En esta ocasión compartimos la opinión del Prof. Norberto Ovando, Vicepresidente / Asociación Amigos de los Parques Nacionales – AAPN – bajo el título “Gripe A contagia tribus indígenas”.

“Varios estudios han demostrado que los pueblos indígenas se encuentran en una situación de alto riesgo ante la epidemia de la gripe A.

El director de Epidemiología de la Dirección Regional de Salud del Cusco, Luís Gonzáles, informó que se han confirmado 23 casos de gripe A H1N1 en la provincia de La Convención, entre los cuales figuran diez nativos indígenas Machiguenga de la comunidad de Timpía. Este suceso generó temor entre los expertos pues el temor de un contagio devastador entre pueblos sin defensas ante las enfermedades externas sería incontrolable.

La “conquista biológica”

“Aunque la espada fue un arma importante en la destrucción de las unidades políticas de los indígenas y en la creación de los imperios coloniales, no constituyó el principal factor que hizo posible la victoria europea. Fue el cuarto jinete del Apocalipsis, cargado de gérmenes, virus y bacterias…La enfermedad fue la verdadera arma de Santiago Matamoros, no la espada del conquistador español”.

Así lo cuenta Noble D. Cook, en su libro -La conquista biológica. Las enfermedades en el Nuevo Mundo-. La tesis de Cook es que las epidemias que llegaron con los conquistadores fueron hasta cierto punto funcionales a la empresa imperial española. Ayudaron a doblegar la resistencia indígena.

A fines del siglo XIX, al cobrar valor en el mercado mundial la quinina y el caucho, el interés de los andinos por la región del Urubamba aumentó considerablemente. La búsqueda de estos productos trajo como resultado una alta tasa de mortalidad entre los matsiguengas (así se auto denominan) debido a la cacería de esclavos, que obligó a muchos de ellos a refugiarse en zonas aisladas.

Muchos Machiguengas murieron a causa de las epidemias de malaria y viruela que se desataron en esos años.

La etnia Machiguengas

En la novela «El hablador», 1987, el escritor Mario Vargas Llosa relata que entre los Machiguengas existe un personaje que cumple una función muy particular, porque no es una función religiosa, ni es la de un curandero, si no, fundamentalmente, la de un contador de historias. Es un hombre que cuenta, un hombre que habla.

Los Machiguengas han vivido, hasta hace relativamente poco tiempo, dispersos en unidades muy pequeñas de grupos familiares, a veces muy pocas personas, porque vivían en una región sumamente pobre, que no permitía la formación de conglomerados sociales, importantes debido a las dificultades para la alimentación.

Entonces vivían completamente dispersos y aislados. Y una forma de comunicación, de enlace entre esos grupos, eran unos personajes a los que los Machiguengas llaman los habladores, algo así como trovadores ambulantes, un poco como esos cantadores que todavía se encuentran en el Nordeste brasileño, que van de pueblo en pueblo, con su guitarra, cantando. En el caso, los habladores no van cantando, pero van de grupo en grupo contando historias, hablando: un poco de las cosas que han visto en el grupo anterior, sus propias experiencias, viejas historias de la comunidad, mitos, leyendas y también invenciones personales.

La pandemia

La pandemia amenaza los indígenas amazónicos de la etnia  Machiguengas, que ya contrajeron la gripe A, y podría extenderse entre los asháninkas, yines, kichuas, arabelas, awajún, wampis, cocamas cocamillas, shawis, y otras etnias.

El antropólogo Dr. Glenn Shepard, experto en los indígenas Machiguenga, dijo que “la llegada de la gripe A entre los Machiguengas es especialmente preocupante, ya que se sabe que tienen contacto intermitente con grupos indígenas bastante aislados que viven cerca.”

Desde la Dirección Regional precisaron que los infectados son nativos Machiguengas “que viajan a Lima y Cusco frecuentemente y tienen contacto con la gente que va a trabajar a PlusPetrol. Es gente que está asentada en ríos, donde hay gran tráfico y vienen a Quillabamba continuamente. No son poblaciones no contactadas”

El Dr. Stafford Lightman, profesor de Medicina en la Universidad de Bristol, explicó que “los pueblos indígenas aislados no tienen inmunidad ante las enfermedades infecciosas que circulan por nuestra sociedad industrial y serán particularmente susceptibles a la gripe A. Esto podría ser devastador, infectando a comunidades enteras simultáneamente, no dejando a nadie para cuidar de los enfermos o traer y preparar comida.”

Los pueblos indígenas alrededor del mundo son particularmente vulnerables a la gripe A, ya que muchos tienen un sistema inmunitario débil, viven en la pobreza y tienen altas tasas de enfermedades crónicas como diabetes y enfermedades coronarias.

La biodiversidad amazónica es codiciada por todas las potencias industriales, que mandan a sus científicos (que nadie controla, por cierto), que bioprospectan la naturaleza (saquean plantas y animales) delante de las narices de los dueños de la tierra, aunque estos protesten sin que nadie los escuche.

¿Acaso esperan la ayuda de la influenza H1N1?”

Por Prof. Norberto Ovando, Vicepresidente / Asociación Amigos de los Parques Nacionales – AAPN –.