El Presidente José Mujica se refirió a los acuerdos multipartidarios. Señaló que Uruguay está ingresando en una nueva época y «hay una política que se está yendo». Agregó que se terminó aquello del cambio de cargos por apoyo político: «te tengo que ofrecer sin condiciones lo que tengo y vos pondrás lo que tendrás que poner, a nivel de tu conciencia, porque este es un país pequeño, pero nadie se banca la pechera», reflexionó el lunes 7 de junio en el Palacio Legislativo.

El Presidente de la República, José Mujica, se refirió a las implicancias de los acuerdos multipartidarios obtenidos en materia de Seguridad, Educación, Medio Ambiente y Energía, así como los que refieren la integración de los partidos de oposición en las empresas públicas y organismos de contralor.

Mujica celebró que la declaración conjunta se realizara en el Parlamento, «tribunal de la nación». «Esta casa es la expresión más representativa de la voluntad de la gente y tenemos que incorporarlo como cultura, como forma de ser, como cultivo republicano», subrayó.

Asimismo, señaló que el país está ingresando en una nueva época y «hay una política que se está yendo». Agregó que se terminó aquello del cambio de cargos por apoyo político: «te tengo que ofrecer sin condiciones lo que tengo y vos pondrás lo que tendrás que poner, a nivel de tu conciencia, porque este es un país pequeño, pero nadie se banca la pechera», reflexionó.

Por otra parte, el Mandatario sostuvo que tenemos que tener «gestos de apertura y de grandeza», lo cual no significa el callar las opiniones que surjan de las convicciones de cada uno. «La única condición es un compromiso común; y tenemos un compromiso que es con la nación», apuntó.

Mujica reivindicó la relevancia de los acuerdos alcanzados. Agregó que, como todo programa, no se va poder cumplir en su totalidad. «Nos proponemos mucho más de lo que nos da la nafta; así es la vida», sentenció. No obstante, indicó que los acuerdos programáticos permitirán progresar y avanzar.

Seguidamente, dijo que nuestro país es potencialmente rico y se encuentra en una esquina importante del mundo. Añadió que Uruguay cuenta con pocos habitantes, con un promedio de edad alto y que requiere de unidad nacional para mejora el destino de su gente.

Finalmente, el Presidente Mujica convocó a todos los partidos a asumir su responsabilidad y sumarse a un sistema comprometido con el porvenir. «La vida me enseñó que la apertura es la semilla que más se reproduce», enfatizó.

Palabras del Presidente de la República, José Mujica, en el marco de los acuerdos multipartidarios, realizados en el Salón de Fiestas del Palacio Legislativo, el 7 de junio de 2010.

PRESIDENTE JOSÉ MUJICA: Mi saludo a todos, a ti Danilo, a ti Brovetto, a las autoridades partidarias, a mis viejos conocidos de esta casa. Es la cuarta vez, en este periodo que vengo a esta casa. No se estila en el Uruguay que los presidentes vengan al Parlamento. De aquí en más se va a estilar. Me parece que es más republicano.

En definitiva, con todos sus defectos, que son los nuestros, los de la nacionalidad, esta casa es la expresión más representativa de la voluntad de la gente y tenemos que incorporarlo como cultura, como forma de ser, como cultivo republicano.

Les quiero decir que yo no he tenido luna de miel. A lo largo de la vida aprendí mucho más de las derrotas que de la bonanza. Mucho más. Y hace 30 años yo no hubiera impulsado una actitud de este tipo. Viviendo y aprendiendo.

Pero en la política uruguaya hay horror con las canas y las arrugas y se hizo hincapié que había que renovar. ¿De qué sirve renovar la piel si no renovás los métodos, la forma de funcionar, sin pretender renovar los contenidos?

Creo que hay una época que se fue, que se está yendo. Eso es lo importante. Y que estamos entrando en otra época. Lo percibimos en la última movida de carácter electoral. El pueblo dice algo. Lo dice por todas partes. Ningún partido es dueño del electorado. Ya cada vez menos se vota por tradición.

Esa movilidad política determina otro tiempo político. Y ese otro tiempo político requiere una nueva conducta de los actores políticos. Estamos en el medio de ese trance. Y lo tenemos que ver.

Entonces cuando empezó esto estaba la tradición: «Te puedo ofrecer estos cargos, pero me tenés que dar esto». No, no. Te tengo que ofrecer sin condiciones lo que tengo y vos pondrás lo que tendrás que poner, a nivel de tu conciencia, porque este es un país pequeño pero nadie banca la pechera.

Y entonces tenemos que tener gestos de apertura y de grandeza, por todas partes. Y eso no significa que la gente tenga que ponerse un bozal, callarse sus verdades ni su convencimiento. Puede haber participación con feroz oposición y cada cual dirá lo que tiene que decir, porque acá no hay condiciones. La única condición es un compromiso común. O nos vamos para arriba o quedamos sepultados. Y tenemos un compromiso que es con la nación.

Entonces, tenemos unos acuerdos en cuatro capítulos que son importantes. Seguramente, como todo programa, no lo vamos a poder cumplir. Nos van a quedar cosas, y siempre los programas son así. Nos proponemos mucho más de lo que nos da la nafta. Así es la vida. Y por eso progresamos. Y por eso vamos marchando y siempre nos queda una cuenta pendiente.

Pero esos acuerdos son material para cada lugar de decisión, para leerlos y para ubicarse para ir construyendo.

El juicio de la nación está acá. Esto es el tribunal de la nación. Los señores legisladores podrán decir «Esto fue» y «Esto no fue», y podrán comprometerse y empujar y pedirnos audiencia y vernos y discutir. Y así tiene que ser. La libertad no tiene precio. Pero ¿cómo puedo esperar coparticipación en cosas que se acuerden si no compartimos, si no nos comprometemos con la génesis de la propia realidad?

Entonces, compañeros, sobre todo a los señores legisladores, la noche del resultado electoral dije: ni vencidos ni vencedores. Podría parecer una situación simpática, de altura, de circunstancia. Somos demasiado pocos en este país. Estamos en una esquina muy importante. El mundo se está estrechando. Somos una sociedad envejecida en un país rico potencialmente y muy valiosamente ubicado en una esquina del mapa. Ahora me entero que ahí están furibundos gobiernos extranjeros comprando tierras, inventando sociedades en esta América Latina para asegurarse territorio de reserva, cosa que ni siquiera la hubiéramos imaginado hace pocos años.

El sistema político del Uruguay no puede darse algunos lujos que históricamente se ha dado. Ya no tiene tiempo. Porque el mundo rico viene al galope, atropellando por todas partes y nosotros necesitamos un sólido margen de unidad nacional para tratar de sacar partido lo más posible para el destino de nuestra gente.

No fue una invitación a sentarse en el sillón de ANCAP o de esto o de lo otro. Es una invitación a cargar con la responsabilidad que tenemos encima. Y esta responsabilidad no es del partido que ganó, es de todo el sistema político. No puede fracasar la democracia representativa porque es ella la que tiene que dar respuesta en esta época y no tiene todo el tiempo del mundo.

La vida me enseñó que la apertura es la semilla que más se reproduce. Y por eso entiendo que la manera de multiplicar la fuerza, que seamos capaces de integrar un sistema que está hondamente comprometido con el porvenir.

Gracias y les doy un abrazo a todos.

Fuente: Presidencia de la República. www.presidencia.gub.uy