de la costa para la construcción de puertos, declarándolas como «zonas francas», siendo un mecanismo en donde el país renuncia a la intervención soberana, sobre todo a la fiscal.

Títulos de la tierra
Desde siempre el título de la tierra estuvo a nombre personal, en S.R.L. o S.A. con acciones nominativas, pudiéndose desde el año 2004 de las S.A. propietarias de tierras pasan a ser «en forma voluntaria, acciones al portador», con lo que se desconocen quienes son los dueños de la tierra.

Además dijo que el Uruguay es el único país del mundo que cualquier persona de cualquier nacionalidad compra la superficie que desee sin ninguna restricción de ningún tipo.

La carga
En la actualidad la madera sale del puerto de Fray Bentos en barcos que llevan de 38 a 42 mil toneladas, lo que no permite su carga total, lo que lleva a que se deba utilizar el de Montevideo para completar la carga. En 2005 se cargaron 14.

Esto se debe a que en el río Uruguay hay cuatro pasos que permiten la circulación del barco completo, sospechando que el país deberá realizar el dragado para que se pueda circular con
normalidad lo que implicaría una millonaria inversión en dólares.

El destino es en parte los puertos de Huelva y Pontevedra en España y el resto va a Japón.

El movimiento ecologista
Este movimiento ha tenido una temprana reacción, desde la Junta Departamental de Río Negro, pero fueron silenciados. Los movimientos de Colonia también han realizado sus posturas sobre
el tema. El movimiento Guayuvira, de Montevideo, en donde su accionar se centra en demostrar lo malo de la política de estado que se ha emprendido sobre el tema.

La etapa final
Todo el proceso previo finaliza con la industrialización de la madera, para lo que se puede realizar como hasta ahora el traslado en rolos pero es de exportación de «bajo costo, de baja rentabilidad».

Como «todo proceso industrial, la primera etapa es la más costosa y la más gruesa, que es la más costosa, por lo que se envía un producto semi-elaborado, como la celulosa, que es el primer paso
de elaboración hacia el papel».

Este proceso además es el menos amigo del medio ambiente, ya que se usan muchos solventes, detergentes y otros elementos.

«La política de estado trazada por los uruguayos parecía que no contemplaba ésta etapa de procesamiento», en donde analizó que el proceso vivido, la superficie implantada lleva a que el mismo sea realizado en forma inexorable en nuestro país.

La parte inversora según el disertante la pensó muy bien, quedando la duda de lo que pensó el legislador uruguayo.

Llamados de atención
Dijo que desde el inicio del proceso el tema casi no estuvo en los medios, hasta los movimientos argentinos de los últimos tiempos, lo que lo llama a la reflexión.

Otro aspecto que le llama la atención es el folleto que se reparte en los ingresos al país, avalado por cuatro ministerios y en donde el nombre del país parece un pie de imprenta, realizado en una calidad muy buena de papel y sospecha que la imprenta esté instalada en una zona franca. En el mismo se manifiesta una defensa de las instalaciones de la planta, en donde da a conocer que son tres las plantas a instalarse, así como de la defensa del medio ambiente.

Reclamó la falta de preocupación de lo que llamó los mandos medios y la ingerencia en el tema, como ingenieros agrónomos, a la Universidad de la República en donde hay «profesores y
profesionales beneficiados con este proceso», en donde no se han tenido manifiestos científicos ni toma de posición desde los centros académicos, ni sobre el impacto económico, en donde dijo «los economistas están ausentes en este tema», donde la envergadura presupuestaria se cataloga como «fenomenal».

Otra interrogante es la amplia coincidencia del espectro político en éste momento sobre el tema, lo que no sucedía antes.

Manejo del tema
El manejo del tema se ha ido transformando en un manejo de exaltación de nacionalismos, brindando una espectacularidad que lleva el tema a un campo irracional.

Sobre la secuencia de proceso volvió a reiterar que la misma es «absolutamente lógica, coherente, necesaria y pensada para un inversor de primer mundo». En donde «nadie puede llamase a sorpresa después de lo que yo les he contado», manifestó, donde todo está decidido paso a paso.

Hipoteca por generaciones
Según Macció existe un tratado en donde el estado uruguayo con los inversores se compromete a pagar sobre alteraciones a la situación inicial que los perjudique. Los que no se conocen y no se
han publicado para información a la población.

El regreso al anterior sistema de propiedad de la tierra, puede ser logrado de alguna manera.

De acuerdo a como se viene realizando la plantación la misma tiene una duración de 80 años, en la primer plantación cada 7 u 8 años se le realiza un corte y permite unos 5 ó 6 en su vida, pero como han plantado permite que luego se plante entre las filas sin tener que sacar los troncos, minimizando los costos y aumentando las ganancias. Según Macció 80 años de plantación en nuestro país son 3 generaciones.

¿Qué hacer?
El tema a corto plazo no tiene mayores soluciones, pero si acciones a largo plazo que pueden dar sus frutos o al menos no permitir que se avance en la superficie implantada superando el millón de hectáreas, por lo que debe existir una ley que prohíba la declaración de «aptitud forestal» sobre la tierra.

Exigir que se conozcan todos los hechos, los acuerdos y saber cuales son las exigencias que se tienen desde el estado para con las transnacionales.

Otro punto que deja de favorecer los grandes negocios es retirar las exoneraciones tributarias que poseen en la actualidad y en forma progresiva ir aumentando los mismos para que de esa forma el negocio deje de ser rentable y los capitales busquen nuevos lugares que les sean más favorables.

La presentación de Macció finalizó con una serie de preguntas de parte de los presentes y con un fuerte aplauso le agradecieron la información vertida.

La postura de la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata sobre el tema en primera instancia es lograr información acercar al diálogo sin crear posturas rígidas.

De momento no existe una postura oficial al tema, lo que puede salir en el presente Sínodo tras la información recibida, de la cual se dará a conocer por este medio.

Fuente: http://www.iglesiavaldense.org/AS/p_celulosa.html

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