Uruguay ha sido reconocido como uno de los países del continente, junto a Chile, como los menos corruptos.

En el informe 2009 de la ONG Transparencia Internacional, los países percibidos como los más corruptos del mundo siguen siendo aquellas naciones pobres y casi siempre víctimas de conflictos armados como Afganistán, Somalia, Sudán e Irak.

Nueva Zelanda, Dinamarca y Singapur son los tres países “menos corrompidos”, según el Índice de Percepción de Corrupción que abarca 180 países, sobre la base de 13 sondeos realizados por 10 organizaciones independientes

Mientras en el continente latinoamericano Chile y Uruguay se ubican como los “alumnos modelos” de América Latina, Venezuela y Haití figuran como los países más corruptos del mundo, según el informe.
Argentina, por ejemplo, si bien no quedó bien parada en el contexto mundial, en el hemisférico no se acomodó mejor. Canadá figura con la imagen más pulcra (de hecho, se ubica entre los 10 mejores países a nivel global) y luego se destacan Estados Unidos (19°), Chile y Uruguay (ambos en el 25°), Cuba (61°) y Brasil, Colombia y Perú (los tres en el puesto 75°).
Desde 1995, la ONG publica cada año su clasificación, que atribuye entre 10 y cero puntos a los países: del menos al más corrupto. Este año, entre los 180 países analizados, sólo 49 alcanzan la “media”, es decir, una nota igual o mayor a cinco.
Tampoco llegan a la media Brasil, Colombia y Perú, los tres en el 75° puesto. Uruguay y Chile se ubican en la parte superior de la lista, ambos en la 25ª posición, con 6.7 puntos.
Entre los países desarrollados, Francia obtiene un modesto puesto 24, con 6.9 puntos, mientras que Estados Unidos llega en 19ª posición con 7.5 puntos.
El director para las Américas de Transparencia Internacional, Alejandro Salas, analizó la situación de la región, en entrevista con Radio Francia Internacional.
Sostuvo que “en la media tabla encontramos una serie de países que son economías muy grandes, con un gran potencial, me refiero principalmente a Brasil y México, y otras economías de menor dimensión, como son Colombia y Perú, pero que en los últimos años han hecho reformas significativas, tanto reformas más de tipo político, del Estado, como económicas y han tenido algunos elementos que permiten ver cómo éstas, de frágil institucionalidad, han ido cambiando poco a poco algunas cosas”.