“Nosotros lo que hacemos es aumentar el nivel de exigencia con una interpretación cualitativa del reglamento de evaluación y pasaje de grado, y para que los estudiantes no se queden por el camino hay que incluirlos nivelando los déficit que tienen”, explicó Graciela Bianchi, directora del liceo Bauzá, donde más allá de las reacciones contrarias por parte del gobierno, oposición, de docentes, padres y demás, continúan con su plan de desarrollar cursos de nivelación y evaluaciones más exigentes.

Bianchi destacó que las líneas estratégicas son siempre las mismas: “aumento de las exigencias para entender la inclusión al derecho, no al revés; se incluye exigiendo, no se incluye facilitando”. Además se pretende reducir la cantidad de inasistencias, determinar un mínimo de asignaturas suficientes para pasar de grado y recursar si el alumno no aprueba en el correr de dos años, entre otras.

Desde la Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria (ADES) de Montevideo, manifestaron su disconformidad, porque éste no es el modo cómo deben aplicarse dichos procedimientos. “El tema del pasaje de grado se está analizando en las Asambleas Técnico Docente (ATD) y en las comisiones del consejo, no es que cada liceo aplica el pasaje de grado”, explicó Alicia Maceira, de ADES.

Bianchi y Maceira están de acuerdo con que se deben implementar varios cambios, pero el problema radica en cómo deben hacerse, porque hoy día la principal fortaleza del reglamento vigente es que es lo mismo para todos, tanto para liceos públicos como para privados, según señaló la integrante de ADES.

“Estoy completamente de acuerdo con lo que dicen, el tema es que algo tenemos que hacer, y si no te dan directivas centrales tenés que tomar decisiones”, argumentó Bianchi.

En otro orden, de acuerdo a los datos relevados por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), son 832 los centros educativos que presentan dificultades edilicias en todo el sistema. La Federación Uruguaya de Magisterio (FUM) informó que en Primaria son 500 las escuelas “con problemas edilicios serios que requieren acciones efectivas desde hace varios años”. Además, hay 355 escuelas rurales que carecen de agua y saneamiento, y 122 no tiene energía eléctrica, problema que UTE intentará cubrir en un plazo de dos años.

Respecto a Secundaria, Emiliano Mandacen, miembro de la Federación de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes), señaló que son 50 los liceos que tienen “problemas serios, porque solo se han hecho algunos arreglos parciales en algunos centros”

Fuente: (la diaria, Genoveva Malcuri, pág. 14, Últimas Noticias, pág. 9; 11/08/2011) y agencia Vos y Voz El Abrojo.