Recibimos y Publicamos.

Montevideo, 26 de setiembre de 2011.

Ante los recientes editoriales del diario “El País” sobre los jóvenes que ni estudian ni trabajan, como comisión nacional contra la baja de la edad de imputabilidad queremos expresar nuestra preocupación por el tenor de los argumentos que maneja el editorialista

Nos preocupa el hecho de que un periodista pusiera todo su esfuerzo en señalar que la sociedad se encuentra enfrentada a un peligro sin precedentes en manos de estos adolescentes y jóvenes, lo que se desprende de las poco felices expresiones utilizadas.

El referido editorial habla de una “banda de iletrados” y de “barbarie inexplicable”¸ a quienes declara en “guerra entre (…) la cultura (…) y una embestida…por destrozar los símbolos de la cultura que no integran”.

Nos alarma observar que frente a la realidad de muchos adolescentes y jóvenes que se encuentran expulsados del sistema educativo y del mercado laboral, el señor periodista, sin distinción entre causas y medios, los denomina “masa de ignorantes” y “legión de inservibles”, para además criticar a quienes sostienen que “no debe ser demonizada”.

Es inevitable concluir que cuando este periodista habla de quienes califica como “Ni Ni”, señala que todo joven en esta situación es y será indefectiblemente un delincuente.

No sabemos en qué fuentes se ha basado el editorialista. Menos cuando expresa que “los episodios homicidas son cada día más habituales”. Debiera saber quien opina, que de los homicidios cometidos en el Uruguay, sólo una ínfima parte tiene protagonismo adolescente.

Teniendo la oportunidad de explicarse con un segundo editorial este reafirma que “las reflexiones del editorial” son efectivamente “sobre los menores infractores”. De lo que cabe concluir: Los “Ni Ni”, según este señor, son todos menores infractores.

Por todo lo expuesto, la Comisión Nacional No a la Baja expresa:

Es absolutamente erróneo señalar que todos los jóvenes que no estudian ni trabajan cometen delitos. Los jóvenes en conflicto con la ley son un número considerablemente inferior.

La permanente asociación entre inseguridad y juventud, además de distar de la realidad, conduce a una campaña de estigmatización de la adolescencia que en nada contribuye a un real esfuerzo por lograr una sociedad más segura.

Si los uruguayos deseamos erradicar la violencia de nuestra sociedad, debemos comenzar por nosotros mismos. Esto implica superar la lógica del enfrentamiento y la guerra, así como desterrar de nuestro diálogo toda adjetivación que implique discriminación, instigación al odio y términos violentos.

Exigimos una actitud responsable de los periodistas en este terreno, que contribuya a fortalecer los vínculos sociales y no a destruirlos, reconociendo que son ellos quienes además de informar, son formadores de opinión.

Los niños, las niñas y los adolescentes desde la década de los 80 han sido los que llevan la peor parte, solo recordamos que ellos son los más pobres en el total de la población y los más criminalizados. Hace falta levantar la mirada para darnos cuenta que la lógica de “honestos contra delincuentes” es una falaz premisa. Si el Uruguay quiere recobrar el tejido social desmembrado por las políticas instaladas hace décadas y encausarse en la senda que en algún momento nos identificó como “país de cercanías” obviamente no debemos seguir el camino de agoreros como el de los editoriales.

Saludos cordiales,

Por Comisión Nacional No a la Baja

Luis Pedernera.

Gastón González.

Fabiana Goyeneche.