Este mes miles de uruguayos expresaron su voluntad de convertirse en donantes de órganos durante la llamada jornada de «recaudación de vida», impulsada por sobrevivientes de la tragedia de Los Andes.

La Fundación Viven, creada por algunos de los hombres que salieron con vida del accidente aéreo ocurrido hace 38 años, está detrás de una campaña para lograr que más uruguayos expresen la voluntad de donar sus órganos.

«Emulando nuestro pacto de vida que hicimos allá arriba (en la Cordillera de los Andes), por el que nos donamos el cuerpo entero cada uno al otro, la Fundación Viven decidió hacer un nuevo pacto de vida pero esta vez entre todos los uruguayos, a través de una campaña de concientización», explicó a BBC Mundo José Luis Inciarte, presidente de la Fundación.

Uruguay es el país de América Latina con la mayor tasa efectiva de donantes (19 por millón) e integra la lista de los 15 primeros países con más donantes efectivos del mundo, encabezada por España (34 por millón), Portugal y otros países europeos.

Sin embargo, las cifras, por más altas que sean, nunca son suficientes para satisfacer la necesidad de órganos de aquellas personas que están en lista de espera.

De todos los potenciales donantes, una cifra muy baja logra convertirse en donante efectivo porque deben darse ciertas condiciones médicas, como que la muerte se produzca en un hospital u establecimiento médico, donde se pueden mantener oxigenados los órganos hasta el momento de ser transplantados. Además, para que los órganos puedan usarse, la causa del fallecimiento debe ser la muerte cerebral.

«La región latinoamericana ha tenido históricamente tasas muy bajas de donación pero estas han ido incrementando en los últimos diez años, a través de la cooperación del Ministerio de Salud de España y la Organización Nacional de Trasplantes de ese país, que ha dado cursos de formación en América Latina y en España y ha incentivado a que algunos países crearan organizaciones nacionales de trasplantes», explicó a BBC Mundo el Dr. Jaime Mizraji, coordinador de trasplantes del Instituto Nacional de Donación y Trasplante (INDT).

La clave, según el experto, es convencer a los hospitales y a todos los centros de salud de que la donación debe integrar la actividad médica.

«Los médicos estamos acostumbrados a que muere el paciente y ahí termina nuestro rol. No, debe ser así. Cuando muere el paciente se inicia una nueva etapa que es la de la donación. En cada hospital debe haber un médico referente que se encargue del tema».

El experto indicó que todos los países están trabajando en esa línea, pero que aún queda un largo camino por recorrer.

El caso uruguayo

Según la directora del Instituto Nacional de Donación y Trasplante (INDT), Inés Álvarez, el liderazgo uruguayo en cuanto a la donación de órganos se explica porque es uno de los pocos países de la región que tiene un sistema de donación y transplantes que garantiza la equidad y la accesibilidad al transplante.

Álvarez indicó que en otras naciones de América Latina y el Caribe, como Paraguay, Perú Bolivia, El Salvador y Venezuela, entre otras, «los transplantes están restringidos a quienes pueden pagarlos». En Uruguay toda persona que necesite un transplante puede acceder a él a través de fondos públicos.

Por otra parte, agregó la directora del INDT, Uruguay fue el primer país de la región en tener una legislación sobre transplantes, aprobada en 1971, mientras que en el resto se aprobó en los años 90.

En Argentina, la aprobación de la ley del donante presunto en 2005 colaboró para que en sólo tres años se duplicara la cifra de donantes. Desde entonces se considera que toda persona mayor de 18 años es donante de órganos y tejidos tras su fallecimiento, salvo que haya manifestado su oposición.

Aunque ha habido avances, en todos los países latinoamericanos el número de personas que está en lista de espera para recibir un órgano sigue excediendo la disponibilidad, y cientos mueren cada año mientras aguardan que se concrete su operación.

Mitos y verdades

Durante la campaña de recolección de firmas realizada por la Fundación Viven, los voluntarios distribuyeron folletos informativos para aclarar falsas creencias y disipar temores con respecto a la donación de órganos.

«Hay personas que temen que si uno es donante y se encuentra en un estado de gravedad, te dejen ir para el otro lado, como se suele decir en la jerga popular», dijo a BBC Mundo María Cristina Etchegoyen, gerente general de la Fundación.

Por eso, se explicó que cuando una persona firma un formulario, el documento queda custodiado bajo secreto profesional.

La religión, según la directora del INDT, no es un asunto que juegue en contra de la donación de órganos, porque «está demostrado que la mayoría de las religiones están de acuerdo con la donación. En la religión católica hay una demostración expresa a favor. Sólo algunos sectores, como el judaísmo extremadamente ortodoxo, no están de acuerdo», aseguró.

Inciarte, de la Fundación Viven, dijo que durante la campaña observó que existen algunos prejuicios. «Los jóvenes ven la muerte como algo muy lejano y ni se lo plantean. Los viejos piensan que ya no sirven, y les explicamos que no es así, que todos podemos salvar a muchas personas. No hay nada más gratificante que saber que después de muerto estarás dando vida a otros».

Fuente: BBC Mundo y El Nacional (Venezuela).

Fuente Imagen: revistabla.com